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El Mérida celebra con locura el gol del empate de Mansilla en la última jugada del encuentro. :: J. M. ROMERO
Otro 'Mansillazo' in extremis

Otro 'Mansillazo' in extremis

Un gol del central emeritense en la última jugada del partido mantiene las distancias entre Extremadura y Mérida tras un choque intenso, emocionante y muy igualado

JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

Lunes, 24 de noviembre 2014, 07:47

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En el último suspiro, cuando apenas quedaban unos segundos para llegar al final del partido, emergió la figura de Mansilla para conseguir un gol que servía para empatar un encuentro que ya pintaba de color azulgrana. El Extremadura se había adelantado en el marcador, había sabido defender bien su renta hasta ese momento y ya comenzaba a saborear una victoria muy trabajada, pero el central emeritense, acostumbrado ya a este tipo de gestas, se acabó por erigir en el protagonista de una gran película de suspense que dejó toda la emoción para la última secuencia.

Ayer se respiraba en Almendralejo el ambiente de las grandes ocasiones. En la capital de Tierra de Barros se echan de menos estas citas y la afición azulgrana no desperdició la oportunidad para disfrutar de un gran espectáculo. También la afición visitante estuvo representada, aunque en menor medida que en otras ocasiones, lo que otorgaba en cualquier caso un magnífico aspecto y colorido a las gradas del Francisco de la Hera.

Con este panorama en los prolegómenos del envite, los protagonistas del choque no podían decepcionar y desde luego que no lo hicieron. La intensidad que pusieron todos los futbolistas sobre el terreno de juego es digna de mención. El derroche físico fue brutal, ningún futbolista se guardó nada para otro día. La cita requería el mayor de los esfuerzos y nadie escatimó en ello.

El resultado fue un partido en el que hubo de todo. Con la emoción de un marcador siempre apretado, cada balón se peleaba como si fuera el decisivo. La principal novedad de la convocatoria de Cisqui estuvo en la inclusión del recién llegado Pantoja en detrimento de De la Cruz; por su parte, Alcázar dejó sin vestir a Lozano, Joaqui Flores y Santi Amaro. Loaisa actuó de lateral derecho, Troiteiro cayó a la banda derecha y Toni volvió a la titularidad en punta de ataque.

El agua caída sobre el terreno de juego hacía muy difícil el controlar el esférico y el ritmo de juego no era fluido por las continuas interrupciones. La presión que ejerció el Mérida sobre el Extremadura durante toda la primera mitad impidió cualquier acción ofensiva de los locales, a los que les costaba mucho trabajo acercarse a la portería de Manu. El respeto mutuo también se dejaba sentir: las ocasiones de gol brillaban por su ausencia. Tan sólo Sabino tuvo una buena opción a los cinco minutos de partido, cuando Juanjo centró desde la derecha y el delantero remató, algo forzado, a las manos de Manu.

El Mérida tampoco llegaba a los dominios de Carlos Saavedra con excesivo peligro, pero a punto estuvo de sacar provecho de los minutos de desconcierto que atravesó el Extremadura tras la lesión de Lolo Guerrero. El sevillano tuvo que retirarse poco después del primer cuarto de hora al sufrir un fuerte golpe en la rodilla que le impidió continuar. Cisqui reaccionó dando entrada en su lugar al joven Manu Alcázar, al que le costó adaptarse al ritmo del encuentro pero acabó siendo uno de los mejores.

El colegiado interpretó como voluntaria una cesión de Curro a Saavedra, por lo que el Mérida disfrutó de un libre indirecto dentro del área. Cristo estrelló el balón en la barrera y el córner se sacó sin consecuencias. Antes de llegar al descanso, el Mérida tuvo más dominio del juego, pero le faltó decisión para asediar a un Extremadura al que le vino bien el receso.

En la segunda parte los locales arrancaron mejor, llevando la mayor parte del juego al terreno contrario, pero sin embargo la mejor opción para inaugurar el marcador la tuvo Mansilla en un saque de esquina que botó Dani Alonso y que el central remató de cabeza junto al palo de la portería de Saavedra. La respuesta del Extremadura llegó de inmediato, en un pase por alto de Curro que habilitó a Juanjo, quien no supo resolver ante Manu, cuando tenía todo a favor para batirle.

El esfuerzo realizado durante la primera mitad comenzó a pasar factura, especialmente a los romanos, y con más espacios las ocasiones de gol comenzaron a llegar.

En el ecuador de la segunda parte, el joven azulgrana Diego, recién salido al terreno de juego, se adentró en el área por la parte izquierda y su disparo raso y cruzado superó a Manu tras tocar en un defensor emeritense, desequilibrando así la balanza a favor de los locales.

Con el marcador en contra, Alcázar introdujo a David Camps y a Jorge Caballero, cambiando el dibujo a un 4-4-2, con Perera también en el terreno de juego. De esta forma el Mérida arriesgaba para ir a por el empate, y la apuesta le salió bien al de Herrera del Duque. Camps había avisado con un potente derechazo desde el balcón del área que salió desviado por poco. El Extremadura se defendía con todas sus fuerzas, los minutos pasaban lentos para los de Cisqui y el Mérida aún no había dicho su última palabra.

En lo que iba a ser la última jugada del partido, Camps sacó un córner tras un excelente control. Con el cancerbero visitante Manu incorporado al ataque a la desesperada, el balón quedó en el lateral derecho del área, donde el central Pozo salió con excesivo ímpetu en su afán por despejar el cuero. Borja lo aprovechó para irse de él y sacarse un centro medido al segundo palo que tenía un destinatario muy concreto. Mansilla se elevó más que nadie y remató con potencia de cabeza sin que Saavedra, que llegó a tocar el balón, pudiera hacer nada por evitar el gol de la igualada.

Sin apenas tiempo para nada más acabó un buen encuentro con la desazón lógica del Extremadura, que a pesar de todo sigue manteniendo el liderato, y con un excelente sabor de boca para el Mérida, que en caso de derrota se hubiesen descolgado cuatro puntos de la cabeza.

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