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¿Qué ha pasado hoy, 15 de marzo, en Extremadura?
Alcácer firma de cabeza el 1-3.

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Alcácer firma de cabeza el 1-3. Carl Recine (Reuters)
Liga de Naciones

Inglaterra devuelve a España al pasado

Kane castigó con saña los errores de una selección muy imprecisa, que tiró de orgullo para compensar un baño en un duelo que mostró todos sus defectos

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Lunes, 15 de octubre 2018, 07:20

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Pocos podían imaginar que España, tras lo sucedido en verano en Rusia y después de que tres leyendas como Andrés Iniesta, Gerard Piqué y David Silva dejasen La Roja, podría ser la primera selección de Europa y clasificarse para la 'final four' de la Liga de Naciones ya en la tercera jornada de un grupo que comparte con dos selecciones que se jugaron una plaza en la final del Mundial a mediados del mes de julio en el Luzhnikí. Una victoria ante Inglaterra certificaría de modo matemático el pase de La Roja para optar al título el próximo verano mientras que un empate dejaría el billete virtualmente sellado tras el empate del sábado entre croatas e ingleses que obligaría a los balcánicos a una goleada inaudita (por siete goles) en la visita española a Zagreb el próximo 15 de noviembre. «Me gusta y a nosotros nos ha venido muy bien. Poder competir con estas selecciones ha sido un punto de motivación muy grande para nosotros que hemos perdido un poco el estatus, somos novenos en la clasificación de la FIFA y estamos deseando subir puestos y alzarnos en los arriba. Para eso, necesitamos ganar, estos partidos sirven para eso y necesitamos ganar trofeos», recuerda Luis Enrique.

El asturiano, con sólo tres partidos en el cargo, ha devuelto la ilusión al país por un conjunto que viene de desaprovechar los tres últimos torneos oficiales, en los que no llegó a meterse entre los ocho mejores. Más allá de los posibles rivales del próximo verano (Portugal, Bélgica y Francia, viendo el desempeño de Alemania, parecen los más probables), es el rendimiento y juego de España lo que ilusiona. Doce goles a favor y sólo dos en contra son los números de un equipo que ha evolucionado de la manera que su técnico quizá no imaginaba lograr en tan corto espacio de tiempo.

Luis Enrique parece haber hallado un plan definido y además ha recuperado a futbolistas que por unas razones u otras no habían brillado con la selección. Quizá el caso más llamativo es Alcácer, que regresó con un doblete (sale a un gol cada 95 minutos con España) y aspira a ocupar un sitio en el tridente en el que Aspas y Rodrigo parecían tener un sitio reservado este lunes después de las rotaciones que se vieron en Cardiff (1-4). Allí también brilló Rodri, con más de un 97% de acierto en pases, y Marc Bartra, que cerró la goleada, aunque en principio ambos serán suplentes ya que tanto Sergio Busquets como Nacho fueron reservados para repetir el once de Wembley (1-2), que podría repetirse con la única variación de César Azpilicueta y Marco Asensio por los convalecientes Dani Carvajal e Isco Alarcón. Así Marcos Alonso volvería al lateral, con la duda de los puestos ofensivos en los que Alcácer, enrachado desde que se marchó a Alemania con un gol cada 23 minutos, podría tener una opción.

Luis Enrique, que insiste en que se está «en un proceso de evolucionar nuestro modelo», sabe de las dificultades sufridas en el pasado para medirse a defensas de tres centrales (Holanda, Chile, Italia o Rusia provocaron la eliminación de La Roja con ese sistema desde 2014) y ha trabajado las opciones para combatirlas... pero ahora curiosamente Gareth Southgate duda si mantener el plan que le condujo a un éxito notable en Rusia u optar por otro distinto sin carrilero y con sólo cuatro atrás, como hiciera en Croacia. «Siempre estoy abierto a cualquier posibilidad. Los entrenadores siempre probamos cosas. Pero podemos hacer daño desde nuestro estilo (4-3-3) sin tener que replicar lo que hacen ellos y jugar nosotros con tres», explicó ya el día de la lista sobre el juego de los ingleses.

Las bajas (a las de Rose, Shaw, Alli, Delph y Lingard por lesión se unen las sanciones a Henderson y Stones) se añaden a la necesidad de sumar para no descender a la Segunda División de la Liga de Naciones, lo que hace que el técnico inglés piense en un 4-3-3 similar al que utiliza el seleccionador español. Ben Chilwell, el joven del Leicester que se estrenó ante los alerquinados, podría mantenerse en el once junto a Joe Gomez y Maguire, puntal en el juego aéreo de los 'pross'. Harry Winks podría acompañar a Eric Dier y Ross Barkley en el centro del campo con Raheem Sterling y Marcus Rashford por las alas para flanquear a Harry Kane. El ariete del Tottenham, pese que fue pichichi en el Mundial, lleva seis partidos sin marcar (desde octavos contra Colombia de penalti) y quiere reinvidicarse en suelo español, donde tampoco marcó en su primera visita (2-0 en Alicante en 2015).

