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Alonso: «Desde que dejé la Fórmula 1 la gente me quiere y me respeta más»
Entrevista

Alonso: «Desde que dejé la Fórmula 1 la gente me quiere y me respeta más»

El piloto asturiano no ve «imposible» su vuelta a la Fórmula 1 aunque reconoce que ahora piensa en el rally Dakar, «seguramente el reto más difícil al que me he enfrentado en mi carrera deportiva»

R.C.

Madrid

Sábado, 19 de octubre 2019, 10:13

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Fernando Alonso renunció a ser piloto de Fórmula 1, tras dos veces campeón del mundo, para convertirse en el mejor piloto de la historia. Desea convertirse en leyenda. Campeón del mundo de resistencia con dos victorias consecutivas en Le Mans, ganador de las 24 horas de Daytona… y ahora el Rally Dakar. En una entrevista con GQ el asturiano se sincera sobre su vida, las carreras, sus negocios y de su aventura en Arabia. «La verdad es que seguramente es el reto más difícil al que me he enfrentado en mi carrera deportiva. Por la dificultad en sí del rally, ya que está considerado uno de los rallys más duros del planeta, y por la diferencia tan drástica de conducción que supone para mí, porque creo que no hay polos más opuestos que la Fórmula 1 y el Dakar. Es un reto interesante, seguramente imposible sobre el papel, pero tengo ganas de afrontarlo, de aprender, y la preparación que estoy llevando a cabo estos meses me está enriqueciendo como piloto, que es una de mis prioridades cuando afronto este tipo de retos: ser mejor al acabarlos».

De hecho, es tal la magnitud del desafío del Dakar que Fernando, al contrario que en su asalto a la Triple Corona, prefiere no ponerse presión: «No he pensado en ningún objetivo de prestaciones claro, voy con la idea de vivirlo y por supuesto de acabarlo, ése sería el primer objetivo: vivir los doce días de rally. No me gustaría llegar y que el segundo o el tercer día tuviera que abandonar por un error estúpido; o sea, que tengo que tomármelo con cierta calma. Pero al mismo tiempo, dentro de los rallys, el Dakar es en el que todo es menos preciso y por tanto en el que el hándicap de mi falta de experiencia se nota menos, porque un día ganas 20 minutos, otro pierdes 40… Es un rally que también va de la mano de una buena navegación, de no tener muchos problemas o incidentes, y tengo de copiloto a Marc [Coma, cinco veces campeón del Dakar en motos] que seguramente ha hecho cientos de miles de kilómetros en esas condiciones. Así que me voy a apoyar mucho en él a la hora de no meterme en muchos líos, de evitar esos grandes problemas, y ojalá que vaya subiendo poco a poco en la clasificación».

Ante la pregunta de cómo surgió una idea como correr el rally Dakar. «Fue una mezcla de la casualidad y de la ambición que tengo para el mundo del motor. Después de ganar las 24 horas de Le Mans con Toyota, ese mismo año, en 2018, Toyota ganó el mundial de rallyes de constructores con el Toyota Yaris y ganó el Dakar con Nasser [Al-Attiyah], los tres Toyota Gazoo Racing con los mismos colores. Yo tenía en la cabeza no continuar en el mundial de resistencia, ganar el Mundial y las 24 Horas pero no seguir; y un reto drástico y diferente que podía ir de la mano de Toyota y de esta nueva etapa de mi vida deportiva era probar el Dakar, hacer unos meses de preparación y que fuese como empezar algo de cero. Y de ahí nació la idea. Hablé con Toyota y les dije que me gustaría probar el Dakar y un día ganarlo para Toyota. Y claro, abrieron los ojos como platos. Me dijeron: '¿Tú, el Dakar…? Y dije 'sí, probar por lo menos'. Y entonces hicimos una prueba, un test, y salió muy bien, así que fuimos adelante con la aventura». Sin embargo, Alonso es consciente de sus limitaciones: «Me falta la intuición que tienen los grandes de este deporte. Ellos tienen un ojo para el terreno que yo aún no tengo», Alonso confiesa a GQ España.

