El Ursaria desciende en los despachos y abre la puerta de Segunda RFEF al Llerenense

En el listado de clubes sobre los que pesan impagos se encuentra el Ursaria, con una deuda con sus jugadores y cuerpo técnico de varias nóminas que no ha sido sufragada antes de la fecha límite, que vencía el 30 del pasado junio.

A este respecto, el sindicato manifestó en un escueto escrito que «en el caso de que algún club de Primera y Segunda Federación no hubiera saldado sus deudas, será descendido de categoría», caso este último del conjunto madrileño, que logró la permanencia en la cuarta categoría el curso pasado, lo cual motivaría que bajase en los despachos. En el texto también se publica una relación de los nombres de catorce equipos de Tercera RFEF que no están al día y en su caso tendrán los derechos federativos suspendidos hasta que regularicen esa situación.

El Ursaria estaba enmarcado el curso pasado en el grupo 5, donde también compitieron los extremeños de la cuarta categoría, y ese movimiento en los despachos afecta de manera directa al Llerenense, al ser el equipo que finalizó en mejor posición de los que consumaron su descenso la pasada campaña, ya que los de la Campiña Sur fueron decimocuartos, ocupando la última plaza de los cinco participantes que bajaban con 44 puntos.

En estos casos, el reglamento general de la Federación Española de Fútbol es bastante claro en su punto 119.6, ya que determina que «la vacante podrá ser ocupada con criterio de prioridad por los equipos de su misma categoría y grupo que tuvieran mejor mérito deportivo de entre los que ocuparan plaza de descenso en esa misma categoría, siempre que acreditaran el cumplimiento de todos los requisitos exigidos en esa categoría, y en su caso, abonaran las cantidades fijadas en este reglamento».

La directiva del Llerenense ya se ha puesto en marcha para tomar una decisión sobre si hace efectivo ese derecho, para ello debería hacer frente a una cantidad que según varias fuentes oscila entre los 40.000 y 50.000 euros.

La noticia tiene una doble vertiente positiva para los intereses extremeños, ya que también beneficiaría de manera indirecta al Don Álvaro, damnificado por el arrastre a Primera Extremeña que provocaron los decensos del Llerenense, el Badajoz y el Montijo desde Segunda RFEF y que sería repescado para ocupar la vacante del conjunto de la Campiña Sur en Tercera.