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Los jóvenes tienen peores salarios que los que tenían sus padres

Los jóvenes tienen peores salarios que los que tenían sus padres

Los trabajadores cualificados son los que han sufrido un mayor recorte en sus remuneraciones, según advierte el Banco de España, que apunta a una mayor rotación y empleo a tiempo parcial

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Lunes, 25 de mayo 2020, 11:18

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Si había ya muchas estadísticas y estudios sobre la devaluación que han sufrido los salarios como consecuencia de la Gran Recesión, ahora es el Banco de España quien lo confirma: sí, «las rentas anuales medias han disminuido recientemente de forma generalizada», afirma de forma tajante el organismo público en un pormenorizado informe donde analiza las remuneraciones de las diferentes generaciones en las últimas décadas. El objetivo de este trabajo es responder a la pregunta de si las perspectivas laborales de los jóvenes son ahora peores que las de la generación de sus padres y la conclusión que se extrae es que sí, ya que tienen unos salarios reales inferiores y un mayor porcentaje de parcialidad involuntaria. La tasa de temporalidad, sin embargo, es ligeramente inferior, pero sufren de una mayor rotación.

La reducción salarial es más significativa entre los trabajadores más cualificados, advierte el Banco de España, que también alerta del «temor» a que los jóvenes menos cualificados tengan más dificultades para encontrar un empleo a lo largo de su carrera en comparación con generaciones anteriores debido al proceso de automatización (en particular, de las tareas más repetitivas y rutinarias), lo que podría podría provocar una caída de la demanda de trabajo no cualificado.

Así, antes del comienzo de la crisis de 2008, los salarios medios mensuales a tiempo completo eran muy estables entre generaciones, a edad similar. Las únicas diferencias que parecían observarse eran un ligero incremento en el caso de la remuneración de los más jóvenes de baja cualificación y una ligera caída en el grupo de mediana edad y alta formación. A partir del estallido de la crisis, la moderación salarial afectó a todos los grupos, pero con una intensidad desigual, de modo que, desde entonces, resulta más significativa la disminución de salarios medios percibidos por los trabajadores altamente cualificados. Por el contrario, en el caso de los trabajadores con nivel de formación bajo, el descenso de los salarios es claramente menos pronunciado. Además, estas diferencias se han mantenido durante la reciente fase de recuperación, sostiene la institución presidida por Pablo Hernández de Cos.

El estudio arroja dos conclusiones: hasta la llegada de la crisis de 2008, los salarios medios mensuales a tiempo completo presentaban una estabilidad intergeneracional bastante marcada, tan solo rota por ligeras subidas en el caso de los jóvenes menos formados y pequeñas bajadas en los trabajadores de mediana edad más cualificados. Sin embargo, la llegada de esa crisis coincidió con moderaciones salariales generalizadas para las nuevas cohortes, que han sido más intensas para los trabajadores más formados.

Otra conclusión que se extrae es que las comparaciones intergeneracionales previas a la crisis de 2008 apuntaban a una mejora de las rentas anuales del trabajo para los colectivos de jóvenes menos formados, mientras que en el caso de los más cualificados se observaba una cierta estabilidad. Sin embargo, durante la crisis, las menores oportunidades de empleo, especialmente importantes para los trabajadores de menor nivel de formación, así como la caída de los salarios por hora de los más formados, provocaron una disminución de las rentas anuales.

«La evidencia presentada aquí sugiere que estas caídas en la renta laboral total, una vez tenidas en cuenta las horas trabajadas a lo largo de todo el año, tuvieron un cierto componente cíclico, por lo que es de esperar que no sean permanentes», precisa el Banco de España, que, no obstante, advierte que el desempleo «puede lastrar el desarrollo futuro de las carreras laborales incluso en el medio y largo plazo, debido a que los trabajadores en situación de desempleo, especialmente cuando este es de larga duración, acumulan menos experiencia».

A modo de ejemplo, un trabajador con estudios bajos nacido en 1967 recibió un salario mensual medio, en términos reales, ligeramente superior a 1.000 euros cuando tenía 20 años, un salario que se fue incrementando progresivamente, en consonancia con la acumulación de experiencia laboral, de forma que a los 40 años el salario medio era algo superior a 2.000 euros mensuales. En el caso de trabajadores con estudios altos, un universitario nacido en 1967 recibía un salario medio de algo más de 2.500 euros al mes a los 30 años, cifra que aumenta hasta cerca de 4.000 euros a los 40 años, un salario «sensiblemente inferior» al percibido a esa misma edad por los nacidos en 1977, según constata el informe.

El Banco de España precisa que antes de la crisis de 2008 los salarios medios mensuales antes de los 30 años de las generaciones nacidas más tarde eran similares a los recibidos por las generaciones anteriores, e incluso algo mayores en el caso de los trabajadores de baja cualificación. Sin embargo, con la llegada de la crisis y en años posteriores, «los salarios medios dejaron de crecer con la misma intensidad ante incrementos de la experiencia, un fenómeno generalizado entre todas las generaciones y niveles educativos».

Contratos indefinidos más pronto

La institución constata además que la edad media a la que cada generación obtiene el primer contrato indefinido ha ido cayendo gradualmente. La edad media a la que un trabajador de baja formación nacido en 1963 conseguía su primer contrato indefinido era de algo más de 35 años. Sin embargo, esa cifra desciende hasta situarse en menos de 25 años para los nacidos en 1981. En esta generación, el 90% de los trabajadores firmaba su primer contrato fijo antes de los 32,3 años.

En el caso de los trabajadores de mayor formación, la mejora en la obtención de un contrato indefinido es también constante, aunque algo menor, de forma que, en las generaciones más recientes, prácticamente no existen diferencias en la edad del primer contrato indefinido entre trabajadores con nivel de formación bajo y alto.

No obstante, dentro de los contratos temporales sí se aprecia una reducción de la duración media, ya que mientras en 2005 la duración de los contratos temporales para trabajadores de menor cualificación era de entre cuatro y cinco meses, esta duración fue reduciéndose con el paso de los años, hasta llegar al entorno de los tres meses en 2017. «La disminución es persistente y gradual, y no se observan patrones cíclicos, por lo que este fenómeno parece tendencial», explica el estudio.

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