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¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
Varios consejeros de Dia durante la junta de accionistas de este miércoles. EFE
Fridman logra el respaldo a su plan para Dia gracias a la baja participación en la junta

Fridman logra el respaldo a su plan para Dia gracias a la baja participación en la junta

Solo asistió el 54% de los socios con derecho a voto pese al riesgo de concurso de acreedores para la compañía, y la mayoría criticaron al consejo pero también al magnate ruso

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Miércoles, 20 de marzo 2019, 14:32

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Si el día más importante de la historia para una compañía solo acuden a una junta general decisiva poco más de la mitad de los accionistas con derecho a voto es un síntoma claro de los problemas que la empresa viene sufriendo hace tiempo, y el desapego que eso ha generado en buena parte de sus socios. Gracias a ello el grupo de inversores rusos liderado por el magnate Mikhail Fridman logró este miércoles el respaldo suficiente, aunque mínimo, a su plan para reflotar la tercera mayor cadena de supermercados del país, con presencia en otros mercados internacionales como Brasil y Portugal.

En la junta estuvieron representados 2.358 socios con 338 millones de títulos, lo que supone únicamente el 54,3% del capital, y entre los ausentes destacó la banca de inversión Goldman Sachs con el 4,3%-. Gracias al 29,1% que ya controlan, Fridman y sus aliados no tuvieron problema a la hora de obtener vía libre para ejecutar su oferta pública de adquisición (OPA) por el resto de la compañía que aún no controlan. Su objetivo mínimo es hacerse con otro 35%, si bien la propuesta de 0,67 euros por acción -frente a los 0,63 en que cotizaba justo antes de la votación, tras subir esta mañana un 2%- se dirige a la totalidad de los títulos.

La otra condición a la que vinculaba la continuidad de su OPA, ya admitida a trámite por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pero aún no autorizada formalmente -se prevé que todo el proceso se alargue hasta mediados de mayo-, es alcanzar un acuerdo con la banca acreedora, liderada por Santander y a la que se adeudan 800 millones de euros. Estas entidades, sin embargo, eran reacias a un pacto con la sociedad LetterOne -que ejerce los derechos de los inversores rusos en Dia- y preferían la propuesta del consejo de administración rechazada hoy, dado que además de prever una ampliación de capital mayor (600 millones frente a los 500 millones anunciados por Fridman), había dicho que dedicaría casi tres cuartas partes de esos fondos nuevos a reducir un pasivo que a finales de 2018 alcanzaba los 1.458 millones, bonistas incluidos y con varios vencimientos este mismo año.

De hecho, desde círculos cercanos a esos bancos se había sugerido la posibilidad de convertir la deuda que tienen en títulos de Dia, con lo que pasarían a conformar (si se agruparan) el primer accionista por encima incluso de LetterOne. Pero eso es solo una posibilidad más por ahora, y nada oficial, en el tablero de Dia donde aun se han de jugar varias partidas. La primera, ver como afronta sus necesidades de liquidez a corto plazo: en vísperas de la última Nochevieja logró un acuerdo con las entidades financieras para que le refinanciaran 896 millones de deuda hasta finales de mayo -incluidos 215 millones para pagos a corto plazo, como proveedores-, pero eso no resuelve su situación actual de quiebra técnica.

Patrimonio negativo

Precisamente ese es el segundo escollo que deben salvar ahora Fridman y sus socios. El grupo cerró el año pasado con unas pérdidas de 352,6 millones de euros frente a los 101 millones de beneficio en 2017, lo que deja su patrimonio neto con un balance negativo de 166 millones. En esta tesitura, de no presentar a corto plazo una inyección de capital importante, la empresa podría entrar incluso en causa de disolución. Por eso en el consejo actual, ya derrotado y cuyos miembros parecen tener fecha de caducidad a medio plazo -aunque no prevén dimitir por ahora-, defendían que era mejor su plan de acometer primero una ampliación. Desde LetterOne, sin embargo, sostienen que los plazos de la Ley Concursal española no son tan estrechos y, antes de llegar a un escenario tan severo, se podría solicitar el preconcurso -alegan, además, que aún dispondrían de varias semanas para ello- y mantener así el control de la compañía.

El 'parche' temporal a las cuentas de Dia, cuantioso eso sí, podría ser un préstamo participativo de entre 100 y 150 millones que los inversores rusos concederían a corto plazo a la empresa, como «liquidez» para operar sin problemas hasta que se resuelvan las operaciones aún pendientes. Ese dinero lo recuperarían luego una vez ejecutada su ampliación de capital de 500 millones, sobre la que insisten en que no están dispuestos a adelantar plazos y solo se produciría si triunfa su OPA (al menos, con ese 35% de nuevas acciones citado antes), un escenario que ahora parece más probable.

Mientras, el consejo actual liderado por Borja de la Cierva deberá seguir negociando con los sindicatos para culminar el expediente de regulación de empleo (ERE) que tiene en marcha, que finalmente afectaría a 1.536 empleados, un 26% menos de lo que preveía en un principio. Precisamente este miércoles se ha celebrado una segunda jornada de huelga en todos sus centros, a fin de presionar a la dirección para que les de más plazo y renuncie a su intención de cerrar el ERE el próximo día 24.

Un tercer frente, aparte del financiero y el laboral, es el judicial tras la denuncia presentada en febrero por la dirección de Dia ante supuestas irregularidades que habrían podido cometer anteriores responsables de la compañía. Sin embargo, durante la junta varios consejeros matizaron que en el informe forense encargado a la auditora EY «no se ha hallado que el consejo fuera conocedor de esas prácticas» y han centrado la atención en «los máximos responsables del área financiera y comercial que ya no están en la compañía». Sin embargo, para varios de los accionistas minoritarios que intervinieron se ha sido «poco firme» a la hora de depurar responsabilidades, al tiempo que mostraron su desconfianza tanto en los gestores actuales como en Fridman.

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