Extremadura Es Futuro
Michel Romero, cocreador de Extremadura Motorfest: «Muchas cosas que funcionan fuera no las hacemos aquí por miedo, pero funcionarían perfectamente»Analizamos los retos de emprender en Extremadura, la importancia de la colaboración y cómo la perseverancia es clave para transformar una pasión en un proyecto de éxito que dinamiza la comunidad
Daniel Vaquerizo
Lunes, 29 de septiembre 2025, 15:41
Conversamos con Michel Romero, una figura clave en el panorama del emprendimiento y el asociacionismo juvenil en nuestra región. Como presidente de Extremadura Motorfest, ha conseguido consolidar un evento de referencia para los aficionados al motor, atrayendo a miles de personas. Durante nuestra conversación, Romero nos ofrece en primicia una noticia de gran calado: el próximo EMF tendrá lugar el 31 de enero de 2026 en el recinto ferial de Mérida. Este hito, supone un nuevo éxito que corona el esfuerzo de Romero y el resto de la organización del EMF, por traer lo mejor del mundo del motor a Extremadura. Al mismo tiempo, como socio fundador y CEO de Tecnex, demuestra que es posible crear una empresa tecnológica de éxito desde cero. A través de sus respuestas, Romero nos desvela los orígenes de sus proyectos, los obstáculos superados y ofrece una visión inspiradora sobre el potencial de Extremadura, animando a los jóvenes a superar el miedo y apostar por sus ideas en su propia tierra
-Explíquenos cómo surgieron sus dos proyectos principales, Tecnex y Extremadura Motorfest.
-Extremadura Motorfest (MF) nació de la unión de siete grupos de automovilismo de la región. Cada uno organizaba sus propios eventos y todos asistíamos a los de los demás. Un día nos planteamos: «¿Por qué no probamos a hacer uno más grande, más vistoso y de mayor calidad entre todos?». La idea fue bien recibida y así nació el festival del motor de Extremadura. Con el tiempo, esos grupos se han ido fusionando en lo que hoy es MF. En 2020, fui elegido presidente de la asociación para unificar la toma de decisiones.
-Por otro lado, Tecnex es mi empresa personal, que comparto con un socio al 50%. Empezamos con un capital mínimo, aportando lo poco que teníamos en nuestras cuentas. Ambos trabajábamos en otra empresa de informática y decidimos crear la nuestra porque creíamos que podíamos ofrecer un servicio más honesto, leal y real al cliente. A día de hoy tenemos un volumen de trabajo considerable y, aunque solo somos dos, gestionamos empresas que operan en más de cinco países de Europa, lo cual es una gran satisfacción.
-¿Qué relación existe entre un festival del motor y una empresa de informática?
-Realmente, no tienen una conexión directa, pero sí existe una sinergia. Tecnex aporta a Extremadura Motorfest su conocimiento y recursos: la gestión de la página web, las pantallas digitales y todo el soporte informático. Del mismo modo, cada miembro del equipo aporta su especialidad. Por ejemplo, mi mano derecha en MF, Carlos, es arquitecto y se encarga de los planes de evacuación, la distribución de espacios y la comunicación con las fuerzas de seguridad. Al final, cada uno contribuye con lo que sabe hacer.
-Es interesante cómo fusionan distintas disciplinas. MF no es una empresa, sino una asociación. ¿Cuál es la motivación principal si no hay un beneficio económico directo?
-Exacto, MF es una asociación sin ánimo de lucro. El único beneficio es mutuo: hacemos lo que nos apasiona. Implica un gran esfuerzo, pero es muy reconfortante poder organizar algo de esta magnitud en nuestra tierra, algo que de otro modo tendríamos que ir a ver fuera. En España hay otros grandes eventos de motor, pero ninguno en Extremadura. Poder ofrecerlo aquí, sin necesidad de desplazarse 800 kilómetros, es lo que nos llena. Ver las caras de felicidad de la gente, ver cómo las empresas locales pueden exponer sus productos y cómo las familias, aunque no sean aficionadas a los coches, encuentran un atractivo, es nuestra mayor recompensa. El evento está pensado para todos los públicos, con exhibiciones de especialistas, atracciones infantiles y una oferta variada.
