Las jugadoras del Sport Extremadura celebran un tanto esta temporada. Sport Extremadura
Fútbol femenino

El Sport Extremadura avanza con su fórmula de club sostenible

El equipo pacense afianza su modelo económico de sinergias comerciales para atraer patrocinios y aspira a su segundo ascenso desde 2021

Manuel García

Badajoz

Jueves, 19 de octubre 2023, 21:30

Hace un par de años, el Sport Exremadura aterrizaba en Badajoz con la digitalización por bandera, la tecnología como catalizador de una modernidad intrínseca en ... su ADN y con términos poco inteligibles como las NFTs que generaban desconcierto y cierto recelo tras experiencias recientes en el fútbol femenino en la ciudad. Internacionalización, con inversores procedentes de distintos puntos del planeta (entre los que se hallaba el exfutbolista Edmilson), deporte inclusivo y una percha social que sostenía todo el proyecto eran otros de los mantras de su marketing.

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¿Seriedad o castillos en el aire? Era inevitable que las dudas flotaran en el imaginario colectivo pese a que la puesta en escena no escatimó en detalles. Entre sus impulsores se hallaban personas sobradamente conocidas en la capital pacense avaladas por su trabajo en el fútbol femenino como Pablo Ritoré o Juan Carlos Antúnez, que ponían rostro a un proyecto que a día de hoy se va consolidando.

En lo meramente deportivo, se estimaba que en 5-6 años el club escalara hasta la categoría de plata y, a partir de ahí, sería momento de sentarse para trazar la estrategia y aspirar a cotas mayores. «Llevamos un ascenso, podemos hacer otro este año y con este equipo y 3-4 fichajes no estaremos lejos de alcanzar otro el año siguiente. Estamos en camino, vamos creciendo poco a poco», comenta su director deportivo, Juan Carlos Antúnez.

En la 2023/24 compiten en la cuarta categoría, en Tercera RFEF, la antigua Primera Nacional, y marchan líderes del grupo 5, tras seis jornadas, con 16 puntos, uno más que su principal rival en la lucha por el primer puesto, único que permite subir a Segunda RFEF, el CD Las Rozas (con quienes firmaron tablas en el viejo Vivero. «El objetivo es estar arriba y pelear por el ascenso, no nos podemos esconder, pero es una liga con muy poco margen de error».

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Antúnez, que también ejerce de entrenador del conjunto extremeño, pondera la dureza de la liga, «yo que he entrenado en todas las categorías, me parece la más difícil. Podríamos ganar 28 partidos de 30 y no ascender». Es una competición muy polarizada, con un grueso de participantes sin opciones de pelear con los favoritos y un núcleo reducido con plantillas bien armadas, «hay mejores jugadoras aquí que en equipos de la parte baja de Primera RFEF», comenta.

Otro hándicap es el de los desplazamientos, ya que pese a estar lejos de categorías más profesionalizadas, tienen que realizar viajes a puntos de Andalucía, Madrid e, incluso, Castellón y Santander (donde ya han jugado). «Son sobrecostes en unas divisiones en las que no se ingresa nada». La cuestión económica es vertebral y el técnico extremeño critica una estructura de competición «que hace de embudo, porque te obliga a tener una inversión privada de unos 800.000 euros durante cinco años para estar en Primera RFEF en un fútbol femenino donde el dinero que pones no tiene 'retornabilidad'».

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Y eso ha implicado darle una vuelta al modelo de negocio asociado al fútbol, apostando por sinergias comerciales con el Sport como nexo de unión para atraer el interés y coser ese tejido a través de Quercus Endeavor, que es el principal valedor. «Colaboramos con una empresa de tecnología deportiva que nos patrocina a cambio de nuestros datos como base científica para mejorar aparatos de GPS y con una fundación de trabajo social que emplea a alguna jugadora nuestra».

Además, el Sport está muy volcado con proyectos sociales, concediendo becas a deportistas discapacitados, lo cual genera un beneficio a varios niveles. «Parte del dinero que ingresamos lo gastamos en esas causas de aquí». Pero destaca, sobre todo, la seriedad en cuestiones contractuales y de cumplimiento de los compromisos como principal gancho para apuntalar la confianza. Aunque se muestra satisfecho por el apoyo del actual concejal y de la Diputación, pide más respaldo, «lo he dicho varias veces, o apuestan por nosotros o no hay fútbol de aquí a dos años. Y no se trata solo de dinero, sino de implicación».

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El enfoque local se traslada también a todo el entramado deportivo, porque un 80% de la plantilla es extremeña, una fórmula que ya funcionó en el Santa Teresa y que han extrapolado ahora al Sport, «es importante, porque si no tienes un núcleo de gente de aquí y que esté implicada pierdes identidad». Incluso algunas extranjeras, como es el caso de la mexicana Mariana Díaz, lleva cinco años y su intención es quedarse, «es ya más pacense que yo», bromea Antúnez.

Uno de los pilares ineludibles es la cantera, «en dos años hemos pasado de 40 a 80 chicas, vamos creciendo, despacio pero bien». Merced a ello han incorporado a futbolistas como Aitana Galán y Andrea Pascual que, junto a otras como Aithana González, van creando un entramado de jóvenes talentos que se van curtiendo para, de cara a unos años, nutrir al primer equipo. «Lo ideal es que el 40-50% se hayan criado en casa».

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