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J. P.
Jueves, 1 de junio 2017, 08:14
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El destino ha querido que dos viejos amigos que dieron el salto a profesionales juntos cuando eran unos chavales se reencuentren catorce años después en el epílogo de sus trayectorias. Jorge Zafra y Sergio Mantecón no habían vuelto a cruzar sus carreras desde que salieron del Badajoz en 2003. Esa última temporada 2002-03 también coincidieron con Nauzet, ahora en el Jerez. Llegaron al Nuevo Vivero tres años antes y desde entonces se hicieron inseparables. Este sábado serán rivales en el Jerez-Lorca Deportiva, aunque Mantecón fue expulsado ante el Betis B y no podrá jugar la ida. «Al poquito de enterarme llamé a Jorge. Estoy contento por poder coincidir con él después de tantos años, pero con la pena de que sólo pasará uno de los dos», sostiene el de Alcorcón.
Nunca se habían enfrentado. Aunque sí hubo una primera vez tal y como recuerda Mantecón. «Cuando yo llegué al primer equipo del Badajoz jugamos un amistoso en Mérida que estaba con problemas económicos. Jorge hizo un partidazo y como el Mérida iba a desaparecer a los dos días firmó por el Badajoz». Jorge Zafra tampoco olvida aquella cita donde empezó a gestarse una amistad que perdura en el tiempo y la distancia. «La verdad es que en ese partido nos dimos muchos palos y a los pocos días estábamos viviendo juntos». Ambos asumen que se darán caña cuando se reencuentren en el césped. «Con Jorge estando en el campo con lo competitivo que es, seguro que saltarán chispas», sostiene entre risas Mantecón.
Jorge Zafra y Mantecón tomaron caminos dispares tras su salida del Badajoz. Mientras el de Barcarrota mantenía su estatus de Segunda con su fichaje por el Algeciras al final se vería atrapado en Segunda B por contrato y con proyectos ambiciosos que se torcieron en Terressa y Ferrol, el madrileño daba un paso atrás a la división de bronce en el Alicante para después avanzar tres y alcanzar la gloria de la Primera con el Elche tras pasar por Hércules, Ponferradina y Castellón. «Yo he tenido más fortuna por los ascensos. Pero Jorge ha disfrutado mucho del fútbol. Era un jugador de superior categoría. Hizo dos temporadas espectaculares y la tercera deportivamente no fue buena para nadie. Con su edad y proyección estaba llamado a ser un jugador de un equipo de Segunda con aspiraciones o incluso de Primera. Es uno de los centrocampistas más completos con los que he jugado. Pero no tuvo la suerte de que ese club se cruzara en su camino. Yo sí tuve esa pizca de suerte que le ha faltado a él», señala Mantecón. El centrocampista templario agradece el cumplido y también se deshace en elogios hacia su amigo y rival en esta eliminatoria. «Eso lo dice porque es mi amigo. Mante venía de un filial como el Madrid y cuando llegó ya tenía claro que era cuestión de tiempo, madurez y partidos en Segunda para llegar lejos. Era más joven y sabía que iba a acabar jugando porque era un pedazo de futbolista. No he tenido suerte, pero no es fácil jugar tantos partidos en todos los equipos que he estado». Mantecón sí pudo ver cumplido ese sueño que juntos imaginaban en las noches pacenses de jugar en Primera con el Elche y antes de recalar en el Lorca devolvió al Cádiz a Segunda. «Tenía la oportunidad de ir a verle con el Elche en Sevilla, pero al final jugaba ese mismo día y fueron mi mujer y mis hijas», lamenta el barcarroteño. Ahora espera saludarle y de paso recordarle un regalo pendiente. «Me prometió una camiseta del Cádiz y todavía no me la ha dado».
Jorge Zafra y Mantecón empezaron a labrar su amistad en la pensión que el Badajoz les puso en la calle Fuerte. «Dani, Moraga, César... estaban en otro piso y coincidíamos para comer. El segundo año ya nos fuimos a un piso y hacíamos las comidas en los Ordenandos», cuenta el jugador del Jerez. Ese vínculo de amistad era tan fuerte que incluso el que fuera responsable de comunicación del Badajoz en aquella época, Paulo Canhão, les dedicó a los dos jugadores un capítulo de su libro 'El fútbol ibérico en su intimidad'. «Estábamos todo el día juntos. Es uno de mis mejores amigos que he hecho en el fútbol. Con Jorge tenía un trato más familiar que de compañero. Me fui con mucha pena de Badajoz», apunta el del Lorca. De hecho, en casa de los Zafra Herrera era uno más. «Se venía conmigo a Barcarrota y conoce a mi familia y mis amigos. Es un tío espectacular», añade el templario. El fútbol le trae de vuelta a sus recuerdos. «Íbamos bastante a ver a su hermano Tián jugar con el Jerez. Siempre ha sido un equipo muy competitivo, con gente veterana y ahora sigue con ese sello», expone Mantecón. Por eso le duele perderse la ida en el Manuel Calzado. «Es una eliminatoria especial para mí y lo he sentido mucho perderme ese partido en Jerez». Jorge Zafra también lo lamenta por esa relación tan especial que mantienen. «Es una pena que no pueda venir. Le habría gustado mucho y seguro que a mi familia y a los amigos de Barcarrota también poder verle jugar en Jerez».
Ahora, después de tantos años el fútbol vuelve a reunir a estos dos viejos amigos como una oportunidad para despedirse antes de colgar las botas.
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