Southgate viene insistiendo en olvidar la euforia del pasado verano y repite la necesidad de crecer ante los grandes conjuntos, sigue armando un bloque con muchos jóvenes (Jadon Sancho, compañero de Alcácer en Dortmund, ha sido reclutado con sólo 18 años y 201 días, siendo el segundo debutante más joven de la historia inglesa tras Duncan Edwards), de buenas condiciones técnicas y capacidad de mejorar. La presencia de Jordan Pickford bajo palos le ha dado seguridad atrás (no ha encajado en cuatro partidos a domicilio) pero sigue dependiendo demasiado de Sterling y, sobre todo, de Kane.

Gran ambiente y lluvia

Se espera un gran ambiente en Sevilla, ya que España regresa al Villamarín 8.351 días después, aunque sí visitó la ciudad en 2015 para imponerse a Ucrania en pleno camino a la Euro de Francia 2016. Aún no se ha colgado el no hay billetes, y este domingo se estaban vendiendo las últimas entradas en las taquillas del Villamarín antes de que la gente recogiese su invitación para la sesión a puerta abierta.

Quizá no se completen los 60.000 espectadores, pero faltará muy poco, por lo que será la mejor entrada de España en el estadio verdiblanco gracias a la última remodelación. Heliópolis ha dado suerte a España tradicionalmente (con el recordado 12-1 a Malta como gran hito) aunque la última derrota en partido clasificatorio fue allí: ante Francia, lo que costó la presencia en la Euro de 1992. Por la ciudad se pueden ver hinchas ingleses que no esperaban la lluvia en la ciudad ni tampoco un equipo con tantas incógnitas después del buen hacer del pasado verano. Pita Szymon Marciniak, un polaco con el que la selección ganó a República Checa y que arbitró la Supercopa de Europa en Tallín hace unas semanas.

Cuando nadie lo esperaba España cayó en suelo nacional con una Inglaterra que supo aprovechar la imprecisión local cuando la mente llevó a los españoles a tocar sin sentido en un primer acto que decidió el encuentro. Inglaterra le pegó un repaso en menos de 45 minutos similar a la de Italia en la Euro de 2016, en la última derrota oficial antes de la llegada de Lopetegui. En Sevilla, que pese a la pasión vio otra derrota oficial como la de 1992 ante Francia, España completó una media hora catastrófica en el que no hubo rastro del equipo que aplastó a Croacia, Gales o superó con autoridad a la propia Inglaterra en Wembley. Volvió a tener la pelota (cercano al 70%), generó más córners, hizo más faltas y se presentó más en área rival pero cometió errores groseros defensivos que hicieron emerger la figura de Harry Kane. El pichichi del Mundial no marcó, pero dio una exhibición de cómo fijar a los centrales fijados, descolgarse para flotar hasta elegir el momento para entregar el balón al espacio de los velocistas. Es un delantero de talla mundial, que hace muchas más que goles. En cada contra supo cómo se podía destrozar a España, que no intuyó el sopapo.

Luis Enrique introdujo ocho cambios respecto a Gales. Uno de ellos sorprendió: la presencia de Jonny Otto, el gallego que vive los momentos más increíbles de su vida tras estrenar en la misma semana su paternidad y la condición de internacional absoluto. Seguro que el 15 de octubre no lo recordará con tanto cariño. Y es que Inglaterra, que jugó un día más tarde y lució su once más joven en medio siglo, apenas hizo tres cambios respecto a Croacia pero debido a las bajas tenía cinco hombres distintos al duelo de Wembley, mientras que Luis Enrique sólo introdujo dos cambios y por obligación respecto a su estreno: el citado Jonny por Carvajal con Asensio arriba por Isco.

La situación física parecía favorable a una más descansada España. Nada más lejos de la realidad. Decía Southgate que ahora España tiene futbolistas más verticales, que se asocian menos por dentro en relación a Asensio, Aspas y Rodrigo. No lo pareció. España tuvo la opción de adelantarse en el marcador ante una Inglaterra que sin sobar la pelota generó mucho más peligro y golpeó con saña a La Roja. Las opciones de España fueron en dos córners: en el primero, con una buena acción ensayada, casi anota Thiago el primero a los 4 minutos y unos segundos más tarde de nuevo desde la esquina sólo la espalda milagrosa de Pickford evitó el 1-0 en un golpeo de Marcos Alonso de volea. La grada debió pensar, henchida por los tres encuentros precedentes, que el asunto sería cuesta abajo pero Inglaterra, joven y bien trabajada por su seleccionador, aprovechó un error de colocación para matar a la contra.

