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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Guillermo Fernández Vara, el pasado miércoles en la plaza de España de Badajoz. Casimiro Moreno

«Antes de hablar de gobierno, IU tendría que explicar por qué se alió con Monago»

Guillermo Fernández Vara | Candidato a la Junta de Extremadura por el PSOE ·

Aspira a gobernar en solitario como estos cuatro años, con acuerdos puntuales, y destaca la estabilidad política y social como grandes virtudes para el futuro de Extremadura

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Viernes, 24 de mayo 2019, 08:25

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Cree que la transición hacia energías renovables supone una gran oportunidad histórica para Extremadura, porque de su mano ya están viniendo «inversiones privadas como nunca». Advierte, sin embargo, que para eso es necesaria la estabilidad política y la paz social, que sólo su partido, a su juicio, puede garantizar.

-Hace cuatro años, antes de las elecciones, dijo en una entrevista en HOY: «Sólo utilizaré el coche oficial cuando no haya alternativa. Cuando la haya utilizaré mi coche o el transporte público». ¿Ha cumplido ese compromiso?

-Sí. Sólo he utilizado el coche oficial en actos oficiales, a diferencia de la etapa anterior. He ido muchas veces a asuntos oficiales a Madrid en mi coche y en tren, en el que he tenido la suerte de no haber sufrido ninguna incidencia. También renuncié a la escolta. No tiene mérito porque se vive mejor sin escolta.

-En esa entrevista también dijo: «Los años que vienen van a ser difíciles y exigentes con Madrid». Entonces le criticaba a Monago que no lo hubiese sido, pero cuando se reunió en noviembre en La Moncloa con Pedro Sánchez le planteó retomar la deuda histórica y un plan de empleo especial para Extremadura. No hay resultados de esas peticiones.

-En los Presupuestos del Estado que tumbaron los independentistas, el PP y Ciudadanos iba dinero para ese plan de empleo.

-¿Cuánto dinero?

-No lo recuerdo de memoria, pero sí ha venido dinero para empleo procedente de los fondos de Garantía Juvenil y hemos iniciado los trabajos de la deuda histórica sin ruido, a diferencia con la anterior legislatura en que estuvieron paseándola los cuatro años. Este Gobierno se ha comprometido a que en la próxima negociación de la financiación autonómica tendrán que resolverse todos los asuntos pendientes, incluido este. A mí no me parece mal que se aproveche ese momento.

«Debemos revisar la oferta de títulos de la UEx para crear los que hacen que salgan estudiantes fuera»

Éxodo de jóvenes

-Según datos de la Contabilidad Nacional, Extremadura ha subido su producto interior bruto (PIB) en lo que va de siglo un 6,6%, pero en este tiempo hemos crecido menos que la media, por lo que la brecha ha aumentado. Algo tendrá que ver el PSOE en esta situación. Ha gobernado 15 de los 19 años.

-Es verdad, pero nuestro problema principal es de rentas y de salarios. Por eso es tan importante para Extremadura la subida del salario mínimo y la subida de las pensiones mínimas, de la que se beneficiarán el 80% de los pensionistas extremeños. Estas serán medidas que nos hagan converger.

-¿No le produce tristeza que la esperanza en converger con la media nacional esté en la subida del salario mínimo?

-Sí, claro que me produce tristeza. Por eso al inicio de esta legislatura me he planteado resueltamente atraer empresas que creen empleo por encima del salario mínimo: energéticas, de ocio, hoteles de alto 'standing', agroindustria... Esta es la razón de las leyes aprobadas para una administración más ágil, de grandes instalaciones de ocio o de ordenación del territorio y desarrollo sostenible.

-Le pregunto todo esto porque son datos que reflejan la atonía de Extremadura...

-No estoy de acuerdo con esa apreciación. No podemos hablar de atonía en una región que ha aumentado un 20% la cifra de turistas; que ahora es líder de energías renovables; que agota las convocatorias de incentivos agroindustriales por la cantidad de proyectos que hay. Podemos tener dificultades, pero es injusto hablar de atonía.

«Con la energía verde tenemos una oportunidad histórica: necesita agua, sol y tierra, que aquí abunda»

Transición energética

-Que crezcamos un 20% en turismo es porque partimos de muy abajo. Los porcentajes en Andalucía, Baleares, Cataluña son menores precisamente porque su sector turístico es mucho más fuerte.

