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Julen Aginagalde lanza a portería. AFP
Defensa y contragolpe, la receta de la remontada
BALONMANO | MUNDIAL FRANCIA 2017

Defensa y contragolpe, la receta de la remontada

Islandia incomodó a España hasta el punto de irse al descanso por delante en el marcador

miguel a. pindado

Jueves, 12 de enero 2017, 00:19

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España acusó los nervios del debut mundialista y ofreció dos caras completamente diferentes para derrotar a Islandia. En la primera mitad, agarrotados en ataque, los de Jordi Ribera se vieron superados por una selección islandesa apañadita, pero sin muchos recursos ofensivos, mientras que tras el paso por el vestuario, los Hispanos ofrecieron la mejor versión de su defensa y de su contragolpe para dar la vuelta al marcador y anotarse con trabajo y esfuerzo su primera victoria en el Mundial.

No comenzó bien el conjunto español pero principalmente porque se topó con las genialidades del veterano guardameta islandes Gustavsson que, como en sus mejores tiempos, hizo una primera parte para enmarcar. Detuvo nueve lanzamientos, incluidos tres penaltis y además anotó un gol de portería a portería. Lo hizo todo y amargó los primeros treinta minutos al conjunto hispano, que además tampoco encontraba excesivos huecos en la dura defensa islandesa.

Porque a pesar del 10-12 al descanso, los hombres de Jordi Ribera había hecho una primera parte en defensa bastante aceptable, ya que cuatro goles islandeses fueron en contragolpes directos por medio del otro incombustible Sigurdsson, aprovechando las paradas de su compañero en la portería. España se defendía bien y Pérez de Vargas estuvo atento y eficaz con sus siete paradas, pero fue en ataque donde los españoles se quedaron con las ganas. Porque Islandia había aprendido perfectamente la lección y sabía donde debía detener al conjunto español. Cerrado el paso a Aguinagalde, la primera línea española apenas movió el balón con la suficiente rapidez como para encontrar desajustes. Y en el uno contra uno, los islandeses son muy rocosos como para superarles desde una posición estática. Era necesaria una mayor movilidad del balón, pero ni Sarmiento ni Cañellas imprimían la velocidad necesaria ni los cambios de dirección para encontrar huecos. Pero además, el equipo español falló tres penaltis que estrelló ante Gustavsson.

Además, los islandeses cerraron perfectamente el contragolpe español, y aquí sí que los Hispanos sufren, porque sin contraataques se les obliga a jugar en posicional y a buscar las penetraciones ante la falta de lanzamiento exterior.

El marcador siempre estuvo a favor de los islandeses en esta primera mitad, que además no dudaban en utilizar las nuevas reglas y colocar a seis jugadores de ataque cuando estaban en inferioridad, dejando su portería desguarnecida. España también utilizó esta táctica y Gustavsson anotó su gol, mientras los de Jordi Ribera fueron incapaces de aprovechar las exclusiones islandesas en el primer tiempo.

Cambio radical

Tras el paso por el vestuario todo cambio por completo para la selección de Jordi Ribera. De entrada, el portero Gustavsson entró en barrena y apenas hizo dos paradas en todas la segunda parte. Pero es que los Hispanos saltaron al parqué de Metz con una mayor intensidad defensiva y con una mayor alegría ofensiva. Y ello se tradujo en contragolpes de primer y segunda oleada. Si en la primera parte el primer contraataque se produjo en el minuto 27, en este segundo periodo hasta Julen Aguinagalde se permitió el lujo de cortar un balón en defensa y anotar.

A los cuatro minutos de la reanudación, España ya había empatado el partido y cinco minutos después ya estaba por delante en el marcador (16-15), posición que ya no volvería a perder hasta el final. Y en esta reacción hispana tuvo especial protagonismo el extremo Balaguer, que no falló ni uno solo de sus cuatro lanzamientos, así como el pivote FIgueras, que también colaboró a dar mayor fluidez al ataque.

Valero Rivera rompió la mala racha desde el punto de penalti y Cañellas y Sarmiento aprovecharon su excelsa calidad para anotar ante la poderosa defensa islandesa y sobre todo con la pobre actuación del guardameta Gustavsson en la segunda parte, con apenas tres paradas.

España tomó el mando del partido desde la defensa, la portería de Gonzalo Pérez de Vargas y el contragolpe y ya todo fue coser y cantar. La velocidad de crucero del juego de los hispanos fue inalcanzable para los islandeses, ogros en la primera parte, y corderos tras el descanso. Y buena prueba de ello es que Islandia llevaba solo anotados cinco goles en 25 minutos de esta segunda parte.

Así, España se anota su primer triunfo en el Mundial y ya descansa pensando en Tunez mañana sábado.

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