Diario de veterano
LA COLUMNA ·
SALVADOR CALVO
Jueves, 22 de diciembre 2022, 08:17
Puesto ya el pie en el estribo... decía nuestro padre don Miguel de Cervantes. Bueno, quizás no tanto, pero cerca ando de ello. Eso, uno lleva innumerables temporadas de caza para el coleto y se va dando cuenta de que las fuerzas menguan, los reflejos se ausentan, y está más para esperar la caza desde el catrecillo que dando patadas por esos montes de Dios. Veamos cómo va el otoño. ¿Un otoño seco y escaso en lluvias, debido sobre todo al cambio climático? A otro perro ese hueso, oigan. No es que en octubre y medio noviembre lloviera mucho, pero se está despidiendo con unas maravillosas y fértiles lluvias. Bueno sí, andar con el chubasquero y con las catiuscas no es muy agradable; pero, a ver, no queda otra. La perdiz aquella que bajé en los bajos del Arroyo del Molino me supo a gloria. No tanto el rato que me tuvo maese renard en tensión para jugármela y esquivar mis ganas de meterle la munición en el cuerpo. Escorzó, se torció, y adiós muy buenas. Aquí el niño, ha puesto en el chat de la partida unas fotos que me han sentado como una patada en donde me callo: una señora cigüeña tragándose un pobre conejito. Y luego dicen que no. Entre cigüeñas, garzas, cormoranes y toda esa tropa tiene a la caza menuda y a los pececillos de las charcas que da pena. El que no me dio ninguna fue el cochino que me entró el otro día. Esperaba la llegada de garcía, aqueloutro o el gandano y el que llegó, por detrás y como un rayo, fue el guarro oscuro y grande al que le largué un tirascazo que no le hizo ni cosquillas. Ya hemos visto varias veces a doña becada, pero al momento no se me ha puesto ninguna a tiro. Seguiremos contando las aventuras y desventuras. Si Dios quiere.