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Moussa se lamenta de una ocasión fallada en la primera mitad. E. Domeque
La ansiedad hace mella en el Villanovense

La ansiedad hace mella en el Villanovense

Los serones suman cuatro jornadas sin ganar y siguen en el puesto de promoción del descenso tras un amargo empate ante la Balona

estrella domeque

Domingo, 3 de marzo 2019, 21:51

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El pitido final fue lo último que se escuchó en el municipal villanovense. El empate a cero cayó como una losa en un feudo que ha pasado por momentos mejores, aunque también peores sabiendo reponerse. Pero ayer, con los últimos rayos de sol, el silencio se apoderaba de la grada y del terreno de juego. Un silencio, roto solo por el himno, que casi dolía más que cualquier abucheo. Pajuelo y Poley permanecían inmóviles en el banquillo, junto a un cabizbajo Moussa con la mirada perdida, recordando la ocasión fallada.

No se había perdido, pero era sin duda uno de los puntos más amargos esta temporada. La necesidad de ganar, de darse por fin una alegría y de coger oxígeno fue una mezcla que volvió a generar ansiedad en el equipo de Julio Cobos ante una Balona conformista que supo jugar con los nervios de los serones.

Un partido sin goles, sin ocasiones y sin juego en uno y otro lado del campo. La férrea defensa visitante no hizo apenas concesiones y los locales no supieron aprovechar su única fisura. El dibujo inicial de Cobos preveía mucha pugna en la medular, de ahí la presencia en el once inicial de Alí y Pajuelo en un poco habitual doble pivote. También entró Moussa, con Carrasco esta vez en el banquillo. Al igual que Poley, que finalmente no tuvo minutos.

La primera llegada con peligro se resistió hasta el minuto 10, con un centro al área desde la derecha de Sergio Domínguez al que no llegó José Ramón. Dos minutos después respondía el equipo de Jordi Roger a balón parado con un balón de Pirulo al que llegó algo forzado Gato que impulsó lo justo para obligar a intervenir a Isma Gil. Dos oasis en medio de un desierto, pues poco más se vio en una primera mitad con muchas interrupciones que no dejaba a ninguno de los dos equipos entrar de lleno en el partido. Conforme pasaban los minutos, crecía la ansiedad en los jugadores verdes.

Y pudo acabar peor el primer tiempo, pues en el 41 despertaba el conjunto blanquinegro con un centro de Gato que Buba no pudo rematar ante Isma Gil y que terminó con Diakité apagando ese fuego.

VILLANOVENSE

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LINENSE

  • villanovense: Isma Gil; Sergio Domínguez, Javi Sánchez, Luis Martínez, Álex Romero, Pajuelo (Borja García, min. 58), José Ramón, Ali Diakité, Xavi Puerto (Carrasco, min. 72), Pedro Montero y Moussa (Raíllo, min. 64).

  • linense: Javi Montoya; Sergio Rodríguez, Pierre, Joe, Carrasco, Santana (Tarsi, min. 57), Gato (Juampe, min. 57), Sana, Buba, Pirulo (Ahmed, min. 74) y David Moreno.

  • Árbitros: Juan Luis Pulido Santana (canario). Amonestó a los locales Pajuelo, José Ramón, Luis Martínez y Javi Sánchez y a los visitantes Santana y Buba.

  • Incidencias: Estadio municipal villanovense, unos 1.500 espectadores.

Poco más se pudo ver hasta el descanso y el despertar de los serones se hizo esperar hasta el segundo tiempo. Se notaba algo más de electricidad en los de Julio Cobos en el arranque de los segundos 45 minutos. De hecho, en el 52, iba a llegar la ocasión más clara del partido marrada por Moussa que se plantó delante de Javi Montoya y perdonó de forma casi incomprensible el 1-0. El delantero guineano se llevaba así los primeros murmullos de la grada.

Llegaron entonces los primeros cambios, antes de que se cumpliese la hora de juego. Cobos dio entrada a Borja García en lugar de Pajuelo, algo que volvió a romper el silencio en el municipal villanovense, poco conforme con la salida del capitán. En la Balona, doble cambio con la entrada de Tarsi y Juampe por Santana y Gato.

La respuesta del cuadro visitante se hizo esperar hasta el 64, de nuevo a balón parado. El encargado de ponerlo en juego era Pirulo que puso un buena balón desde la izquierda al segundo palo, pero el remate de Sergio Rodríguez se marchó fuera.

Desesperación

La desesperación iba in crescendo en el lado serón, que jugaba ya con un sistema más ofensivo, con dos puntas, tras la entrada de Raíllo al terreno de juego en lugar de Moussa, y poco después de Carrasco en sustitución de Xavi Puerto.

Con José Ramón y Pedro Montero como hombres más incisivos en ambas bandas, en el 76, el primero lo intentaba desde la izquierda con un centro que remataba mal Carrasco en uno de sus primeros contactos con el balón.

Al inicio del último cuarto de hora, Roger agotó los cambios, Pirulo por Ahmed. En ese tramo, los visitantes merodearon el área de Isma Gil, primero con un centro de David Moreno que se paseó por el área pequeña y, en el 77, con un intento de chilena de Buba que se marchó fuera. Agotaba fuerzas el Villanovense volcado en ataque, pero parco en ideas. Y, en esas, la tuvo Ahmed para la Balona en otra clara ocasión que salvó Isma GIl en el mano a mano con el jugador catalán.

El pitido final echaba por tierra el trabajo de la semana. Javi Sánchez sujetaba con resignación el brazalete de capitán y, en la portería, Isma Gil se lamentaba agachado. Once finales les quedan por delante para seguir remando.

Cobos: «Tengo que alentar al equipo a que siga peleando»

«Si estuviésemos en otra situación estaríamos más tranquilos y podríamos hacer más cosas, porque los futbolistas tienen más confianza. En estos momentos intentas no equivocarte y aprovechar la equivocación del contrario», explicaba Julio Cobos tras un partido que había transcurrido como esperaba, a excepción del resultado, «muy trabado, entre dos equipos con necesidades, sobre todo nosotros. No se ha visto mucho fútbol y sólo recuerdo una ocasión clara para cada equipo».

Sobre la ansiedad de sus jugadores decía que tienen que convivir con ello en los partidos que restan. «El vestuario está cabizbajo. Pero tengo que alentarles a que hay que seguir trabajando, corriendo y peleando. Quedan once partidos y si hubiésemos ganado teníamos que jugar once partidos más. Si hubiésemos perdido, ¿no jugamos los once siguientes? No, esto sigue. Se ha sumado un punto, me gustaría que hubiesen sido tres, pero pensamos ya en el próximo partido ante el Granada B».

En cuanto a la presencia de Diakité y Pajuelo juntos en el once explicaba que ya lo habían hecho antes con Pajuelo y Selfa: «nos enfrentábamos a un equipo que encaja poco gol, que es duro y que si no peleas con sus mismas armas lo puedes pasar mal».

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