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Cesc Fábregas e Iker Casillas celebrando la victoria AFP
Diez años desde que La Roja mutó a campeona

Diez años desde que La Roja mutó a campeona

La era más dorada de la selección comenzó con unos penaltis ante Italia en la Euro 2008 y en el once actual se mantienen Ramos, Iniesta y Silva

Rodrigo Errasti Mendiguren

Enviado especial a Krasnodar

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Sábado, 23 de junio 2018, 00:04

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«Pasar la barrera de los cuartos y por penaltis tenía que significar algo». El 23 de junio de 2008, los periódicos acaparaban elogios a la gesta de la selección española en Viena: había eliminado a Italia, que entonces era la campeona del mundo, y desde los once metros. Aquellos penaltis de España - Italia fueron lo más visto de la historia de la televisión: 15.922.000 espectadores vieron la pena máxima decisiva de Cesc Fábregas, llegando a un 79,9% de cuota de pantalla. «España rompe el gafe», rezaban la mayoría de las portadas mientras que 'Marca' era aún más concreto: «Iker cambia la historia», tras una noche de nervios y alegría final en Austria.

Casillas, ahora en Rusia haciendo de comentarista y muy activo en las redes sociales al ver desde la barrera el Mundial, jugó un papel crucial ya que detuvo dos penaltis (a Di Natale y a De Rossi) para ayudar a su equipo a avanzar a las semifinales de la Eurocopa 2008 dejando atrás el recuerdo de derrotas anteriores en cuartos de final (ante Bélgica en México 1986, frente a Italia en USA 1994, ante Francia en la Euro de 2000 o ante Corea del Sur en 2002). «¡Hace 10 años cambiamos la Historia! Uno de los momentos más grandes del deporte español», escribía este jueves Fábregas en sus redes sociales. «10 años. ¡No puede ser! ¿Cómo pasa todo tan rápido?», le respondía Casillas.

La ilusión aquella noche se disparó, la selección volvía a disputar unas semifinales en un gran torneo futbolístico además de apear a Italia 88 años después en un partido oficial, aunque pocos sabían que aquel momento fue el punto de inflexión que necesitaba España para creer en sus posibilidades. Visto con la perspectiva que da una década, aquel día La Roja mutó a campeona. «Nos quitamos la presión, ese partido fue un alivio. Fue el cambio de suerte que necesitábamos para ganar ese torneo y el Mundial 2010», explicaba antes de partir a Rusia en Las Rozas David Silva, uno de los que se mantiene en el grupo junto a Pepe Reina, Sergio Ramos y Andrés Iniesta.

24 años después de la final perdida ante Francia, la España de Luis Aragonés rompió el maleficio de los cuartos. «A partir de ahí, en las semifinales contra Rusia, España cambió de una forma radical su fútbol y también su suerte, que nunca nos había acompañado y a partir de ese momento cambió», explicó Casillas en una visita de España a Bari para jugar un amistoso. La autoestima de España creció y con ella rumbo de la selección. Después arrasó a Rusia en semifinales (0-3, marcando uno de los goles Silva) y superó a Alemania el 29 de junio de 2008 en el Estadio Ernst Happel de Viena venciendo por 0-1 con un gol anotado por Fernando Torres en el minuto 33.

El Mundial superando gafes

Un verano después cumplió con su rol de favorita en Sudáfrica y también atravesó la barrera de los cuartos. Y luego fue campeona. Y todo ello pese perder ante Suiza en el estreno. Nunca antes hubo un campeón capaz de voltear una derrota en el debut. Debido a ello, el grupo de Vicente del Bosque sufrió para pasar a octavos, en un choque decisivo ante Chile (2-1) tras la necesaria victoria ante Honduras (2-0) y después fue pasando rondas gracias a su seguridad defensiva y el acierto de Villa en octavos (ante Portugal) y cuartos de final (Paraguay, en un partido con un penalti fallado por cada equipo). En semifinales, España marcó de córner gracias a un cabezazo de Puyol y después, el 11 de julio de 2010, logró por vez primera ser campeona del Mundo con el histórico gol de Iniesta ante Holanda en el minuto 116 de la prórroga.

Ahí ya estaban Sergio Busquets y Gerard Piqué, dos jóvenes en aquel torneo pero ahora ya centenarios con la absoluta y fijos en los onces junto a los ya mencionados Ramos, Silva e Iniesta. «En estos cien partidos me quedo con el Mundial y con la Eurocopa, fue muchísimo tiempo luchando y trabajando para ello pero para mí es más importante toda la gente que hay aquí. Es una familia», decía a la web de la selección este viernes.

Tres torneos seguidos

Después llegó el reto más complicado: defender título en la Eurocopa de Ucrania y Polonia de 2012. Nadie había logrado dos Eurocopas y un Mundial consecutivos. Y La Roja lo hizo, bordando el fútbol en la final de Kiev. Aplastó a Italia 4-0, guiada por la inercia de aquellos cuartos de 2008. Uno de los goles aquella gloriosa noche lo anotó Jordi Alba. «Nos hemos acostumbrado... pero ha sido en los últimos años ya que antes no se ganaba como ahora, respetando a todos los jugadores. Somos así, siempre nos gusta mirar lo malo en lugar de lo bueno. Hay que ser positivos en esta vida y creo que, a diferencia de otros torneos (en relación a Brasil y Francia), las sensaciones son buenas».

Su amigo Piqué, que ya ha anunciado que no seguirá tras el torneo ruso, también cree que lo mejor está por venir: «Seguro que sí, tenemos muchas opciones de hacer algo bonito aquí en este mundial y si ya lo ganáramos sería la hostia. Vamos a ir pasito a pasito, estamos en una buena posición para pasar a la siguiente. Ahí vamos a ver si estamos en posición de poder conseguirlo».

Lo más optimistas creen que hay buena base para intentar esa segunda estrella. Otros, viendo que hay cinco campeones del mundo en el once ocho años después, que el cambio generacional no termina por romper. «Parece que lo del medio no ha existido. A veces nos pasa a nosotros, como si no hubiera pasado lo de Brasil. Pero son cosas que te deben hacer ver que conseguiste la gloria y cuatro años después una decepción brutal. Eso es el fútbol y el deporte. Si no estás al 100% cualquiera te gana, eso aprendimos en Brasil», explica Iniesta.

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