Chavalés desnivela un derbi parejo

De salida, ambos equipos buscaron hacerse fuertes en defensa. Buscaban, sobre todo, no cometer errores y dejaban el ataque en las acciones individuales de su capitán, Chema, del lado local, y del joven Drammeh, en el caso visitante. El terreno de juego no invitaba a rasear el esférico y cuando alguno de los dos equipos lo intentaba, sufría ante la presión rival.

En el minuto tres, Chema disfrutaba de la primera ocasión, al irse en velocidad y rematar desviado por poco. Fue un espejismo, ya que a partir de ese momento, las ocasiones brillaron por su ausencia. Las defensas se imponían a los ataques y solo los destellos de Chema y de Drammeh generaban alguna sensación de peligro. Pero ambos jugadores se encontraban demasiado solos en ataque. Aun así, el espigado atacante del Don Benito gozó de una buena ocasión en el minuto 41 tras zafarse de dos rivales en el área, pero cuando pudo rematar, lo hizo muy flojo a las manos de Álex Galán.

Tras el descanso, el Coria intentó controlar más el juego, ante un rival bien plantado. Los primeros minutos eran insulsos, con mucho juego en el centro del campo y poco peligro en las áreas, hasta que en un minuto ambos equipos rozaron el gol. Fue como descorchar una botella de champán. Primero fue el equipo local, el que en el minuto 55 tuvo una clara ocasión que desbarató Sebas a tiro del mexicano Erik Aguado.

De lo que podía haber sido el 1-0 se pasó a lo que pudo ser el 0-1 en apenas unos segundos. Los que tardó Drammeh en ganarle en carrera a Pedro Melli y plantarse solo ante Álex Galán, que le ganó el mano a mano y despejó a córner.

Fue el comienzo de la mejor fase del partido. El Coria se mostraba más ambicioso, y en el minuto 65, Chema mandó el balón al larguero, al rematar de cabeza un centro medido de Erik Aguado. Cuatro minutos después Raly Cabral pedía penalti en una caída en el borde del área, pero el colegiado permitía que el juego continuase. Tres minutos después, era el propio Raly Cabral el que derribaba a Juanjo Chavalés en el área y cometía un claro penalti, que esta vez sí señalaba el árbitro.

El propio Juanjo Chavalés quiso lanzar la pena máxima para demostrar confianza, pero la dirección de su tiro fue adivinado por Sebas, que detuvo en primera instancia. Sin embargo, el rechace le quedó franco al propio Chavalés, que envió el esférico a la red para anotar el 1-0 que, a la postre, sería definitivo.

Rai Rosa movió el banquillo para oxigenar a su equipo, que cuatro minutos después pudo sentenciar en una doble ocasión que desbarató nuevamente Sebas con dos grandes paradas, sobre todo la segunda, a lanzamiento de Erik Aguado. Desde este punto y hasta el final, los jugadores locales intentaron que pasaran los minutos, mientras sus rivales se lanzaron al ataque pero sin la mordiente necesaria para evitar la derrota.