Cristo suma y sigue

Trató de inicio el Mérida de aparcar confianzas gobernando con la pelota a través de un Espinar muy enchufado que superaba líneas con facilidad. Recordando quizá su enfrentamiento en Copa Federación, en la que sufrió en los balones a la espalda de su defensa, ajustó marcas y no corrió riesgos cuando conducía el balón. La primera ocasión del choque fue para Kevin, una de las novedades en el once romano, cuyo disparo tocó el poste por fuera tras orientarse demasiado hacia la derecha. Lo intentó el Montijo poco después, con un disparo lejano de Matute que se envenenó tras el bote y obligó a Sánchez a estirarse. El único gol del partido iba a llegar poco después, y lo haría en la, probablemente, mejor jugada colectiva del choque. Curro buscando a Kevin, para la dejada de este a Espinar, que tras un rápido quiebro se internó en el área y encontró a un Cristo que vive en estado de gracia y mejora todo lo que toca. En esta ocasión gol. Cosa de crack. Le costó reaccionar a los locales tras el gol, y Antonio tuvo que lucirse para sacar un córner directo de Muneta que se colaba en el segundo palo.

Hasta el descanso, el líder durmió el partido, quizá demasiado, al ver que no sufría. De hecho, solo un pase en profundidad de Teo a Escorial, que este no logró controlar, alteró en algo el ritmo cardiaco del choque.

Poco cambió el escenario tras el paso por vestuarios. El Mérida controlaba la pelota, sin más objetivo que tocar, pelado de profundidad, y esperando el momento justo para asestar la segunda dentellada. Al Montijo, por su parte, le quedaba el último tercio de campo rival demasiado lejos, y los minutos pasaban. De hecho, apenas se pisaron las áreas hasta que el reloj no pasó por el minuto 70. Ahí, un buen centro de Curro, otra vez el mejor, a Kevin activó a este para que su remate fuera detenido con seguridad por Antonio. Al minuto siguiente, de nuevo Kevin volvió a intentarlo rematando alto, y Espinar lo buscó desde lejos sin mayor peligro.

El Montijo había llegado vivo a los últimos diez minutos de partido, y ahí lo dejó todo. Se vio con opciones de empatar y no cesó de intentarlo. Con Juanito Monroy y Escorial siempre haciendo sentirse incómoda a la defensa romana, Matute tuvo la más clara en una internada por la banda en la que se encontró ante Javi Sánchez. La aparición del central emeritense frenó en algo el peligro y Sánchez acabaría enviando a córner. Ese balón parado, tanto en lanzamientos de esquina como en faltas laterales hábilmente provocadas por los atacantes locales, hizo revolotear la idea del empate, aunque ninguno de ellos acabó en remate entre palos. Así, en los últimos minutos volvió a estar muy cerca el gol romano. De nuevo lo rozó Cristo, que recibió un balón de Heo al espacio y la enganchó de primeras con la diestra para estrellar el cuero en el poste izquierdo de la portería de Antonio. Al instante, Salvi remató de cabeza un córner, pero la pelota salió alta.

Moría así un partido que deja al Mérida aún más cerca del campeonato, con apenas seis jornadas por disputarse y teniendo cuatro de esos partidos en el Romano. Todo parece aclarado para ellos, quitando hojas del calendario hasta proclamarse campeón y llegando a punto a las eliminatorias finales. El Montijo, por su parte, se mantiene en puestos de descenso y deberá sumar de tres en tres desde ya para salir del descenso.