Iniesta, galardonado... por Pedro Sánchez

Primero posaron los 23 seleccionados (incluído el lesionado Dani Carvajal) con Julen Lopetegui y el presidente de la Federación, Luis Rubiales. Todos con la nueva equipación, si bien sólo Isco llevaba la del torneo, con los parches correctos en cada manga. Después se fueron sumando ayudantes del cuerpo técnico, patrocinadores (incluso hicieron una con el carnet de la aseguradora de la selección) hasta una final con toda la expedición. No entraban todos ya que no era proporcional: era demasiado ancha.

Los medios fueron invitados a reunirse con el presidente y su junta directiva en un desayuno de trabajo con el presidente Luis Rubiales, Ana Muñoz (vicepresidenta de Integridad), Andreu Subies (vicepresidentes Económico) y Miguel Bestard (vicepresidente de Fútbol Aficionado). Justo cuando estaba terminando apareció la seguridad de presidencia del gobierno, inspeccionando el material de los periodistas.... que iban a tener un 'Media Day' con los internacionales. Los futbolistas atendieron a la prensa antes del acto de despedida con el presidente del Gobierno, que desde la semana pasada es Pedro Sánchez. Cuando parecía que estaban todos listos, repararon que faltaba uno: Andrés Iniesta.

El manchego, que en Rusia participará en su cuarto Mundial, iba a ser protagonista, ya que iba a recibir la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo. «Es especial porque será mi último Mundial, eso todavía lo hace más especial, pero no quiero tener en la cabeza que sea el último si no afrontarlo como el primero. Si lo encaras como el último te puede cambiar la mente, por eso lo afronto como el primero. Es un reto muy grande tras dos decepciones en la última Eurocopa y Mundial», respondía mirando el reloj en la sala de prensa consciente de que todos le esperaban. Finalmente recibió la distinción de manos del presidente del Gobierno, se mostró feliz y quiso «agradecer esta distinción, que para mí es muy especial recibirla, a todos mis compañeros tanto de la selección como de mi club», ya que consideró que «en gran medida fue gracias a ellos».

El jefe del Ejecutivo, al que algunos decían no poner cara, quiso despedirse de la selección y desearles mucha suerte de cara al Mundial. Les estrechó la mano, con alguna cara seria por parte de los internacionales que no terminaban de poner cara al mandatario, y quiso destacar «los valores de la competitividad y del compañerismo que están muy vinculados con los deportes de equipo y que son también aquellos que tienen que ver con el sacrificio y con el esfuerzo colectivo». El nuevo presidente del país quiso resumir todo ello en la conocida frase «la unión hace la fuerza» antes de mostrarse convencido de que el grupo de Lopetegui tendrá una trayectoria extraordinaria en el Mundial. «Estoy convencido que va a ser el inicio de una positiva aventura» y recordó que «pase lo que pase» la afición va a estar unida con la selección.

En los pasillos de la institución reconocían lo distinta que fue la foto respecto al anterior torneo, ya que antes de viajar a Brasil fueron Vicente Del Bosque e Iker Casillas, como seleccionador y capitán, los que compartieron foto con Mariano Rajoy... y Ángel María Villar. «Si nos dicen hace un mes que iba a salir Rubiales con Pedro Sánchez no nos lo creeríamos», decían en los rincones de la FEF. Lopetegui, tras esa jornada tan ajetreada, concedió libre a su capitán Sergio Ramos y al resto de internacionales hasta las 23:59 del miércoles. La mayoría aprovecharon para disfrutar con sus familias unas horas antes de viajar el próximo jueves ya a Krasnodar. La selección volará a eso de las 14 horas y llegará a Rusia como la segunda selección de las participantes, después de Irán que será la primera de las 32 selecciones en pisar suelo ruso.