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César Caneda, del Logroñés, vigila a Eder el sábado. :: fran jiménez
El abuelo del fútbol español aguarda al Badajoz

El abuelo del fútbol español aguarda al Badajoz

A sus 41 años, el central de la UD Logroñés César Caneda es el jugador con más partidos en Primera, Segunda y Segunda B

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Jueves, 30 de mayo 2019, 08:10

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Que peine canas es indicativo de su avanzada edad, al tratarse de un deportista. Nada más que eso. No implica, pese a ser lo cotidiano, que sus 41 años le priven de una condición de futbolista tan incombustible como indispensable en su equipo. 'Titularísimo' allí donde le conduce el destino, en los últimos cuatro años la UD Logroñés, un destino que ahora le sitúa como amenaza del sueño de ascenso a Segunda del CD Badajoz. Hablamos de César Caneda, el central vasco (Vitoria, 10-05-1978) del cuadro riojano, el jugador con más partidos en la historia del balompié español englobando Primera, Segunda y Segunda B. Más de 800 le contemplan en 24 temporadas. Asegura no llevar la cuenta, que considera un asunto más mediático que otra cosa, pero se siente orgulloso de que su nombre esté por encima de míticos como Andoni Zubizarreta (que sí le supera si se cuentan citas europeas y de selección), el ilicitano Nino, Robert Fernández o Paco Buyo. Jugó en el Athletic -la Champions en el 98-, pasó por Sevilla, Cádiz, Alavés, Racing y por aquel milagroso Mirandés de Segunda B que accedió a una semifinal de Copa del Rey, además de vivir tres ascensos a Primera. Por lógica, ha sufrido la cara amarga del deporte, como un descenso de su Alavés natal.

Pero todo eso es pasado. El presente le ha colocado en el punto de mira de un esperanzado Badajoz al que ya aguarda en la vuelta del domingo en Las Gaunas. El zaguero ve la eliminatoria muy abierta pese a la ventaja del 0-1 del Nuevo Vivero. «Espero que se viva un ambiente muy bonito, sobre todo entre ambas aficiones y que la gente que venga de Badajoz sea bien tratada y se encuentre a gusto. Será un partido trascendente, una eliminatoria muy abierta porque el 0-1 no es definitivo y al final de los 90 minutos se conocerá quién tiene la suerte de pasar. El resultado fue muy bueno para nosotros, pero lo afrontaremos con la misma intensidad que allí. En el playoff entra siempre el factor suerte y el otro día cayó de nuestro lado y pudimos marcar, pero nada de relajación».

Nada de confianza porque es consciente del potencial blanquinegro. «Vi bien al Badajoz. Es un equipo muy fuerte, con gente muy ganadora tanto atrás como arriba. Hicimos un buen análisis del rival y pudimos contrarrestar sus jugadas. Siempre se dice, y yo lo defiendo, que en el playoff se defiende lo mejor posible, son partidos muy cerrados, con pocas intervenciones de los porteros y si tienes la fortuna de hacer gol, mejor. Ellos tuvieron varias ocasiones, nosotros también, y al final la victoria se fue a Logroño por pequeños detalles. Hay que apretar los dientes porque en cualquier momento puede cambiar eso».

«El Badajoz es un equipo muy fuerte. Tuvimos la suerte de marcar, pero la eliminatoria está abierta»

«El fútbol no deja de sorprender. Cuanto más tiempo llevo, más me doy cuenta de que no sé nada»

Es curioso que alguien de su experiencia reconozca que con los años se da cuenta de que cada vez sabe menos de fútbol, pero lo razona hasta con ejemplos. «Es un juego y nunca te deja de sorprender. Cuanto más tiempo, más me doy cuenta de que no sé nada. Mira la Champions de este año, los resultados que hubo. Quién le iba a decir al Barcelona que le ocurriría lo que le ha ocurrido. El fútbol es inesperado», apostilla.

Caneda afirma llevar varios años avisando de que se va a retirar, pero su rol en el equipo no invita a ello. No es el típico 'abuelete' al que el técnico llama para tapar un hueco o una coyuntura. Su trabajo en el Nuevo Vivero ante Eder y Ferrón fue magnífico, como el de toda la zaga riojana. «Cuando vea que solo juego diez partidos y que los jóvenes me pasan por la derecha lo dejaré, pero por ahora disfruto, y cada día más. Uno necesita un motivo por el que levantarse cada día. Es un privilegio vivir del fútbol», comenta el blanquirrojo, para quien no hay secreto que explique su longevidad más allá de la comunión entre genética, trabajo y una mentalidad de sacrificio para hacer frente al mayor adversario del deportista: el paso del tiempo.

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