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Gallego y Joselu ponen el colorido
tercera

Gallego y Joselu ponen el colorido

Al Badajoz le basta con el empuje del salmantino y la calidad del de Talarrubias para cumplir con una victoria sin brillo

Javi Pérez

Domingo, 9 de abril 2017, 14:14

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El Badajoz menos vistoso cumple su cometido y sacó una victoria que le mantiene en el pulso por el liderato. El equipo blanquinegro no se dejó sorprender por un Valdivia sin motivaciones ligueras y que llegaba con lo justo al Nuevo Vivero. El empuje de David Gallego y la genialidad de Joselu permiten a los pacenses seguir su camino tras un Cacereño que tampoco falló desatado ante el Santa Amalia.

El partido comenzó eléctrico y con un punto de locura. Golpeó primero el Valdivia con un gol de Karim al primer minuto que cogió por sorpresa a todo el Nuevo Vivero. Después igualaría Joselu con algo de suspense en una jugada protestada por los blanquinegros al asistente por levantar el banderín al mismo tiempo que los visitantes lo hacían con el árbitro, que no dudó en ningún momento en señalar el centro del campo. El caso es que Joselu apuró al máximo en su esfuerzo para batir a Peters y el colegiado Pavón Guillén tuvo claro la concesión del gol, pero el linier interpretó posible falta al portero. Como el árbitro lo tenía tan claro se acercó a su asistente para sacarle de dudas con un gesto con su mano que sirvió de explicación.

El Badajoz seguía con su dominio estéril y su juego previsible. El Valdivia se mostraba encantado y cómodo en el terreno de juego. Pero aún al trote, el equipo de Marrero dispuso de ocasiones para darle la vuelta al marcador. La más clara en un remate de Joselu desde el suelo con el portero batido que la defensa visitante sacaba bajo palos. Gabri también lo intentaría desde lejos sin suerte.

Era un querer y no poder del Badajoz que veía pasar el tiempo sin encontrar su juego. Sus jugadores creativos no lograban conectar arriba y sin nada que sacarse de su chistera dejaba que el Valdivia respirara con cierto alivio. A Marrero no le gustaba la película y sacó a calentar a Ruano y Javi López. Sin la frescura de otras veces y carente de velocidad, el Badajoz cada vez lo buscaba más. Una exquisita triangulación dentro del área entre Joaqui, José Ángel y Joselu arrancó las palmas de un Nuevo Vivero ansioso de ver algo diferente. Joaqui la inició, José Ángel prolongó sobre Joselu que devolvía de tacón y el propio Joaqui la acabó con un disparo a las manos de Peters.

Los blanquinegros no tenían esa profundidad en las bandas que tanto daño hace para dinamitar los partidos. El lateral David Gallego fue el que más se perfilaba. Constante en su empeño con sus subidas encontró la recompensa con un gol que culminaba la remontada. Ni Joaqui ni Álex Herrera aparecían para romper con sus desbordes y los pacenses se limitaban a enganchar alguna contra. Así llegó el segundo en un contragolpe mortal iniciado por José Ángel y en el que Joselu pudo activar su visión de rayos X para regalar una soberbia asistencia sobre David Gallego que entraba como un cohete por la izquierda. El lateral salmantino colocaba el 2-1 y la tranquilidad para marcharse al descanso con los deberes hechos.

Marrero movió sus fichas en un intento de cambiar el guión de una primera parte sin brillo. Con la entrada de Ruano y Javi López pretendía tener más verticalidad y conseguir mayor presencia en ataque. Este Badajoz sin afilar sus puñales no asusta y ante el Valdivia no supo explotar sus mejores recursos. Pero pasados los minutos tampoco logró ensanchar el campo. El Valdivia trataba de aguantar el tipo y con sólo dos opciones de campo en el banquillo sabía que los 90 minutos en el Nuevo Vivero se le harían largos. Así fue. Con oportunidades a cuentagotas del Badajoz como un remate de Joselu ante un bien colocado Peters. Hasta que José Ángel intentó un gol olímpico en un saque de esquina que Peters se sacó de encima como pudo y que Pozo remachó en la línea de gol para sentenciar el encuentro.

A partir de ahí el Badajoz se mostró más suelto y José Ángel empezó a dirigir con mayor libertad. El 'torero' dio rienda a su imaginación y en una de esas combinó con Javi López que se sacó un latigazo que despejó como pudo el portero del Valdivia. En el siguiente acercamiento, el cordobés tendría otra desde la frontal que se marchó desviado.

Para entonces el Valdivia ya se había entregado, aunque no cesó en su empeño de al menos tratar de inquietar a Nico. Joselu probaría de nuevo, pero se encontró con un inspirado Peters para desviar a córner. El partido agonizaba y los pacenses se dieron por satisfechos.

La siguiente parada se adelanta al Viernes Santo en Olivenza. La vida sigue igual en la lucha por el título.

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