Póquer de victorias seguidas del Badajoz

Volvía a salir con defensa de tres centrales el conjunto pacense y con una alta presión que sorprendía a su rival, lo que provocaba que, nada más arrancar el partido se viesen las ideas y el poder de uno y otro equipo. En el primer minuto, un centro desde la derecha del ataque visitante lo remató Gorka Santamaría de cabeza, con una aparición desde segunda línea. Sin embargo, se marchaba desviado.

El cuadro manchego tenía en los extremeños Nando Copete y Dieguito a sus hombres más peligrosos en el ataque. De hecho, el primero se plantaba en el minuto once ante Kike Royo, pero se resbaló a la hora de efectuar el disparo en la que era la primera oportunidad de peligro local. Lo que no fallaba era la presión del bando pacense, que superado el primer cuarto de hora provocaba el error en la salida local. Chris Ramos se adueñaba del esférico, lo entregó a Gorka Santamaría que, a placer, cruzó el remate ante Diarra para poner por delante al Badajoz. Empezó agresivo y con la presión alta el conjunto entrenado por Nafti y daba sus frutos para despejar las posibles dudas.

Chris Ramos

A pesar de la falta de costumbre del sintético terreno de juego, había un jugador del conjunto visitante que se hacía fuerte en el ataque: Chris Ramos. Superada la media hora, lo terminaría de demostrar. Se marchó de Toni Seoane de forma espectacular tras controlar con el talón para regatear a su rival, pero su disparo se perdió cerca del palo izquierdo de la portería defendida por Diarra. No logró dirigir bien el disparo ante la presión del propio Seoane que incluso pudo desequilibrarle. No falló dos minutos después. Ganó a su par por velocidad y con un toque de tobillo puso, con su pierna diestra, el esférico junto al palo izquierdo para abrir brecha en el marcador.

Pero cinco minutos más tarde, Pablo Vázquez cometía un inocente penalti sobre Nando Copete que recibía un balón en largo y con el control ya regateaba al central. El lanzamiento de Dieguito, con pierna derecha, engañaba a Kike Royo para acortar distancias.

La segunda mitad comenzaba con un Villarrubia volcado en busca del empate. El tanto al filo del descanso dio alas al cuadro local y, nada más arrancar, disfrutó de dos ocasiones para poner las tablas en el marcador. Carlos García ganaba la línea de fondo y centraba hacia la llegada de Nando Copete, pero Kike Royo cortó el envío. El meta también estuvo firme ante un disparo de Julio de Dios.

El Badajoz también disfrutó de oportunidades. César Morgado obligó a la intervención de Diarra sobre la línea. Chris Ramos, minutos más tarde, lanzó un autopase para irse en velocidad de Carlos Martínez y Víctor Algisí y plantarse ante el meta anfitrión. Pero cruzó en exceso su disparo en lugar de ceder a Gorka Santamaría, que aparecía libre de marca por el segundo palo. La tercera llegada sería una volea de Gorka Santamaría a centro de Carlitos Portero, que dio en la pierna de Víctor Algisí y se marchó a córner. En el tramo final el partido perdió intensidad con los cambios y las repetidas faltas. El cuadro pacense se sentía cómodo y entregaba la iniciativa a su contrincante, que era incapaz de generar peligro. Solo un disparo de Piojo, desde la frontal, rozó el larguero.

Cuando más apretaba el Villarrubia, entre Julio Gracia y Chris Ramos perdonaron la sentencia. El que no falló fue Caballero, tras un robo en tres cuartos que le permitió plantarse ante Diarra y batirlo con un lanzamiento entre las piernas, en el peor momento del choque para los pupilos de Nafti. El Badajoz disfrutó de otra oportunidad clara de celebrar un tanto. En la última acción del choque, Dani Segovia, de cabeza tras un servicio de César Morgado, estrelló el cuero en la madera. Un triunfo que permite al Badajoz seguir firme en su persecución al líder.