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La KTM de Brad Binder, durante la carrera en Brno. EFE
El gran premio de la lluvia y del factor KTM
Gran Premio de Austria

El gran premio de la lluvia y del factor KTM

El triplete centroeuropeo del Mundial tiene este fin de semana su segunda parada en el Red Bull Ring austriaco, la casa de la marca que acapara el debate en MotoGP tras su sorprendente victoria en la República Checa

borja gonzález

Jueves, 13 de agosto 2020, 19:31

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Hay un juego que siempre ha gustado en MotoGP: el de pasar el balón de la presión a otro tejado. Este, el de 2020, tenía que ser un campeonato de todos contra Marc Márquez, un 'todos' liderado por el pelotón Yamaha, por Ducati, sobre todo la de Andrea Dovizioso, e incluso por las Suzuki. Aunque todo ha ido detonando: primero el calendario y la configuración de la temporada; después el favoritismo de Márquez por su doble lesión; y desde la semana pasada el 'statu quo' técnico, con la irrupción de KTM en la carrera de Brno.

Las motos naranjas ya asomaron en Jerez; en la República Checa, Pol Espargaró mostró uno de los mejores ritmos de carrera, tanto en el cuarto libre como en el 'warm up', además de que dio la mejor vuelta en solitario en el oficial (Johann Zarco logró la 'pole' con varios pilotos delante como referencia), aunque fuese anulada por la aparición de una bandera amarilla, hechos que no fueron tomados demasiado en cuenta cuando los pilotos dominadores de la categoría hacían sus quinielas de favoritos. Y el domingo Brad Binder generó un fuerte impacto con su victoria sin paliativos. «La mejora es impresionante. Ya en Jerez iban muy bien e incluso en Brno, sino se cae Pol, habrían sido primeros y segundos. Y tienen tres pilotos fuertes. Pueden pelear por el Mundial», sentenciaba Valentino Rossi este jueves en Austria. De pelear por ser la quinta mejor moto de la parrilla a en menos de un mes ser situada en lo más alto de la categoría. Un salto al que se llega por ese juego de poner la presión en otro garaje y que adolece de cierto cortoplacismo.

Es muy probable que las circunstancias externas estén influyendo tanto en este Mundial que un árbol esté tapando el bosque. Incluso este fin de semana puede ser anormal en este sentido y que haya que esperar a septiembre cuando se corra en Misano para entender cuál es la realidad de la parrilla, ya con Márquez como parte de ella. Las dos carreras en Jerez se disputaron en unas condiciones extremas en las que la Yamaha parecía una moto imbatible y en la de Brno los neumáticos influyeron de manera desmedida. Allí la KTM consiguió algo que no suele verse, marcar una diferencia muy grande de manera inesperada. Ahora, se llega a un gran premio en el que la lluvia puede jugar un papel clave, tanto este fin de semana como el que viene, cuando se repetirá el Red Bull Ring como escenario. Un circuito en el que la moto naranja de KTM siempre ha funcionado bien, además de ser el lugar en el que debutó en 2015 y donde fue haciendo todo el trabajo de desarrollo: Mika Kallio fue décimo en 2017 y Miguel Oliveira octavo en 2019 en un trazado en el que Espargaró, el que ha sido hasta ahora su punta de lanza, nunca ha terminado una carrera. En 2017 y 2019 por problemas técnicos en el inicio de ambas pruebas, en 2018 por su ausencia por la importante lesión que se había producido una semana antes en Brno.

«Cuando las Yamaha ganan no se quejan de la velocidad, Ducati cuando gana no se queja del agarre trasero y ahora todo el mundo se queja y dicen que nuestra moto es increíble. Es divertido escuchar esto, quiere decir que estamos haciendo las cosas muy bien», apuntaba este jueves Espargaró acerca del debate sobre el nivel de su moto. «También puede ser que los pilotos estemos haciendo un buen trabajo, no sólo la moto influye aquí. Porque si es sólo la moto lo que importa entonces Yamaha estaba ganando, no Quartararo; Ducati estaba ganando, no Dovizioso, y Honda ganaba y no Márquez. Cuando otros ganan es porque son muy buenos y muy rápidos, pero ahora es porque la KTM es muy buena. Es gracioso. Los pilotos son buenos, la moto funciona y los resultados están ahí. Eso es todo», añadía.

Un factor, el de la KTM, que pasará otro examen a partir de mañana para entender hasta dónde ha llegado un prototipo que lleva poco más de tres años y medio en la parrilla de MotoGP. «No sé cuánto influyeron las condiciones a nuestro favor en Brno y en contra de los otros. Pero es absurdo decir que la KTM es la mejor moto de la parrilla sólo por el fin de semana pasado: tenemos que mostrar ese rendimiento durante todos los fines de semana que vienen y si lo hacemos, entonces a final de año estaré de acuerdo en eso de que nuestra moto es una moto ganadora», concluía Espargaró.

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