El Gobierno aprueba la opa de IFM sobre Naturgy con condiciones

«Queremos inversiones estables y con vocación de permanencia en las empresas españolas, que sirvan para fortalecer la economía», ha explicado la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Para el Ejecutivo, la operación supone una señal de confianza de los inversores extranjeros en la economía nacional. Pero el Gobierno es consciente de que este tipo de procesos deben llevarse a cabo con las máximas garantías. Sobre todo en un sector clave como el energético. Por eso, las condiciones finales del acuerdo van más allá de las previstas para los nuevos inversores.

Entre ellas, y además del compromiso para mantener buena parte de la plantilla, el Gobierno exigirá a IFM que durante los cinco años siguientes a la opa, ejerza su derecho de voto en las juntas para apoyar la inversión de la compañía en proyectos que impulsen transición energética en España, uno de los pilares del Plan de Recuperación que da acceso a los fondos europeos.

Del mismo modo, se exige el mantenimiento de la sede social en el país, además de una política de dividendos «prudente» en un contexto en el que, según ha recordado Ribera, «es más hora de invertir que de retribuir». IFM tampoco podrá apoyar ninguna propuesta de desinversión que se presente al Consejo de Administración o a la Junta General de Accionistas de la sociedad que implique que esta última pierda el control de filiales de Naturgy.

Otra de las condiciones es que, en el desarrollo de su negocio, los niveles que se puedan alcanzar de endeudamiento externo permitan mantener la calificación crediticia de Naturgy, sin superar en ningún caso los límites recomendados por Competencia.

Para reforzar la seguridad de los actuales accionistas, el Gobierno establece que IFM no podrá apoyar cualquier propuesta para excluir de Bolsa las acciones de Naturgy. Y la ministra ha sido tajante en este punto: el incumplimiento de las condiciones supondrá la revocación de la inversión y una infracción «muy grave» para el fondo.

«Es una operación singular que afecta a una empresa estratégica y, dando la bienvenida a la inversión extranjera como un factor indispensable de crecimiento, es importante garantizar que nos ayude a consolidar el proyecto de transición ecológica», ha insistido Ribera durante su intervención.

La operación, que previsiblemente recibirá también el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), debía contar con este 'ok' definitivo del Gobierno ante la norma aprobada el pasado año para poder vetar cualquier oferta de compra por parte de un inversor extranjero, también europeo, de más de un 10% del capital de una empresa nacional que se considere estratégica.

La oferta de IFM está, no obstante, condicionada a alcanzar una aceptación mínima del 17% del capital social de Naturgy. Precisamente, el fondo ha reducido recientemente el precio ofertado desde 23 euros hasta 22,07 euros por acción iniciales, al descontar los dos dividendos abonados por la compañía española desde que se anunció la oferta. Actualmente, las acciones del valor cotizan en Bolsa a 21,9 euros por acción.