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La Unión Europea se bloquea en la aplicación de la 'tasa Google'

La Unión Europea se bloquea en la aplicación de la 'tasa Google'

La Comisión buscará en un mes una solución de consenso aunque Francia y Alemania apuestan por esperar hasta 2020

Salvador Arroyo

Bruselas

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Martes, 6 de noviembre 2018, 20:32

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La primera reunión formal de los ministros de Economía y Finanzas de los 28 (Ecofin) que tuvo sobre la mesa el impuesto a las multinacionales digitales -hasta ahora el trabajo se ha desarrollado en un plano más técnico- acabó sin un acuerdo claro. El gravamen de la publicidad 'on-line', los servicios de intermediación, así como los ingresos procedentes de la venta de datos, lo que en España se conoce como 'tasa Google' y que se haría extensiva a otras plataformas para conseguir incrementar los ingresos públicos, continúa sin definirse en el marco comunitario.

Los 28 están de acuerdo en que lo más conveniente sería una solución a nivel global, en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sobre la se trabaja desde hace meses. Pero dado que podría dilatarse hasta dos años, se apuesta por una formulación legal transitoria para el territorio UE. Y, en este sentido, a lo más concreto que se llegó este martes es a intentar conseguir un acuerdo que satisfaga a todos los Estados del club antes de que acabe el año.

La Comisión Europea, que plantea para las multinacionales una carga impositiva del 3%, trabaja con ese calendario. La ministra española Nadia Calviño señaló que, durante la larga reunión en la que se debatió el asunto, se valoró formular lo que identificó como cláusula 'sunset' (puesta de sol, en inglés) que, en síntesis, prepararía la futura legislación europea para integrar las pautas que se decidan a nivel global una vez se llegue a ese horizonte. «El acuerdo internacional quedaría integrado en el ámbito comunitario», precisó.

Porque España no quiere que el impuesto entre en vía muerta, sino pisar el acelerador. «Apoyamos la solución global, en su defecto la europea, pero en nuestra opinión hay que avanzar rápido» en la normativa para adaptar el sistema fiscal comunitario «a la realidad del siglo XXI». Y no es el único país que lo suscribe. «Veremos si no hay otros que también deciden hacerlo si no se produce un acuerdo en el plazo que nos hemos fijado». Es el caso de Italia, Bélgica, Austria, Portugal, Grecia, Bulgaria, Polonia, Reino Unido, Luxemburgo, Letonia, Eslovenia, Eslovaquia, Rumanía y Hungría. Ninguno quiere frenar. Aunque hay riesgo en la heterogeneidad impositiva. Resultaría caótica y, «desde luego, sería poco beneficiosa para las compañías», advirtió Calviño.

En el extremo de los que no desean implicarse en un marco europeo, figuran Suecia, Irlanda, Dinamarca y Chipre. Mientras que Finlandia, Lituania, Malta, Chequia u Holanda, tienen dudas. ¿Y los grandes? Berlín y París llevaron a la mesa planes que requieren esperar. En trazo grueso, plantean no considerar una normativa europea hasta al menos el verano de 2020. Con un matiz, mientras Alemania aboga por tomarse las cosas con más calma, Francia querría las bases de una directiva en diciembre, aunque aceptaría bloquearla dos años siempre y cuando la OCDE no fuera capaz de adoptar para entonces la solución global.

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