La portada de la entrevista
La portada de la entrevista GQ

El asturiano explica en la entrevistaque vive mucho más relajado desde que dejó la categoría reina del automovilismo: «Ahora tomo las decisiones por mí mismo. Sigo viajando mucho, sigo dedicándome al deporte de motor y siempre he buscado cosas para estar activo, pero más o menos las hago porque me gusta. Yo elijo ir al Dakar o correr ahora el rally de Marruecos. Me mandan un calendario de tests y elijo ir al de Polonia porque esa semana estoy más libre. En la Fórmula 1 eres un empleado muy… no un esclavo, no sabría decirte cuál es la palabra [risas], pero eres una marioneta del equipo, haces todo lo que te dicen cada día: lo que entrenas, lo que comes, lo que duermes… Te quitan mucha vida y muchos momentos para ti».

Liberado de esa disciplina férrea, si de algo es esclavo Alonso hoy es de su propia ambición y de sus múltiples aventuras empresariales, como su escuela de karting, su equipo de eSports y su marca de ropa Kimoa, que viste en algunas fotos de este reportaje. «Mi nivel de implicación en los negocios es total. Total. Tengo un nivel de exigencia muy grande en todo lo que hago. Y en cierta medida, es lo que me espero también de la gente que está a mi alrededor».

Fernando tiene claro que, a pesar de su obsesión con la victoria, una cosa es jugarse la vida y otra vivirla. «Me encanta conducir, me encanta el deporte y lo practico todos los días si puedo, pero al mismo tiempo sé que es sólo eso, una pasión, no es mi vida. Mi vida es estar con mi familia, con mis amigos, tener proyectos futuros, y eso es lo que de verdad me llena».

Además, asegura sentirse más querido y respetado desde que dejó la F1: «No sólo fuera del motor, dentro también. Noto que cuando voy a un paddock o a una carrera, o me encuentro a cualquier jefe de equipo, por supuesto que se me respeta por lo que he hecho en la Fórmula 1, pero se me tiene en una consideración más alta por lo que he hecho fuera. Yo creo que, si hubiese ganado tres o cuatro mundiales en la Fórmula 1, me seguirían respetando mucho por eso, pero igual no al nivel de ahora. Eso lo siento».

Sin embargo, no cierra la puerta a su vuelta a la F1: «A veces sientes que llega el momento de probar otras cosas, de dejar lo que ya conoces y aventurarte en algo nuevo. La Fórmula 1 además es muy intensa, a lo largo del año te deja muy pocos días libres. Nunca puedes descansar la cabeza, ni en vacaciones. Creo que en pocos deportes hay el nivel de exigencia mental que tiene la F1, y después de 18 años necesitaba salir de ese mundo, de esa burbuja en la que vives cosas que no son reales, y respirar aire fresco. Pero como dije en Abu Dhabi en 2018, era un hasta luego, porque tampoco sé con una bola de cristal si voy a volver un día. Sé que cada año que pase será más difícil, porque voy teniendo una edad, pero no veo imposible una vuelta a la Fórmula 1 con otro aire ya, porque he respirado un momento, he dejado la cabeza descansar y puedo volver con la mente más liberada para disfrutar, algo que en los últimos años me resultaba difícil».

Por último, reconcoce cambios en su imagen pública: «Yo he mejorado, he madurado, trato de diferente manera algunos momentos que pueden llegar, pero sigo pensando un poco lo mismo sobre lo que envuelve a un atleta o a un personaje, todo el entorno mediático. Creo que si estuviese ahora mismo luchando por el campeonato mundial de F1 habría una cantidad de noticias, de peticiones de entrevistas…, que no podría satisfacer a todo el mundo, y eso es un poco lo que pasó en 2004, 2005 y 2006. Hubo un boom de cero a cien con la Fórmula 1 y con mi persona, estaba en la tele haciendo anuncios cada día, estaba en todos los sitios, y la única manera de pasar por ello es aislándote. No defendiéndote, pero sí aislándote un poco y no aceptando todo lo que quieren jugar contigo».

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