-Estamos ya en cifras muy importantes. Estamos hablando de 2,5 millones de viajeros. Hace unos años eran 500.000. No he asistido nunca a una etapa en que llamen a la puerta de esta región tantísimos proyectos. En el último Consejo de Gobierno hemos aprobado el proyecto hotelero del Palacio de Godoy en Cáceres; una fábrica en Hervás para producir medicamentos a partir de plantas medicinales; la ampliación de Carcesa. Y además, aunque no soy autocomplaciente, empezamos la legislatura con 145.000 parados y la vamos a terminar con 90.000. Son 55.000 parados menos, aunque muchos tengan contratos precarios.

-¿No cree que esas cifras están empañadas por el hecho de que hay 233 jóvenes que se van cada mes de Extremadura?

-Las empañan severamente, no hay duda, pero no todos se van porque no encuentran un trabajo aquí. Muchos de los jóvenes se van fuera a estudiar en la Universidad. Y muchos de esos ya no vuelven. Lo tenemos identificado. Este es un asunto que tenemos que abordar con la Universidad. Debemos revisar la oferta de títulos para identificar cuáles producen una salida de nuestros universitarios y ponerle remedio.

«Mi primera idea es gobernar en solitario. Lo hemos hecho esta legislatura y lo repetiría»

Pactos postelectorales

-Le hablaba antes de atonía porque la semana pasada la vicepresidenta de la Junta dijo en unas jornadas: «Es necesario hacer un análisis más ambicioso de por qué Extremadura no reduce las distancias con España al ritmo deseado». Baja el paro, correcto; crece el turismo, correcto; al Consejo de Gobierno se le agolpan la petición de permisos para instalarse aquí, estupendo. ¿Pero por qué, aun así, Extremadura no es capaz de converger con la media nacional?

-Estamos hablando de convergencia exclusivamente en términos del PIB y cada día está más en discusión tomarlo como referencia de riqueza. En el cálculo del PIB no está incluido que vivir en Madrid cuesta tres veces más que en Extremadura. Eso no está en el PIB; está en la calidad de vida. Acepto la pregunta: ¿es deseable converger? Sí, pero que se tenga en cuenta la calidad de vida. Serían los demás los que tendrían que converger con nosotros. La brecha está en los que no tienen empleo, pero los que tienen empleo viven aquí mejor. Además, no olvido que tomamos la región en una situación de ruina, con 500 millones de déficit y un pago a proveedores a 140 días e incumpliendo la regla de gasto. La semana pasada, el Banco de España dijo que Extremadura es la región que más ha cumplido.

-Usted propuso en el primer discurso sobre el estado de la región de esta legislatura que Extremadura adoptara la economía verde y circular. Dijo que podríamos ser referente mundial en el uso del agua, el reciclaje y las energías renovables. ¿Dónde está todo eso?

-Aquí. Pareciera que no vive en Extremadura. Actualmente somos líderes en energía renovable. Eso significa que por cada proyecto que se presenta en el resto de comunidades, hay cinco en Extremadura. Lo que yo vine a decir en 2016 es que tenemos una oportunidad como no hemos tenido nunca: ser líderes en un sector enormemente generador de mano de obra, pero sobre todo que va a ser capital para el futuro. ¿Qué nos faltaba? Un gobierno en Madrid que nos acompañara, y ya lo tenemos. Nosotros reclamamos el 20% de los 50.000 megavatios que se van a poner en renovables en España de aquí a 2030. Eso significa una inversión privada de 8.000 millones de euros, algo que nunca se ha hecho aquí. La previsión que tengo de inversión privada en los próximos años es de 15.000 millones. Es histórico. Que los fondos de inversión hayan decidido invertir en sostenibilidad nos viene muy bien porque la sostenibilidad se nutre del sol, del agua y de la tierra, tres elementos que tenemos en abundancia.

-En su último minuto en el debate de Canal Extremadura convocó a los extremeños a un nuevo desafío. Parecía el candidato de un partido nuevo. ¿Cuántos desafíos ha dejado el PSOE en el camino?

