Mañana negrísima en Marbella

Y eso que los emeritenses entraron bien al partido: dominaban el encuentro, jugaban casi siempre en campo rival, al Marbella se le notaba incomodísimo cuando le tocaba atacar… Experimentó Sergi Guilló con Prevedini en la medular, Busi y Liberto por bandas y Pareja y Falcón como pareja de centrales, «porque quería que un mediocentro presionara arriba con Eslava, emparejar a cuatro contra cuatro por dentro y luego saltar con Liberto y Busi por fuera, que tienen piernas para correr». Y parecía que sí… pero la rotura del abductor de Climent en el minuto 8 derrumbó el castillo de naipes.

Al cuarto de hora, robó el Marbella en la construcción de la jugada del Mérida y Jony Álamo se recorrió 50 metros él solito para acabar disparando desde la frontal y obligar a Palomares a salvar la primera del partido. Cinco minutos después, con Climent ya roto, Jorge Álvarez le ganó la espalda al lateral zurdo emeritense para ponerla en el primer palo a Ryan Edwards, que remató alto. Justo ahí Sergi Guilló dio entrada a Sergi Segura en banda izquierda.

Le faltaba al Mérida mucha más velocidad y ritmo en ataque para finalizar jugadas y empezar a crear ocasiones claras de gol. No tuvo casi ninguna en todo el encuentro. Lo más peligroso, casi todo en la primera parte, fue una vaselina de Liberto Beltrán tras robo en el 37, un disparo potente y alto de Juanjo desde la frontal en el 41 y un remate de Beneit al primer palo por encima del larguero a centro de Busi en el añadido de la primera parte. Pero ya en el tramo final de esta primera mitad se le notaba al Mérida que estaba peor de cómo empezó.

Y sin embargo la segunda parte fue mucho más floja que la primera. Desde el mismísimo inicio. En el 49, los de Fran Beltrán generaron la primera: no atinó a despejar Falcón un centro de Jorge Álvarez y casi la caza Edwards en el segundo palo. Y en el 55 llegó la segunda por partida doble: el primer remate de Jony Álamo lo interceptó Pareja y el rechace no atinó a concluirlo Edwards, que disparó al aire. Todo esto casi desde dentro del área pequeña.

No aguantó entonces más Sergi Guilló, que decidió introducir un triple cambio para girar la película del partido. Pablo Ganet sustituyó a Prevedini, Doncel a Beneit y Mizzian a Javi Eslava. Pero nada. Algunas acciones individuales sin éxito de Doncel, pero nada más: el Mérida seguía sufriendo. No llegó el gol marbellí en el 64 porque Palomares se disfrazó de muro: le desbarató un mano a mano a Pablo Muñoz y un remate franco a Callejón en la misma jugada. Le costaba al Mérida cerrar en condiciones su espalda y, constantemente, tras un par de ajustes en el descanso, el Marbella le castigaba por ahí una y otra vez.

Intentó otra vuelta de tuerca Sergi Guilló: retiró a Felipe Alfonso, que pidió el cambio tocado, y dio entrada a Bonaque para cerrar con línea de tres y convertir a Sergi Segura y Busi en carrileros. Pero también nada. En otro balón a la espalda sobre Callejón, Luis Pareja lo trastabilló por detrás antes de entrar en el área y el colegiado señaló falta y roja directa. Y para mayor desgracia en un minuto: la falta que sacó el propio Callejón dio en Sergi Segura y se coló en la red de Palomares para constar como único tanto del partido.

A partir de ahí pasó poco más. Y lo poco que pasó fue contra el Mérida: tras el quinto cambio de Felipe Alfonso, Mizzian se rompió y se quedó el equipo con uno menos para presionar y Eliseo Falcón, en una falta innecesaria, vio la segunda amarilla y dejó a su equipo con nueve sobre el campo en el tiempo de descuento. Así que, a la derrota y la mala imagen, se le sumaron las expulsiones de Pareja y Falcón y las lesiones de Climent, Mizzian y a ver Felipe Alfonso.

Sí, mañana muy negra en Marbella.