El Cacereño asalta el fortín de Yaiza

708 días llevaba el Unión Sur Yaiza sin perder en liga ejerciendo como local. Y casi dos meses llevaba sin ganar el Cacereño. El inexplicable fútbol quiso que ambas rachas se rompieran en el frenético encuentro que disputaron ambos conjuntos en Lanzarote. El equipo verdiblanco supo reponerse a los tantos de Moha y Fabricio gracias a un afortunado autogol y a un doblete de Christian, que se está especializando en revolucionar las segundas partes partiendo como revulsivo.

El encuentro comenzó con el cuadro de Julio Cobos sufriendo uno de los factores claves y a tener en cuenta siempre en el Municipal de Yaiza: el viento. Los balones largos se sucedían uno tras otro, aunque solamente sirvieron en los primeros minutos para encontrar la cabeza de Moha en un débil remate que atrapó Diego Nieves sin problemas. Eso y, a favor, un centro de Carrillo que se envenenó y dio en el poste.

Con el paso de los minutos, el Unión Sur Yaiza fue creciendo en el partido y empezó a dominar a través de la posesión y la presión alta. El cuadro cacereño fue cediendo terreno y, en un saque de esquina botado al segundo palo, Moha enganchó una volea perfecta para inaugurar el marcador.

El gol pareció sentarle de maravilla a la escuadra anfitriona, que siguió presionando en campo del Cacereño en busca del segundo tanto. Sin embargo, una jugada de asociación de los pupilos de Julio Cobos desarboló la, hasta ese momento, efectiva presión local. En la llegada de Fran Viñuela, la pelota acabó en autogol de Víctor.

El conjunto dirigido por Maxi Barrera dominaba territorialmente el encuentro, pero la espalda de su defensa fue un filón que el Cacereño quiso y supo aprovechar en la primera media hora. El problema para la escuadra verdiblanca es que el Unión Sur no bajó el pie del acelerador a pesar del gol encajado y tuvo que volver a replegarse.

En la última jugada del primer periodo, un gran desborde por la banda izquierda de Moha, que fue de los más destacados del choque, encontró en el punto de penalti a Fabricio, que convirtió el 2-1 antes del entreacto.

La segunda parte comenzó con el mismo guion con el que acabó la primera y el equipo lanzaroteño dispuso de una doble ocasión clarísima que acabó con Diallo disparando al lateral de la red. El elenco de Maxi Barrera estaba dominando con creces todas las facetas del juego y a la escuadra verdiblanca sólo le quedaba juntar líneas y pasar el mal trago de los primeros minutos del segundo periodo.

Supo sufrir, pero también salir al contragolpe un Cacereño que encontró el tanto del empate tras un error grosero de Nauzet Pérez. Christian fue a presionar al veterano guardameta canario y le robó el balón, que empujó luego a la red.

El gol supuso un cambio radical en el encuentro, ya que, cinco minutos después del 2-2, las huestes de Julio Cobos se encontraron con un penalti provocado por Salinas. El propio ariete se encargó de ejecutarlo, pero el disparo lo detuvo Nauzet Pérez. Pudiera haberse pensado en un chasco para el Cacereño, aunque nada más lejos de la realidad: en la jugada posterior a la pena máxima, Christian se internó en el área y consiguió firmar su doblete particular.

La locura se apoderó del Municipal de Yaiza, ya que el conjunto local no se iba a dar por vencido. Traoré mandó un centro envenenado directamente al poste. Ambos conjuntos agitaron la coctelera en busca de los respectivos objetivos: uno empatar, adelantando líneas, y el otro cerrar espacios y que sucedieran la menor cantidad de llegadas posibles.

Los locales trataron de atacar a través del balón parado, con la baza del viento a favor. Los minutos finales fueron un asedio para el conjunto cacereño, que aguantó con todo lo que tenía. Hasta hubo un gol anulado en el último segundo al Unión Sur Yaiza, en una decisión arbitral muy protestada por la afición de la escuadra lanzaroteña.

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