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Jueves, 17 de septiembre 2020, 07:27
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El hidrógeno es el elemento químico más ligero que existe y el primero en la tabla periódica, pero lo que muchos desconocían hasta ayer es que se trata también de una de las llaves del futuro para el tren en Extremadura. Faltan meses para poder ver su primer prototipo, pero el tren de hidrógeno es un proyecto que Talgo quiere impulsar de forma pionera en la región.
La estación de Don Benito fue ayer escenario de la presentación de su sistema de propulsión de trenes basado en el hidrógeno, una alternativa verde e innovadora para sustituir las locomotoras diésel. «Lo más importante es que en este caso se pretende hacer con hidrógeno verde, que parte de excedentes de energías renovables», explica Emilio Nieto, director en el Centro Nacional de Hidrógeno. Y es que, casi la totalidad del hidrógeno actual se produce a partir de hidrocarburos como el gas natural y el carbón. «Será también la primera piedra que se pondrá en una zona en la que se ha estado bastante alejado de todas las soluciones de transporte sostenible», prosigue Nieto.
El proyecto se presentaba ayer en el marco de las primeras Jornadas del Hidrógeno como vector de desarrollo socioeconómico del Sudoeste Ibérico (SOI H2). Un evento que también contaba con la presencia de Emilio García, director de Innovación de Talgo, que avanza que la primera prueba en vía está planificada para el último cuatrimestre de 2021 una vez que se complete una fase previa de alrededor de 15 meses. «Tenemos que validar esta tecnología con un tren de prueba y estamos encantados de traerlo a Don Benito o a cualquier vía extremeña. El objetivo es ver cómo es la respuesta de ese tren de hidrógeno y qué ventajas va a tener en esta región», afirma García, que añade que este sistema permite su instalación en todo tipo de trenes, pero se ha diseñado específicamente para la plataforma Vittal de Cercanías y Media Distancia, con la que Talgo concurre a diversos procesos de licitación.
Se trata de trenes que podrán reemplazar a los que funcionan con diésel o carbón, ya minoritarios, pero altamente contaminantes. La principal diferencia con los ferrocarriles convencionales son las pilas de hidrógeno que aportan la energía a los motores eléctricos del tren. Esta pila, además de emitir únicamente vapor de agua a la atmósfera, permite un cambio para aquellas líneas ferroviarias que no cuentan con sistemas de electrificación mediante catenaria, y que dependen de trenes propulsados por motores diésel. Según Talgo, este sistema permite 'electrificar' las líneas de la red convencional sin necesidad de costosas obras de adaptación.
Por este motivo, los organizadores de las jornadas SOI H2 entienden que supondría también una oportunidad para el tren extremeño. «Ya se han solicitado 15 millones de euros para instalar en Don Benito un centro dedicado al hidrógeno y al tren», explica Tomás Sánchez, presidente de Loabre, entidad impulsora de las jornadas junto con Fundecyt y la portuguesa Adral. De momento, será la primera región en la que se realizarán pruebas con esta tecnología que el tiempo dirá si viene para quedarse en Extremadura.
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