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Ciudadanos comprando fruta en una tienda en Bilbao. BORJA AGUDO
Los hábitos de consumo tras la covid reducirán las compras durante años

Los hábitos de consumo tras la covid reducirán las compras durante años

Los españoles acumulan un «ahorro forzoso» de 25.0000 millones de euros, pero el aumento de la demanda de este año no será duradero

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Domingo, 28 de marzo 2021, 00:46

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La pandemia ha cambiado los hábitos de consumo. Y lo que al comienzo de la crisis parecía una etapa transitoria que dio un vuelco a la forma de consumir pero que poco a poco iría volviendo a la normalidad, se está convirtiendo en hábito. El confinamiento estricto de los meses de abril y mayo del año pasado dio lugar a las mejores condiciones posibles para el auge del comercio online: las tiendas físicas se cerraron y los ciudadanos tuvieron que encerrarse en sus casas. Salvo los productos básicos de cercanía, como el pan, el periódico, las medicinas o la compra del supermercado, el escaparate mundial para el consumo se concentró en internet.

Los expertos ya advierten de que la consecuencia principal de que la pandemia se haya alargado tanto en el tiempo es que «la adaptación coyuntural de los nuevos hábitos ha pasado a ser estructural y, por ello, cada vez más irreversible». Así opina Pedro Rey, profesor del departamento de Economía y Finanzas de Esade, que explica a este periódico que con el paso de los meses, la demanda de los consumidores se ha adaptado «mucho más rápido» que la oferta disponible a las nuevas condiciones.

Es decir, los consumidores se han acostumbrado a comprar menos y por internet. «Han aprendido a vivir en un estado de incertidumbre en el que es preferible restringir el consumo porque aún no sabemos ni cuánto ni hasta cuándo se va a alargar esta crisis».

Por ello, el profesor considera que la recuperación del consumo será «problemática porque la confianza del consumidor sigue cayendo según van llegando nuevas olas imprevistas de la pandemia». El comercio minorista ya se encontraba en una situación complicada antes de la covid por el auge de la venta online, pero ahora «ha surgido un golpe de gracia del que es muy difícil que se recupere».

Y es que los expertos consideran que, cuando pase la pandemia, no se recuperará igual un sector como el turismo que otro como el comercio. «Es probable que se produzca un efecto rebote en el turismo en cuanto se pueda empezar a viajar en condiciones razonables, como se observa cada vez que se relajan las restricciones de movilidad», explica Rey.

Dinero a la espera

Raymond Torres, director de Coyuntura Internacional de Funcas, asegura que en este momento hay más de 70.000 millones de euros «embalsados» del turismo, por lo que a medida que la situación sanitaria mejore, puede comenzar una recuperación del sector «intensa». Pero no ocurre lo mismo con el consumo, ya que los hábitos de los españoles han cambiado y costará «años» que vuelva a los niveles precrisis.

El comercio minorista en España ha perdido más de 20.000 millones de ingresos y destruido casi 60.000 empleos durante 2020, a los que se suman otros 100.000 empleados en ERTE, según los datos de Anged, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución.

El informe destaca que España es la única economía de la UE, junto a Italia, en la que el comercio aún no está creciendo. «En el último año, el comercio no esencial ha estado cerrado total o parcialmente durante 181 días en Castilla y León, 162 días en Baleares o 222 días en Cataluña», lo que dispara el número de parados del sector en estas zonas.

Patrones de comportamiento

Las previsiones de recuperación no son buenas para el sector. El Banco de España calcula que hay unos 25.000 millones de euros de «ahorro forzoso» de los hogares por la pandemia, el 2,5% del PIB. Las familias han querido incrementar su ahorro por precaución ante la crisis sanitaria y económica, pero el organismo también alude a las restricciones impuestas a la movilidad y a ciertas actividades para frenar los contagios, que han supuesto que muchos dejen de consumir o viajar.

El Banco de España intuye que en los próximos meses el mayor control de la pandemia podría «liberar parte del ahorro privado acumulado», lo que daría mayor impulso a la recuperación del consumo, pero advierte de que su impacto podría ser «limitado», pues está vinculado a una elevada incertidumbre.

Es más, identifican posibles secuelas negativas de esta crisis sobre el gasto futuro. Se refieren a que las situaciones extremas que se han producido en los últimos meses «podrían modificar estructuralmente el patrón de comportamiento de los individuos, haciéndolos más propensos a ahorrar en la medida en que pasen a asignar una mayor probabilidad a este tipo de eventos extremos».

Un ejemplo cercano será la Semana Santa. El gasto previsto por los españoles para estas fechas es de 262 euros de media, un 40% menos que en 2019, la última vez que vivimos una Semana Santa en condiciones de normalidad. Según el Observatorio Cetelem, solo el 34% de los encuestados manifestaron su intención de viajar dentro de las posibilidades -dentro de la propia comunidad autónoma- y solo el 32% saldrán a comer o cenar a restaurantes durante estos días festivos.

Cómo competir con Amazon

Amazon, el gran bazar de internet, fue uno de los grandes ganadores de la pandemia llegando a aumentar sus ingresos un 26% en el primer trimestre del año pasado hasta los 70.000 millones de euros. Ya no solo se compran libros y tecnología, sino que la web ofrece catálogos de ropa y hasta de alimentación. Y aunque hasta ahora en España el peso del comercio electrónico en la factura total de las empresas era mucho más bajo que el de otros países europeos (del 30% en Irlanda, Dinamarca o Suecia al 18% de España), la pandemia ha impulsado mucho las compras por internet por la facilidad y la búsqueda de los mejores precios.

El último informe de la consultora Kantar revela que tres de cada cuatro hogares españoles han comprado por internet en 2020, lo que supone el 74,4% frente al 66% del año anterior. Según su estudio, el perfil del comprador online es en gran parte 'probador', es decir, clientes que solo han realizado una compra online y no han vuelto a hacerlo por segunda vez. Y es que siguen dando prioridad a la experiencia en tienda.

Ese es el punto en el que los pequeños comercios deberían hacerse fuertes para poder competir con gigantes de la distribución, ya que en precio y oferta es mucho más difícil.

El profesor de Economía de Esade, Pedro Rey, asegura que en el confinamiento hay consumidores que se han acostumbrado a comprar online productos que nunca antes se habían planteado hacerlo y «una vez rota esa barrera es difícil que vuelvan al comercio presencial, a no ser que les ofrezca algo que no encuentran online». Es decir, la solución para muchas pequeñas tiendas es «ofrecer especialización, asesoramiento o servicio postventa de una forma más personal», sin olvidar que también deben tener página web, no solo para vender por internet, sino también para ofrecer cursos, opiniones de otros clientes, etc.

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