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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Victoria Domínguez ayer en la Feria del Libro de Badajoz con el candidato local de C's y un senegalés.
Victoria se  mira y se ve presidenta

Victoria se mira y se ve presidenta

Visitó Badajoz, donde coincidió con otros políticos (apenas se saludan entre ellos) y después de fue a cortar las puntas a una barbería

J. López-Lago

Domingo, 10 de mayo 2015, 09:30

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La candidata de Ciudadanos, Victoria Domínguez, tiene aspecto de vecina a la que llamas a su puerta a las dos de la tarde para pedir un ibuprofeno, te da la caja, nota la resaca y al rato se presenta con un guiso en un táper. Si empieza a hablar ya se le nota que, además, lleva 16 años de concejala. Un ejemplo, cuando le piden que resuma sus propuestas en un minuto ella usa más de dos.

Es de Plasencia y ayer estuvo por Badajoz, donde la Victoria más espontánea apareció durante un par de segundos y medio. Fue cuando un barbero, sí un barbero, le empezó a cortar las puntas y éste se pasó midiendo con las tijeras. «¡Menos, menooos, menooooooos!, que los peluqueros decís poco y luegoooo!».

Esto ocurrió justo antes del precipitado final de la jornada electoral de ayer, interrumpida por las víctimas del accidente aéreo. Su visita para pedir el voto empezó en realidad por la mañana. Su marido hizo de chófer y la trajo hasta la barriada pacense de San Roque, donde la esperaba el candidato local, Luis García-Borruel. Varios jóvenes de la lista que preguntaban por los problemas del barrio eran los guías. «¿Para esto has quedado?», vacilaba un camarero cuando vio a su amigo aspirante a concejal enfundado en una camiseta naranja dándole la papela con la cara de Albert Rivera, el líder nacional de Ciudadanos.

Dice Domínguez que no nota acritud en la gente cuando se acerca a explicarle su proyecto político. Se quedan con la cara de Albert Rivera, pero luego les explica que ella es la que sale por detrás y le dedican unos segundos más antes de seguir andando. Ella les habla de su plan para regenerar la política y aclara que no son un partido catalán. Pero lo que más sorprende es que una mujer aspire a presidir la Junta de Extremadura. Les dice que es la única, aunque en realidad hay dos más al frente de pequeños partidos tirando a minúsculos.

Últimos en llegar y de moda

Ciudadanos han sido los últimos en llegar y los que más rápido han crecido, con cuatro escaños en la Asamblea de Extremadura según el CIS, que hizo la encuesta cuando esta formación no tenía ni cara en la región. A dos semanas del 24M, se ven montados en una ola. «Estamos creciendo», dice confiada su líder, que no habla de pactos sino de gobernar la región con ella al frente.

Organizaron el partido y las listas a la vez, en Semana Santa, y esto para Domínguez sí es un hándicap, pues en contraste con su veteranía hay muchos novatos que desconocen procedimientos básicos, como alguno que llamó a este diario la noche de la pegada de carteles para preguntar si esto lo hacen todos los partidos juntos en la misma pared.

Contra la inexperiencia y falta de financiación para afrontar una campaña electoral, Domínguez destaca la ilusión de la gente que se ha aglutinado en torno a la marca e imagen creada por Rivera, que si viera de qué manera pasean el cartel con su cara en un remolque con un tablero de aglomerado les prestaría dinero para un spray naranja pues hay veces que de lo austero a lo cutre van apenas cinco euros.

En la visita a la capital pacense andaban algo desorientados. A punto de enfilar unas calles desérticas, se dieron la vuelta y enfilaron la Feria del Libro de Badajoz, donde el equipo naranja se cruzó con candidatos de todos los colores. Es curioso cómo se miran de reojo y no se saludan. La número uno de Ciudadanos adquirió un ejemplar de Marc Levy con el sugerente título 'Los límites de nuestro infinito' y después de fue a cortar las puntas.

Hay un barbero en Badajoz, Chema Blanco, que charla con los candidatos que se dejen mientras los pela, los graba en vídeo y lo cuelga en Internet. Al equipo de la candidata de Ciudadanos les pareció original que una mujer se sentara en una barbería. «Si quieres hago como que te corto el pelo, pero no te lo corto», le propuso el barbero. «De eso nada, ya que estoy me peinas». Pero puesta la bata, Victoria Domínguez, que se le nota que no es nueva, se dejó cortar las puntas y ganó tiempo para explicarle su programa.

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