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El presidente de la CEOE, Juan Rosell.
Rosell entierra el trabajo «fijo y seguro»: es algo «del siglo XIX»

Rosell entierra el trabajo «fijo y seguro»: es algo «del siglo XIX»

El jefe de la patronal asegura que en el futuro habrá que "ganárselo todos los días"

Lucía Palacios

Miércoles, 18 de mayo 2016, 09:48

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El presidente de la CEOE, Juan Rosell, dio este martes por enterrado el concepto -obsoleto vino a sugerir- de trabajo «fijo y seguro». Lo hizo, además, con una referencia tan curiosa como llamativa. Es algo «propio del siglo XIX», y lo dijo precisamente en un foro donde tocaba hablar de la digitalización en Europa y España, y ante cuyos asistentes demandó un mayor apoyo en ese sentido, sobre todo en educación, porque el país «corre peligro de perder el tren de la revolución digital».

Quien no entienda esto, complicado va a tener su futuro. Es el mensaje que quiso dejar claro Rosell, quien lanzó otro aviso claro a su audiencia: «en el futuro habrá que ganarse el empleo todos los días». Pero para argumentarlo el líder empresarial tiró de unas referencias históricas algo equívocas, puesto que hasta finales del siglo XIX no se dispuso de las primeras leyes laborales que ayudaran a evitar los abusos laborales de períodos precedentes.

Apoyándose en los datos de un estudio elaborado por la consultora Roland Berger, el líder de la patronal se lamentó de que España no sea uno de los países que lidera el proceso de transformación digital ni encabeza la inversión en investigación y desarrollo (I+D), junto a innovación. De hecho, el gasto en I+D se acerca apenas al 1,23% del Producto Interior Bruto (PIB) en términos comparativos, mientras que la media europea se sitúa en el 2% y los países líderes en este ámbito duplican esta cuota. Por eso, entiende que la meta tendría que estar como mínimo en ese 2%.

La importancia de la senda de la digitalización es tan grande, apuntó, que «lo que hoy parece imposible en unos días o semanas podrá ser posible». Y adelantó en este sentido que «va a haber muchas sorpresas en un futuro inmediato», aunque evitó concretar más si bien sí apuntó al ahorro de costes como unas de las características principales de ese tipo de procesos.

Por el momento, la España 4.0 parece bastante más alejada de lo deseable. El país se sitúa tan solo en el puesto 45 del mundo en grado de digitalización cuando su economía ocupa el número 14 por volumen del PIB. Y en los últimos años ha perdido dos puestos por la crisis.

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