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Un trabajador del sector de la hostelería Ignacio Pérez
Más contratos indefinidos pero menos estables

Más contratos indefinidos pero menos estables

Más del 30% no sobreviven un año después, aumenta la parcialidad involuntaria y los temporales tienen una mayor rotación

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Domingo, 16 de febrero 2020, 00:18

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Otro aspecto que se debe evaluar es el impacto que ha tenido la reforma laboral en otro de los grandes problemas del mercado laboral español: la dualidad, es decir, la excesiva temporalidad que hay; por algo volvemos a ser líderes de Europa. Cabe destacar que la tasa de temporalidad ha caído en casi cinco puntos tras la crisis, situándose a cierre de 2019 en el 26,1%. Sí ha aumentado en más de tres puntos desde la puesta en marcha de la reforma laboral, puesto que en tiempos de crisis la destrucción de empleo afectó de forma masiva y en primer lugar a los trabajadores con un contrato eventual.

Así, mientras que no se ha recuperado aún todo el empleo temporal perdido (casi 900.000 menos que en 2007), los asalariados con contrato indefinido baten récord al rozar los 12,5 millones, lo que representa casi el 74% del total, más que antes de la recesión pero menos que en 2012. Pero esto esconde una cara amarga: en la actualidad son más inestables, lo que se refleja en el hecho de que solo un 69% de los contratos indefinidos firmados en 2019 sobrevivía a fin de año, mientras que en 2007 ese porcentaje se elevaba hasta el 85%. «Ha aumentado la rotación de los contratos indefinidos porque ahora es más fácil despedir», critica Carlos Martín, de CC OO, en referencia a que la reforma permitió echar a un empleado con una indemnización de 20 días por año trabajado (en lugar de 33) con un máximo de 12 mensualidades si alegan un recorte de ventas durante tres trimestres consecutivos.

De muy corta duración

De igual manera, se ha incrementado la rotación de los contratos temporales y si en 2007 era necesario firmar una media de 3,8 contratos eventuales para poder trabajar durante todo el año, en 2019 ya eran 5,8 contratos. En esta línea, la duración de éstos se ha recortado visiblemente, hasta el punto de que el 30% de todos los contratos firmados el año pasado tenían una duración inferior a siete días y cuatro de cada diez no supera el mes.

De igual manera, tras la crisis han aumentado los contratos a tiempo parcial, hasta el punto de que ahora casi un 16% de los nuevos empleos lo son con jornadas reducidas, y más de la mitad (un 51%) de forma involuntaria.

Sin embargo, tanto Doménech, de BBVA Research, como Jansen, de Fedea, consideran que no es tanto consecuencia de la reforma laboral, sino de la aparición de nuevas fórmulas de trabajo tras la irrupción de las plataformas digitales.

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