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Contenedores del tráfico marítimo apilados en el puerto de Bilbao. LUIS áNGEL GÓMEZ
El tapón en el comercio mundial vacía almacenes y retrasa la recuperación

El tapón en el comercio mundial vacía almacenes y retrasa la recuperación

La crisis de materias primas y la inmensa demanda de contenedores crean cuellos de botella que ya se notan en España

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Domingo, 31 de octubre 2021, 00:27

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Las estanterías no han llegado a vaciarse pero tanto en las tiendas físicas como en las digitales ya hay dificultades para poder suministrar productos de todo tipo y los 'agotado' y las listas de espera están a la orden del día. Las consecuencias de la crisis de materias primas que ha generado verdaderos cuellos de botella en los puertos de todo el mundo no solo amenaza con dejar un 'Black Friday' y una campaña de Navidad con una sensación agridulce, sino también con retrasar la ansiada recuperación económica.

España, al igual que todo el mundo, vive un desabastecimiento parcial de todo tipo de bienes. Después del confinamiento provocado por la pandemia, el problema era que las fábricas no producían porque nadie quería comprar debido a la alta incertidumbre. Pero ahora es todo muy diferente. La población quiere consumir en mayor medida pero las empresas no pueden cubrir la demanda al no poder fabricar al ritmo deseado y se acumulan más y más pedidos. Como explica Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research, ha habido una fuerte recuperación de la demanda que no ha podido ser cubierta por la oferta. El problema está en las materias primas, que en la mayor parte de los casos se fabrican en países que no han superado la pandemia porque siguen sufriendo paros, y en que China y Estados Unidosacaparan la mayoría.

Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, es muy claro al señalar que vivimos «la tormenta perfecta». A la crisis energética encabezada por la subida de la luz se ha sumado en los últimos meses este déficit de suministros. De forma paralela, se vive una verdadera congestión del transporte marítimo y un aumento desbocado de los costes. Los barcos tienen que esperar más que nunca a que se entreguen las materias por parte de unas industrias que aún no han vuelto a la normalidad y en muchos casos producen por debajo de sus posibilidades. Además, hay que añadir una problemática que ya se empieza a notar en países como Reino Unido: faltan transportistas. Y la situación se va a agravar en el futuro.

La única noticia positiva en este contexto es que el desabastecimiento total parece descartado. Cardoso insiste en que lo que se observará es un «efecto sustitución», ya que habrá otros artículos similares que sí mantendrán un stock suficiente. Será difícil ver estanterías vacías aunque los almacenes estén a mínimos.

  1. Automoción

    Meses para comprar un coche

El sector de la automoción fue el primero que sufrió la crisis de suministros. En 2020 la demanda de vehículos no remontaba y las multinacionales cancelaron pedidos de piezas de todo tipo, entre las que estaban los microchips semiconductores. Un componente clave para las estructuras eléctricas que no hacía falta en ese momento y cuyas existencias terminaron en las empresas tecnológicas. El problema es que, con la vuelta, conseguir estos semiconductores fue más difícil que nunca y la problemática se ha alargado hasta ahora.

Las consecuencias son muy palpables. Adquirir un vehículo implica listas de espera de mínimo tres meses y puede llegar incluso al año. La patronal ha confirmado esta semana que la producción de vehículos cae un 32% en septiembre por la escasez de chips y ya se asume que en 2021 se ensamblarán incluso menos coches que en 2020.

  1. Tecnología

    La aventura de las nuevas consolas

Aunque las firmas tecnológicas han sido las destinatarias de gran parte de los microchips que iban dirigidos a la automoción también sufren la escasez de esta materia y otras. La mayor parte de esta oferta se produce en Asia, y aunque los pedidos siguen llegando no cubren toda la demanda española.

