Santi Luque en el duelo ante el Panaderías Pulido el pasado domingo en La Isla. Karpint
Segunda RFEF

El Coria, desdibujado por sus dudas

Los celestes han tocado fondo con la derrota ante el Panadería Pulido y necesitan cortar la racha de seis partidos sin ganar para recuperar la confianza

Manuel García

Badajoz

Miércoles, 16 de marzo 2022, 21:53

«El equipo tenía la idea de ganar, ganar y ganar de cualquier manera, porque mentalmente lo necesitábamos». Era la consigna principal de Rai Rosa, entrenador del Coria, en la víspera del duelo ante el Panadería Pulido. Era clave para los celestes, no clasificatoriamente, ya que el colchón adquirido para la salvación es solvente, pero sí para cortar la hemorragia de puntos, poner fin a una racha de cinco partidos sin ganar y recuperar la sonrisa en un vestuario muy tocado. Pero volvió a salir cruz. Y lejos de convertirse en un impulso, ha ahondado las miserias de un equipo con la moral completamente lastrada y que ha visto cómo otra palada en forma de derrota ante el penúltimo le entierra en una dinámica peligrosa.

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También preocupa el modo en que se produjo, siendo incapaces de proteger la ventaja adquirida en la primera mitad con el gol tempranero de Iván. Además, los celestes demostraron falta de capacidad de reacción para sobreponerse a los golpes de un rival que sublimó el potencial de sus escasas armas para doblegar a un equipo netamente superior que no fue capaz de demostrarlo y materializarlo ni en el marcador ni en el césped. Los canarios llegaban prácticamente desahuciados, a trece puntos de la salvación, y asaltaron La Isla. «Fue un querer y no poder», resume el preparador del Coria. Tras el primer tanto visitante afloraron las inseguridades y las dudas, poniéndose de manifiesto el estado de inconsistencia anímica de los futbolistas. «Nos hemos puesto nerviosos, despejábamos mal, errábamos pases a tres metros y controles, y eso se va sumando». Ante dicha tesitura , Rai insiste en que solo existe una medicina, «nos hace falta ganar un partido para que el chip cambie».

La secuencia habla por sí sola, cuatro derrotas y dos empates, recibiendo doce tantos. «El equipo defensivamente no está bien, porque encajamos bastantes goles y fáciles», explica el técnico cacereño. «A la mínima nos hacen daño», añadía.

Y ahí reside uno de los principales puntos negros de los caurienses, la falta de fortaleza en la retaguardia, uno de sus principales pilares y que en esos últimos seis encuentros se ha visto difuminada, lo cual ha provocado que la portería del conjunto extremeño sea mancillada casi las mismas veces que en el resto de la campaña (llevaban 15 hasta la fecha y ahora 27).

Un dato demoledor que le ha hecho perder una plaza de playoff que ha ocupado durante varias jornadas y que ahora tiene a tres puntos. No sería ningún drama si no fuera porque la tendencia es negativa y el acecho del abismo del descenso, a siete puntos, no invita a despistarse. «La salvación ha sido siempre mi discurso, antes de Navidad ya dije que la segunda vuelta iba a ser más jodida, porque todos aprietan y compiten».

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El técnico extremeño hizo autocrítica en su comparecencia posterior al duelo del domingo y asumió que no dio con la tecla a la hora de conseguir espolear a sus jugadores. Además, señaló que su cambio de apuesta de juego en la segunda parte, optando por balones más directos, fue infructuosa. Pero no se olvidó de las bajas: «Estamos cuatro en defensa, el resto están todos lesionados, pero es lo que hay, tenemos que ser valientes, no me gusta poner excusas. Es importante recuperar a gente, sobre todo en la zona defensiva, para que la semana de entrenamiento sea más competitiva e intensa». La lista es extensa, con Carlos García, Chavalés, Mancha, Mahillo, Álvaro Traver y el guardameta Álex, además de otros como Rubén Alegre, que han arrastrado molestias, sumándose Dani Homet, sancionado en el choque ante el Panadería Pulido.

Rai lanza un mensaje a su plantilla para que siga remando y demuestre las credenciales que le colmaron de elogios en la primera vuelta. «Ahora es cuando se ven los tíos, todos esos a los que habéis puesto por las nubes, que pienso que son muy buenos. Hay que apretar los machos, estar juntos y seguir trabajando para salir de esta». Respecto a la influencia de este bache en su renovación, se mostró resignado por los vaivenes tan comunes en el fútbol: «Hoy estás aquí y mañana estás hundido bajo tierra, no te puedes relajar, porque cuesta mucho subir, pero bajas rápido».

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