-La historia de los pueblos son historias de desafíos. Para mí fue un desafío cuando Juan Carlos [Rodríguez Ibarra] me dijo que me hiciera cargo de la Sanidad en 1999. Lo fue cuando el sistema educativo se enfrentó a la revolución tecnológica... Ahora tenemos un gran desafío: el mundo globalizado, el del cambio climático, de la comunicación y la tecnología... Y de pronto nos encontramos que las cartas que nos han tocado son mejores que las que nos tocaron en el siglo XX... si no las estropeamos. ¿Sabe cuál es la carta más valiosa? La estabilidad política. Las empresas nunca han mirado tanto la estabilidad política como ahora. Yo tengo ahora varios proyectos que están esperando a ver qué sale de las elecciones, porque si sale algo ingobernable significa paralización de la Administración. Es importante la paz social. La patronal y los sindicatos están haciendo un esfuerzo ímprobo. El que no haya habido una huelga del campo, que hubiera arruinado la campaña, es porque hay agentes sociales que ponen los intereses de esta región por encima de los propios.

«No olvidaré nunca que el PP e Izquierda Unida se cebaron con la gente más humilde de esta tierra»

Legisaltura de Monago

-El PP plantea un sistema fiscal especial para Extremadura. ¿Lo defendería ante Pedro Sánchez?

-La España que necesitamos no es la que se pueda dividir en 17 sistemas fiscales. En Extremadura no hay un problema de fiscalidad, sino de financiación. Es en el modelo de financiación autonómica donde hay que incorporar nuevos criterios con peso que hagan posible los derechos básicos. Un colegio rural agrupado cuesta mucho dinero. Eso se debe garantizar.

-Las encuestas coinciden en señalar que usted ganará las elecciones y que podrá pactar a la derecha con Cs y a la izquierda con Podemos. ¿Qué criterios va a seguir si se cumple el pronóstico?

-Yo tengo otro pronóstico: que no me haga falta pactar.

-En ese caso la pregunta sobra, pero no es el escenario que dibujan las encuestas.

-Vamos a ver qué pasa primero, porque aunque se diera ese resultado tenemos que saber qué dicen los demás. ¿Por qué descartamos que puede haber acuerdos puntuales? ¿Por qué fue posible hace cuatro años y ahora no? Mi primera idea es gobernar en solitario.

-Unidas por Extremadura le pide directamente formar un gobierno de coalición.

-Está en su derecho. Se lo ofrecí hace cuatro años y no lo quisieron. Además no olvidemos que Podemos no se presenta a las elecciones, sino Unidas por Extremadura, que es la suma de Podemos, IU y Extremeños. Significa que hay que hablar con tres, no con uno. Y tenemos que ver quién habla. ¿Los que se llevaron los autobuses de los colegios y cerraron las urgencias rurales? Aquello no lo hizo sólo Monago. Aquellas decisiones se llevaron a los presupuestos. Se hizo con IU, que los autorizó. No voy a olvidar nunca que el PP e IU se cebaron con la gente más humilde de esta tierra. A la gente hay que ponerla en su sitio.

«Me pregunta si seguiría o no en la Asamblea si fuera a la oposición. Eso sólo lo sabemos mi mujer y yo»

Futuro Político

-¿Quiere decir que estaría dispuesto a hablar con Podemos pero no con Izquierda Unida?

-Me sería más fácil hablar con Podemos que con IU, siempre que no den una explicación convincente de por qué castigó a esta tierra durante cuatro años.

-¿Significa que no aceptaría en su gobierno alguien de IU?

-Me sería muy difícil. Insisto: antes tienen que explicar por qué sometieron a Extremadura a la tortura del gobierno de Monago.

-Podría darse el caso de que pudieran gobernar el PP, Ciudadanos y Vox con la fórmula que sea y usted estuviera en la oposición. ¿En ese caso seguiría en la Asamblea dado que es su última legislatura?

-Eso sólo lo sabemos mi mujer y yo. No lo voy a decir.

El perfil

Guillermo Fernández Vara (Olivenza, 1958) ha sido presidente de la Junta entre 2007 y 2011 y entre 2015 y 2019. Aspira a su tercer y último mandato. Se inició en política de la mano de Juan Carlos Rodríguez Ibarra. En sus gobiernos fue director de Salud Pública y Consumo (1995); consejero de Bienestar Social (1996) y de Sanidad entre 1999 y 2007. Pilotó el traspaso de las transferencias de Sanidad del Insalud al SES. En 2007, tras la retirada de Rodríguez Ibarra, fue nombrado secretario general del PSOE, cargo en el que permanece, y candidato a la Junta, a la que accedió por mayoría absoluta. En 2015, perdió las elecciones ante José Antonio Monago. Presidió en la oposición el Grupo Parlamentario del PSOE y volvió a ganar en 2015 por mayoría simple. Es médico forense y profesor de Medicina Legal de la UEx.

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