El Badajoz vuelve a coger sitio en la rampa de lanzamiento

La afición volvió a vivir un encuentro de lo más relajada en sus asientos, sin sobresaltos de última hora. En apenas diez minutos tenía resuelto un partido que en las anteriores semanas le costaba cerrar y al final se llevaba un disgusto en forma de pérdida de puntos. «El partido se nos ha puesto de cara fácil y nos ha hecho estar cómodos», reconocía David González, quien concedía todo el mérito del cambio de chip y la rápida adaptación a los jugadores. «Ellos me lo ponen muy fácil porque son muy buenos y asimilan muy rápido».

Con el triunfo encarrilado, quizás en la segunda parte al equipo le faltó una mayor ambición, aunque también condicionado por un marcador muy favorable que permitía al nuevo técnico probar cosas nuevas. «Nos ha faltado trabajo. Hemos cambiado tres veces el sistema para dar alternativas a todos los jugadores. Hemos cambiado mucho de posiciones. Sabíamos que con el cambio de sistema íbamos a sufrir más», explicaba David González. Con viento de cara se dio la posibilidad de aprovechar para preparar otras variantes ante escenarios más complicados que se va a encontrar en próximas citas como el campo del Pueblonuevo el domingo. «Poder tener alternativas de juego directo cuando nos toque, sobre todo fuera de casa. Aquí en casa tenemos que ser lo máximo protagonista posible».

La victoria ante el Calamonte ha devuelto la confianza a una plantilla que se enchufa de nuevo para intentar hacer un final de liga que asegure el playoff cuanto antes y en la mejor posición. El Nuevo Vivero vuelve a creer que el ascenso todavía es posible. «Nuestro primer objetivo es tratar de luchar por el playoff y luego ir paso a paso. Que ahora dispongan de esa confianza que quizás nos faltaba en otros momentos hace que podamos llegar más lejos», apuntaba el preparador navarro.

Quedan cinco jornadas con salidas a Pueblonuevo, Trujillo y Jerez y recibir en casa a Santa Amalia y Castuera. Por su parte, sus rivales todavía tienen que solventar duelos directos entre ellos. «Dependemos de nosotros. Si nosotros no estamos a la altura por más que los demás fallen no vamos a conseguir el objetivo», avisa.