España

De Gea, Jonny Otto, Nacho, Sergio Ramos, Marcos Alonso, Saúl (Ceballos, min. 57), Thiago, Busquets, Asensio, Rodrigo (Morata, min. 72) e Iago Aspas (Alcácer, min. 57).

2

-

3

Inglaterra

Pickford, Trippier (Alexander-Arnold, min. 83), Maguire, Joe Gomez, Chilwell, Dier, Winks (Chalobah, min. 88), Barkley (Walker, min. 75), Sterling, Rashford y Kane.

  • goles 0-1. min. 15, Sterling. 0-2. min. 29, Rashford. 0-3. min. 37, Sterling. 1-3. min. 58, Alcácer. 2-3. min. 97, Ramos.

  • árbitro Szymon Marciniak (Polonia). Amonestó a Dier, Winks, Maguire, Jonny, Ceballos, Morata y Ramos.

  • incidencias 56.500 espectadores en el Benito Villamarín, de ellos unos 3.000 hinchas de Inglaterra. Partido declarado de alto riesgo. Tercera jornada de la Liga de Naciones en el grupo 4 de la Liga A. Durante toda la jornada llovió en Sevilla. Los visitantes lucieron dorsales del 1 al 11. Se silbó de manera masiva el himno inglés, sobre todo en los primeros instantes del 'God Save the Queen'.

Busquets, que nunca fue un jugador de correr hacia su portero, fue a presionar a Pickford hasta dentro del área, Kane controló la bola orientada del meta en la zona del '5', se giró para asociarse con un Rashford que encontró en carrera a un Sterling más rápido que Marcos. El veloz extremo del City fusiló desde cerca a un vendido De Gea, su vecino y rival en Manchester. Como en Wembley a España le tocaba reaccionar y exponerse a las salidas británicas cuando perdía pelotas en el círculo central. Y mala precisión de sus centrales y centrocampistas, en los momentos puntuales que su rival presionó alto, condenó a España, lenta en las transiciones, ansiosa e imprecisa, y decidió el encuentro.

De otro pelotazo a Kane llegó el segundo visitante. El pichichi del Mundial controló pese a tener dos defensas encima, esperó para generar el espacio y encontró esta vez un hueco entre Nacho y Jonny para que Rashford fusilase a De Gea. A España le entraron sudores fríos, empezó a temblar y se incrementaron los errores atrás de Ramos, Nacho, Saúl o Busquets. Sus pérdidas, que se producían con una facilidad pasmosa, condenaron a España que se fue al descanso con un 0-3 sorprendente después de que los ingleses hubiesen avisado en cada pérdida. El baño era absoluto. España tenía la pelota pero no sabía que hacer con ella. En el entreacto las malas sensaciones colectivas e individuales no provocaron ninguna modificación en el plan inicial de Luis Enrique.

Comparecieron los mismos jugadores tres minutos antes que Inglaterra, que no sólo fue Kane ya que los tres del centro del campo (Winks-Dier-Barkley) se comieron a los tres de Wembley escalonados en la presión. Aparecieron por las bajas pero mejoraron el rendimiento dado hace unas semanas por Henderson y Delle Alli. Su afición, que provocó incidentes por la noche, se vengó de los absurdos pitos al himno cantando a capella el 'God Save The Queen'. Saúl y Asensio, los dos jóvenes llamados a liderar la evolución necesaria tras el adiós de las leyendas, intentaron disparos lejanos que se toparon con la red y otras veces con Pickford.

Optó Luis Enrique por meter a Ceballos y Alcácer, que nada más entrar marcó de cabeza prolongando su estado de gracia. El valenciano, que lleva 10 goles en los últimos seis partidos, se adelantó a Kane y con un cabezazo espectacular incendió a la hinchada. Los presentes pasaron a creer en la remontada. Media hora para dos goles. ¿Sería posible? La opción estuvo cuando el árbitro polaco no quiso señalar un penalti cuando Pickford se hizo un lío y agarró a Rodrigo cuando iba a marcar a puerta vacía. Pecó de deportivo el '9' del Valencia y el colegiado erró en una acción que pudo dejar con diez a los ingleses. Tampoco le sacó de su error el asistente de la línea de gol, aumentado el debate sobre el fair play en el fútbol. La acción en cualquier caso dio alas a España, más briosa gracias al ímpetu de Ceballos que también provocó una amarilla a Maguire.

Morata fue la bala a la que se aferró España mientras Inglaterra optó por defensa de cinco para sujetar el botín. Alcácer fue el que siguió dando argumentos para la remontada. Lo buscaron Asensio, Morata, Thiago o Alonso, que se topó con el larguero. Ramos marcó el 2-3 sobre la bocina. La derrota obliga a España a un triunfo en Zagreb ante la subcampeona del mundo ya que un empate a 7 puntos daría el billete a los británicos.

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