-¿A qué dificultades se han enfrentado a lo largo de estos años para organizar el evento?
- La principal dificultad es que, a diferencia de otras organizaciones que disponen de un circuito o lo alquilan, nosotros dependemos de espacios públicos. Esto implica tratar siempre con administraciones, ayuntamientos, etc. No es una problemática insalvable, pero sí representa una barrera significativa, ya que requiere coordinarse con la Delegación del Gobierno, la policía y otros organismos. No es un proceso sencillo. Sin embargo, hemos tenido la suerte de encontrar gente que nos ha apoyado. De hecho, puedo anunciar en primicia que el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, se ha portado muy bien con nosotros y nos ha cedido la Institución Ferial de Mérida (IFEME) para el próximo evento. Este tipo de ayudas son las que hacen posible que sigamos adelante.
-Considerando la magnitud del evento, ¿qué formación o experiencia previa tenían para enfrentarse a un reto así?
-No fue excesivamente difícil arrancar porque ya teníamos experiencia organizando nuestras propias «quedadas» a menor escala. El reto no fue unir a la gente, sino gestionar el volumen de asistentes la primera vez. La primera edición se hizo en Puebla de la Calzada y la afluencia fue tal que la gente tenía problemas para acceder a sus propias casas. Eso fue difícil de gestionar. Con los años, aprendimos y ahora planificamos todo en función del volumen de público que esperamos. En cuanto a estudios, yo soy informático, mi compañero Carlos es arquitecto, otro compañero se dedica a la mecánica de competición… Ninguno tiene una formación específica en organización de eventos de automovilismo. Lo que hemos hecho es aplicar lo que hemos aprendido fuera. Yo he competido en Drift en los eventos más grandes de España, y he intentado traer esas buenas prácticas a Extremadura.
-Si tuviera la oportunidad de viajar al pasado, ¿qué cambiaría de su trayectoria?
- Cambiaría la manera en que se gestionaron algunas cosas al principio. En el camino se ha quedado gente valiosa, frustrada por la inexperiencia y el no saber hacer las cosas mejor. La primera edición nos desbordó por completo, pero en la segunda ya sabíamos a qué nos enfrentábamos. Si hubiésemos tenido la experiencia que tenemos ahora, creo que muchas de esas personas seguirían aportando activamente a la comunidad del automovilismo en Extremadura, aunque afortunadamente siguen viniendo a los eventos.
-¿Cree que Extremadura tiene futuro?
-Sí, por supuesto. Siempre. Además, estoy convencido de que muchas de las cosas que funcionan fuera no las hacemos aquí por miedo, y sin embargo funcionarían perfectamente.
-Ha mencionado el miedo como una barrera. En esa primera edición, a pesar de la ilusión, seguramente sintió miedo. ¿Cómo lo afrontó y qué consejo daría a los jóvenes emprendedores que se enfrentan a ese mismo temor?
-Hay una frase muy típica que aplico siempre: «Hazlo, aunque sea con miedo, pero hazlo». Con mi empresa, Tecnex, fue simplemente probar. Empezamos con capital cero y sin ayuda de nadie. A día de hoy no tenemos ni oficina física, porque damos servicio directamente en las instalaciones de los clientes. Y aun así, tanto mi socio como yo vivimos de ello desde 2021. Montar una empresa desde cero, sin cartera de clientes y sin un gran aporte económico es sumamente complicado, pero no imposible. Con lucha, perseverancia y profesionalidad, se puede conseguir. Lo mismo aplica a Motorfest: si no lo hubiésemos probado, si no hubiésemos preguntado, no existiría. Mi consejo es ese: pregunta. Ve al concejal de tu pueblo, explícale tu proyecto, presenta un dossier. Muchas ideas que funcionan fuera pueden funcionar aquí. Solo hay que atreverse a intentarlo.