Cambio de cromos en enfermería

En cambio, las vibraciones son mucho más positivas con Valverde, que en la primera jornada cayó lesionado en Gijón y cuya evolución esta semana ha convencido al cuerpo técnico, por lo que casi con toda seguridad entrará en la convocatoria.

Otro que esta semana ha visitado la enfermería es el único punta nato del equipo, Martins. El jugador se retiró con molestias el pasado domingo frente al Valladolid B a causa de una contractura y es difícil que pueda estar recuperado, ya que no ha podido ejercitarse con sus compañeros durante la semana.

Lesiones al margen, es evidente que Martins en el aspecto físico no está en su mejor momento, por lo que este año el equipo no está disfrutando de su mejor versión. Por todos es sabido que su fuerte no es la puntería de cara al gol, sino más bien su persistencia en la presión en primera línea y su explosividad. Ambas características se han visto mermadas en este primer mes de competición.

Así, es previsible que Ángel Marcos coloque a Aarón Fernández, el jugador comodín de esta plantilla, como punta, ya que es probable que Valverde no parta en el once inicial.

Apoyos

Los lógicos contratiempos deportivos no empañan una semana en la que la entidad ha sacado músculo en un nuevo intento de acercar el club a la ciudad. La excusa de la presentación de las nuevas equipaciones de la marca Kappa sirvió el miércoles para reunir en un acto a cuerpo técnico, plantilla, colaboradores consultivos, agentes institucionales y patrocinadores ante los medios de comunicación para lanzar a la ciudad un mensaje al unísono con sinfonía de unidad, no solo desde la propia entidad deportiva, sino también desde Ayuntamiento de Cáceres, Diputación y Junta de Extremadura. El acto contó con representación de las tres instituciones públicas, incluida la directora general de Deportes, Conchi Bellorín, quien ratificó el apoyo del Ejecutivo autonómico al equipo.

Aunque el apoyo social aún es un tanto caricaturesco para una ciudad de casi 100.000 habitantes, lo cierto es que el Cacereño ha logrado superar la cifra de abonados de la pasada temporada, pasando de 400 a 600. En la entidad queda aún trabajo por delante para recuperar la complicidad popular que el propio Antonio Martínez Doblas recabó en sus primeros años al frente de la entidad y que poco a poco, por causas muy diversas y tras un quebranto de imagen, ha ido consumiéndose como una pavesa hasta tocar fondo. La intención ahora es la de resurgir, pero no basta solo con la intención, sino que se antoja necesaria la eliminación del hermetismo, más que en órganos de decisión, en los satélites consultivos de la entidad, posicionados de espaldas a la realidad de esa mayoría silenciosa que dejó de ocupar las butacas del Estadio Príncipe Felipe. El Cacereño tiene ahora el reto de aprovechar el tiempo y utilizar las armas para la enmienda. Los resultados deportivos tendrán que hacer el resto.