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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. EFE
El Banco de España alerta de una «revisión significativa a la baja» del crecimiento

El Banco de España alerta de una «revisión significativa a la baja» del crecimiento

Calviño quita importancia a las actualizaciones de los diferentes organismos y remarca que la recuperación será mñas intensa en 2022

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Lunes, 25 de octubre 2021, 11:39

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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido de que habrá una «revisión significativa a la baja del crecimiento» de España para este año después de la modificación de los registros realizada por el INE en el segundo trimestre y de las llamadas de atención realizadas por varios organismos internacionales en torno a la evolución del PIB. La media de esos estudios ya ha rebajado en 0,5 puntos el alza del PIB frente a las proyecciones que el Gobierno mantiene intactas y sobre las que ha elaborado los Presupuestos del Estado para 2022.

De hecho, el regulador no va a revisar sus previsiones económicas hasta final de año, según ha anunciado el propio gobernador en su comparecencia en el Congreso en la Comisión de Presupuestos. Los cálculos del Banco de España estiman un alza del PIB del 6,3% para este ejercicio y un 5,9%, aunque los cambios introducidos por el INE (rebajó del 2,8% al 1,1% el alza del PIB en el segundo trimestre) influirán en sus futuras perspectivas.

Hernández de Cos ha destacado en su comparecencia ante los diputados los «riesgos a la baja» que están influyendo en este menor crecimiento económico, como el desajuste entre la demanda -cada vez más elevada a cuenta de la recuperación- y la oferta -restringida por los conocidos como 'cuellos de botella' de la distribución-, o la presión inflacionista derivada del alza de los precios de la electricidad.

Ante esta coyuntura, el gobernador ha recordaro al Gobierno que si se materializan todos estos riesgos esta situación «podría redundar en un menor dinamismo de las propias bases impositivas»; es decir, en una recaudación de impuestos inferior a la prevista en el proyecto de cuentas públicas presentados hace dos semanas por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en las Cortes.

En el caso concreto del alza de la luz, el supervisor calcula que un incremento del precio de la electricidad del 10% en los consumidores finales representa tres décimas menos de crecimiento económico en un intervalo de dos o tres años. «Este cálculo no es en absoluto despreciable cuando vemos cuál ha sido la evolución de los precios de la electricidad hasta ahora», ha recordado De Cos. El gobernador considera que el riesgo de inflación es temporal, aunque matiza que «eso también quiere decir que puede durar más tiempo de lo que pensábamos inicialmente».

De Cos considera que la economía «se recupera», pero que lo hace «de forma incompleta». Y que, en su opinión, aunque «la política fiscal debe atender a las necesidades actuales» que requieren inyecciones de dinero público para mantener la recuperación, también «hay que ser conscientes de que las cuentas públicas han sufrido un deterioro traducido en un déficit estructural importante». A su juicio, «atajar esta vulnerabilidad» de los presupuestos es clave y pide «ser riguroso».

En concreto, aconseja un «tono expansivo» de las cuentas públicas, aunque «hay que maximizar su eficiencia» en cuanto al uso «efectivo» de los recuros públicos. Pide una política fiscal que «permita reconstruir los márgentes de actuación ante futuras crisis». Espera que la reforma tributaria que prepara el comité de expertos se diseñe «con rigos, consenso y prontitud», para que su efectividad «sea mayor». Y espera un «uso muy selectivo» de los fondos europeos «complementados con reformas estructurales ambiciosas» al referirse básicamente a la de la legislación laboral y la de las pensiones, los dos grandes retos que el Ejecutivo tiene por delante antes de finales de año.

Además, se ha pronunciado sobre la polémica de la derogación de la reforma laboral en la que el Gobierno trabaja en estas semanas junto a sindicatos y empresarios. Tras apuntar que la reforma del año 2021, impulsada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, fue «positiva» para crear empleo en aquel momento, indica que no resolvió problemas com el de la temporalidad o el paro de larga duración. Para atajarlos, considera que es necesario aprobar «reformas un poco atrevidas» como con medidas para que las empresas puedan ajustar su entorno laboral a una situación específica de crisis, como ha podido ser la pandemia.

Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, no se ha dado por aludida por esta revisión a la baja ni por otras que han llevado a cabo diferentes organismos y ha querido restar importancia a esta cuestión. Hoy mismo ha remarcado que «hay previsiones al alza y a la baja» pero ha insistido en que el Gobierno se suele alinear con la mayoría de las mismas.

Para la vicepresidenta lo fundamental es que la recuperación que ha ido a más conforme ha avanzado el año «se intensificará en 2022» y, por ello, ha abogado por trabajar en este sentido. Del mismo modo, ha recordado que la incertidumbre aún es muy grande y que eso también puede afectar a unas previsiones que son difíciles de concretar.

El entorno en el que Calviño ha hecho estas declaraciones no es baladí. Las ha realizado en un foro que ha reunido a dirigentes de la Comisión Europea o el Banco Mundial para debatir sobre la necesidad de incorporar otros registros para las previsiones que vayan más allá del tradicional PIB y que tengan en cuenta factores como la sostenibilidad o la desigualdad.

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