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Nafti blinda el Nuevo Vivero

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J.V. ARNELAS

Nafti blinda el Nuevo Vivero

El Badajoz se crece ante la adversidad para rearmarse tras la roja de Toni Abad en el minuto 6 y lograr una victoria de prestigio ante el Ibiza

Javi Pérez

Badajoz

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Domingo, 3 de febrero 2019

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Este Badajoz está hecho de una pasta especial. Nafti ha contagiado su carácter al equipo y esa unión le hace invencible, al menos en el Nuevo Vivero. El equipo pacense demostró que sabe sufrir, recomponerse y crecerse para superar todo tipo de condiciones adversas. Los blanquinegros hicieron un esfuerzo descomunal y un despliegue de facultades para levantar un partido que se le puso muy oscuro nada más empezar, pero que se llevó con pundonor, coraje y unas dosis de calidad. Entre David Martín, Cidoncha, Petcoff, Ferrón, Éder y especialmente José Higón descosieron a un Ibiza con patrón de aspirante a playoff en uno de los mejores partidos que se recuerdan.

El equipo de Nafti se rehizo del tremendo golpe de la expulsión de Toni Abad a los seis minutos, que pudo ser un KO técnico si Cirio llega a transformar el penalti. Pero el Badajoz sacó su ímpetu y orgullo para mantener su coraza en el Nuevo Vivero. Nafti ha conseguido blindar el estadio pacense. Incluso con todo tipo de factores en contra y 84 minutos con uno menos. La clave para tal heroicidad estuvo en el sacrificio de todos sus jugadores por adaptarse a las circunstancias y a lo que requería el equipo.

El partido comenzó raro. En apenas un minuto el Badajoz ya llevaba una amarilla y a los seis se quedaba con uno menos por roja directa a Toni Abad y un penalti en contra. Afortunadamente Cirio estrelló el balón en el larguero para alivio del Nuevo Vivero. Pero los problemas para el equipo de Nafti no desaparecían al tener que afrontar casi todo el encuentro con 10. La contra impulsada por Petcoff fue cortada por Núñez para impedir el peligroso avance de Higón y vio amarilla. De esa falta, blanquinegros y público reclamaron un penalti en el intento de remate de Francis Ferrón. Y en la siguiente carga ibicenca emergió Kike Royo para lucirse una vez más con un espectacular paradón a una mano en un remate de Rodado. Solo habían transcurridos diez minutos, pero a un ritmo trepidante.

Badajoz

Kike Royo; Toni Abad, Mario Gómez, Cristian Pérez, Eneko Zabaleta; José Higón (César Morgado, min. 87), Damián Petcoff (Kamal, min. 82), Cidoncha, David Martín; Francis Ferrón (Juanjo García, min. 53) y Éder Díez.

1

-

0

Ibiza

Lucas; Grima, Gonzalo, Núñez, Javi García; Serra (Ferrán, min. 53) , Iosu, Cirio (Raí, min. 68), Chavero; Provenzio (Jordi, min. 46) y Rodado.

  • gol: 1-0: Éder Díez, min. 29.

  • árbitro Santos Pargaña (andaluz). Expulsó a Toni Abad con roja directa (6). Amonestó en el Badajoz a Mario Gómez (1), Cidoncha (80) y Cristian Pérez (83) y por el Ibiza a Núñez (8), Provenzio (43) y Jordi (94).

  • Incidencias: Unos 5.500 espectadores en el Nuevo Vivero.

El fallo del penalti marcó el partido. La defensa pacense se escurrió y Rodado enfilaba con instinto asesino hacia Royo. Toni Abad le perseguía y sin poder alcanzarle le agarró la camiseta. Penalti y expusión. Los peores presagios caían sobre un Nuevo Vivero que se encogía. Pero el potente disparo de Cirio hizo tambalear el larguero. El Ibiza pareció no recuperarse y el Badajoz se agigantó.

El Badajoz apretaba los dientes y trataba de reorganizarse. Nafti puso a Juanjo García y César Morgado a calentar, pero no movió banquillo. Y acertó de pleno. Higón se quedó todo el carril derecho para él y puso su cuenta-kilómetros en marcha. El Badajoz encontró por ahí un filón con sus constantes subidas y sus envenenados centros al área. Ferrón y David Martín intercambiaron sus posiciones y el segoviano generó los espacios para que Higón se incorporara a sus anchas. Éder se las llevaba todas. En una gran triangulación de Petcoff y David Martín habilitaron a Higón que la colgó para que Ferrón rematara en plancha tocando lo suficiente el meta Lucas para que el balón se escapara a córner golpeando en la misma cruceta. Después, otra arrancada del incansable extremo valenciano puso en apuros al portero visitante al escurrirse la pelota entre las piernas en el remate de Éder.

El Badajoz se había crecido ante la adversidad y estaba decidido a refrendar ese dominio en gol. Tenía que aprovechar sus mejores minutos y llegó en otro balón colgado de forma exquisita por Higón que encontró un perfecto cabezazo de Éder Díez buscándola en el segundo palo. El Nuevo Vivero vibraba ante el empuje y coraje de su equipo.

El Ibiza parecía desconcertado ante la nueva disposición blanquinegra. No sabía cómo atajar los movimientos de Ferrón caído a la banda izquierda y de David Martín apareciendo entre líneas. El Badajoz volvió a coger por sorpresa al Ibiza con Francis Ferrón entrando por la izquierda y dando un pase atrás a la media luna sobre Éder cuyo disparo se marchó ligeramente desviado.

El Badajoz salió con la misma concentración e intensidad en la segunda mitad. Los blanquinegros querían ese segundo gol de la tranquilidad para cuando las fuerzas por el tremendo desgaste empezaran a fallar. Higón seguía a lo suyo y en colaboración con Petcoff y David Martín se fabricaron dos ocasiones seguidas con Éder como finalizador.

Pero el equipo de Nafti también se llevó sus sustos. Eneko Zabaleta sacó bajo palos un balón perdido tras una falta. Nafti recompuso la defensa volviendo al dibujo original dando entrada a Juanjo García por Ferrón y dejando a Éder solo en punta. El Badajoz juntó sus líneas. El Ibiza no encontraba una salida clara. Se veía atrapado y sin poder intimidatorio.

El Ibiza no inquietó en el segundo acto y el Badajoz incluso pudo sentenciar. Higón pudo tener el premio a su gran actuación, pero su disparo cruzado lo escupió el palo paseándose por la línea de gol en uno de sus chispazos en los que se plantó solo ante Lucas. La tuvo Eneko Zabaleta pero su disparo salió desviado y David Martín en una contra.

El Badajoz dio un paso atrás y permitió que el Ibiza se le agarrase al cuello. Tocaba sufrir en unos minutos finales de infarto. Nafti recurrió a la contención de Kamal por un ovacionado Petcoff y poco después a César Morgado por un exhausto Higón para frenar el creciente avance balear. El Nuevo Vivero se mordía las uñas. Ya había visto esta película de terror ante El Ejido y con más fortuna frente al UCAM. Pero a pesar de los apuros finales, tenía aprendida la lección y se defendía con todo.

El Nuevo Vivero miraba el reloj. Tragaba saliva. Nafti era un manojo de nervios y por fin el árbitro señaló el final. Explosión de júbilo en la grada y abrazos entre los jugadores en el césped. El Badajoz lograba una victoria de prestigio para reafirmarse en el potencial que esconde su vestuario.

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