Hasta la misma Apple ha admitido que tiene problemas y que no ha podido cumplir sus previsiones al no poder producir todos los Iphone y Mac deseados, lo que pronostica que va a ser más difícil que nunca hacerse con un dispositivo de esta compañía en la recta final de año. Esta situación también afecta a otras marcas de ordenadores, móviles, televisores o electrodomésticos, que acusan retrasos de 70 días y, aunque no se espera que se llegue al extremo del desabastecimiento, será complicado encontrar modelos concretos. Eso sí, respecto a las consolas, ya es casi imposible hacerse con alguna de ellas, ya que las nuevas Play 5, Xbox Series y Nintendo Switch llegan a cuentagotas.

  1. Construcción

    Demoras en los plazos

Otro sector que se ve golpeado día sí día también por esta crisis es el de la construcción. Es una realidad que la mayor parte de los materiales llegan del exterior y la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) ya ha alertado de que casi todos sufren retrasos muy significativos. Algo que ha llevado a que cuatro de cada diez obras se extiendan más allá del plazo previsto.

Madera, acero, metal o plástico sufren demoras de más de un mes y, aunque se ha tratado de sobrevivir con las existencias disponibles, los almacenes están casi vacíos y no hay muchas alternativas. Un contexto que les deja en una posición muy delicada porque implica también una subida de precios.

  1. Bebidas alcohólicas

    Sin marcas inglesas

Este tapón en el comercio mundial no sólo tiene consecuencias en los grandes almacenes o tiendas, sino también en supermercados o incluso en los bares. La falta de vidrio para contar con algo tan básico como una botella es una realidad y las firmas vinícolas tan características del país no tiene, envases suficientes para embotellar vino de todo tipo, lo que provoca una menor disponibilidad. Además, hasta el corcho empieza a escasear.

Los tintos y los blancos van a seguir en las cartas de los restaurantes, pero en mucha menor medida. Algo que no ocurre con determinadas marcas de alcohol extranjero que, directamente, ya no se encuentran en los pubs. Son americanas como Seagrams, pero principalmente inglesas como Beefeater, a las que se les ha sumado un problema añadido además del vidrio: las consecuencias del 'brexit', que ha llevado a una falta de camioneros que sí que ha vaciado muchas estanterías de los comercios. Eso sí, con las marcas nacionales no hay, ni mucho menos, tantos inconvenientes.

  1. Editoriales

    Falta de papel y cartón

En el mercado empieza a faltar algo tan básico como el papel y el cartón. Asia acapara la mayoría de lo que produce en esta etapa de incertidumbre y, aunque no es el principal proveedor de España, eso se nota porque el resto de mercados, como Alemania o Finlandia, están mucho más tensionados. Hay menos oferta y el precio sube. La consecuencia directa es que las editoriales tienen problemas para sacar todas las publicaciones a tiempo. Es cierto que los gigantes del sector, con grandes contratos a largo plazo, no han hecho saltar aún las alarmas, pero las medianas y pequeñas, como la sevillana Héroes del Papel, retrasan pedidos y posponen fechas de lanzamiento.

  1. Juguetes o bicicletas

    El plástico y el magnesio

Hacerse con algunos juguetes o con una bicicleta estas navidades tampoco será fácil. En el caso de los primeros, la falta de plástico ha limitado su producción y, en especial, ha aumentado los precios en las fábricas que comienzan a llegar al consumidor. De forma paralela, el déficit de magnesio para contar con aluminio, unido al de otros materiales como el metal, también complica que uno se pueda hacer con una bicicleta debido a que las listas de espera son una realidad desde hace semanas.

La dificultad de encontrar una solución en el corto plazo

Los expertos de BBVA Research remarcan que la solución a una crisis de estas características es más que complicada y que, en ningún caso, llegará antes de terminar el año.

Cardoso afirma que los cuellos de botella se quedarán durante los próximos meses y que solo será a partir de primavera cuando se espera que se moderen los precios de la electricidad y se pueda comenzar a salir de este agujero. La extensión de la vacunación a países en vías de desarrollo o volver a producir materiales en países del sur y el este de Europa es otra de las posibles vías de escape, pero estos planes tardarán años en dar resultados.

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