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Ayano Dozono, en la Rucab, durante la entrevista. :: pakopí
De Tenerife a Badajoz para la conquista del liderato
SEGUNDA FEMENINA

De Tenerife a Badajoz para la conquista del liderato

La jugadora japonesa Ayano Dozono refuerza al Santa Teresa con el objetivo de arrebatar al Granada el primer puesto

MANUEL Gª GARRIDO

BADAJOZ.

Jueves, 10 de enero 2019, 08:40

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El 4 de enero fue un día intenso para Ayano Dozono (Ichiki, Kagoshima, 27-03-1990). Llegaba a la península tras 36 horas en un barco. Pese a la larga travesía, no partía desde Japón, su país de origen, sino de Canarias, la que ha sido su casa durante los dos últimos años. Con apenas unas horas en Badajoz, y sin tiempo que perder de cara a preparar el crucial choque del domingo ante el Granada, rubricó su contrato. Acto seguido se presentó a sus nuevas compañeras de vestuario y se calzó las botas para asistir a su primer entrenamiento. Con una indeleble sonrisa y como un torbellino de energía hacía su primer guiño a la afición: «Intentaré dar lo máximo de mí, ¡aúpa Santa!».

Ayer, cuatro días después de su primera toma de contacto con la ciudad, aparece con escrupulosa puntualidad en el hall de la Rucab, donde reside temporalmente hasta que se mude a un piso durante esta semana. Risueña pero arrecida se encoge buscando el cobijo del chaquetón rojo con el escudo del equipo. Apostada tras un café con leche humeante, como si se tratara de una lumbre, recuerda el contraste térmico al poner un pie en territorio pacense. «Los primeros días no podía dormir del frío que hacía», relata con un genuino acento oriental sazonado con una mescolanza andaluza-canaria fruto de su círculo de influencia más cercano en España.

Ayano Dozono ha militado dos temporadas en el Granadilla de Tenerife. Allí aprendió el idioma estudiando mucho. La plantilla contribuyó a su adaptación, especialmente su compañera de piso, oriunda de Cádiz. En la capital gaditana ha pasado la primera mitad de las Navidades, hasta que se incorporó a la disciplina del Santa Teresa. «En Badajoz fui a ver la cabalgata de Reyes. En mi país no se celebra ese día. En estas fechas aquí se hacen muchos regalos y se cena abundantemente, me gusta porque se reúnen los familiares y amigos».

«Es una buena opción para mí estar aquí, porque el Santa Teresa tiene el objetivo de ascender»

Tras una primera temporada de mucho protagonismo en las filas canarias, sufrió una lesión y perdió continuidad en su club, lo que motivó que se planteara cambiar de aires y recalar en Badajoz. «Necesitaba tener minutos para ser feliz y mi representante me dio esta opción. Era una buena oportunidad para mí pese a que es Segunda, porque el Santa Teresa tiene el objetivo de ascender a Primera».

Su fichaje ha contado con dos intermediarias claves. Por un lado, Hitomi Tomiyama, compatriota de Ayano Dozono que hasta la pasada campaña estuvo a las órdenes de Juan Carlos Antúnez. «Le pregunté por la ciudad, por el equipo y por la afición, me dijo que va mucha gente a los partidos». Estefa, capitana del conjunto pacense, movió sus hilos. «Es amiga de Cindy, jugadora del Granadilla, y le escribió para que me contara cosas del club». Del vestuario pacense también conoce a Carla Gómez, con la que coincidió brevemente a su llegada a Tenerife cuando se encontraba a prueba. «Desde el principio he percibido muy buen ambiente, tenía muchas ganas de trabajar cuanto antes con ellas».

«La gente en España es muy cariñosa y eso ayuda a no echar tanto de menos a mi familia»

Se siente plenamente adaptada, pese a que sus inicios no fueron fáciles en España por la barrera del idioma. «No sabía ni inglés ni español, me costaba mucho entender y hablar». Recalar en el sur ha sido una ventaja para ella por el aperturismo y cercanía de quienes la rodean. «En realidad no soy muy japonesa. En mi país las personas son muy serias y mi carácter es más parecido al de aquí. La gente es muy cariñosa y eso ayuda a no echar tanto de menos a la familia».

No cobraba por jugar en Japón

La centrocampista nipona disputó el Mundial sub-20 en 2010 y destaca «el gran nivel de la selección absoluta», una de las favoritas en los torneos internacionales en los últimos años. Además, ha jugado en la máxima categoría de Japón a nivel de clubes. Vistió la casaca del Urawa Red Diamonds (2008-2014) y del Orca Kamogawa (2015-2016). «Me llevo una buena experiencia del tiempo que estuve allí», pese a que nunca cobró por jugar. El contraste de un fútbol evolucionado carente de profesionalización es chocante y ella lo explica desde un prisma casi antropológico: «Es cuestión de mentalidad. Somos un pueblo muy trabajador y si algo nos gusta no nos planteamos nada más y vamos a por ello». Ayano Dozono compatibilizaba en Japón su pasión por el balompié con un trabajo que le permitiera subsistir. Iba a entrenar por las tardes cuando salía de su puesto en una fábrica en la que permaneció cinco años. También realizó labores de administración en una empresa. Todo para poder disfrutar los fines de semana de los partidos.

En cuanto a sus cualidades en el césped, se le ilumina el rostro al hablar de Iniesta, uno de sus referentes y que precisamente ahora milita en el Vissel Kobe de su país. «Es un futbolista tranquilo, me gusta su estilo de toque y cómo mueve el balón», unas virtudes que trata de imprimir a su juego. Otro de sus espejos es Yasuhito Endo, una institución en el fútbol nipón que cuenta con tres participaciones en Mundiales.

Sin ansiedad pero con ganas de que llegue el domingo, reconoce los nervios por la responsabilidad de un choque tan decisivo, pero a la vez lo afronta como una gran oportunidad y un privilegio. La intención de Ayano Dozono es quedarse, al menos, hasta junio, fecha en la que concluirá la fase de ascenso. Será señal inequívoca de que el Santa Teresa ha llegado lejos en sus aspiraciones.

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