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Jornada 11

El Madrid no encuentra llave para el cerrojo de Osasuna

Dominio inocuo de los blancos ante un equipo rojillo que exhibió solidez para explicar su condición de visitante temible en esta Liga

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Miércoles, 27 de octubre 2021

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Superado el bache con el que alcanzó el último parón de selecciones y espoleado por su prestigiosa victoria en el Camp Nou, el Real Madrid vuelve a abrir las puertas del Santiago Bernabéu un mes después del tiroteo del Sheriff para recibir a Osasuna, uno de los equipos revelación de la Liga con 18 puntos que le han instalado en puestos europeos.

Los rojillos, que acumulan tres triunfos en las cuatro últimas jornadas y son el único conjunto que ha ganado todos los partidos que ha disputado a domicilio en lo que va de campeonato, aspiran a mantener la racha y examinarán la factura del clásico frente a un rival reforzado pero que en los últimos tiempos ha tenido que pagar peaje tras varios de los volcánicos duelos que ha librado con el Barça.

Cinco victorias, tres empates y dos derrotas ha coleccionado el Real Madrid en los encuentros de Liga celebrados a renglón seguido de los diez clásicos que antecedieron al del pasado domingo. Pero el balance empeora si se tiene en cuenta el choque inmediatamente posterior a una refriega con el Barça que siempre exige al máximo por el impacto emocional del pleito entre los enconados enemigos: tres triunfos, cuatro tablas y tres derrotas para los merengues entre todas las competiciones.

Los goles de Alaba y Lucas Vázquez en el feudo azulgrana permitieron al Real Madrid imponerse por cuarta vez consecutiva al Barça, la mejor racha de los blancos en el clásico desde 1965. Pero los resultados que acompañaron a los tres primeros triunfos de esa serie invitan a la cautela.

Tras el 2-1 registrado en el Alfredo Di Stéfano en la jornada 30 de la última campaña liguera, la escuadra que por entonces entrenaba Zinedine Zidane empató a cero con el Liverpool en la vuelta de cuartos de final de la Champions y repitió marcador frente al Getafe en la siguiente fecha del campeonato español. En la primera vuelta había asaltado el Camp Nou por 1-3, pero tres días después sudó la gota gorda para obtener un empate 'in extremis' ante el Borussia Monchengladbach en la máxima competición continental, antes de golear al Huesca en el torneo de la regularidad (4-1). Peor fue la resaca de la campaña 2019-20, cuando el Betis disolvió la euforia desatada por las dianas de Vinicius y Mariano en la portería de Ter Stegen doblegando a los blancos por 2-1 en el Benito Villamarín justo antes de que la pandemia pusiese en jaque a la Liga.

Para encontrar la victoria más reciente del Real Madrid en su primera comparecencia después de un clásico hay que remontarse al 31 de octubre de 2018, cuando goleó al Melilla en la Copa del Rey después de encajar el 5-1 en el Camp Nou que sentenció a Julen Lopetegui.

Once de garantías

Carlo Ancelotti no quiere confianzas con el objetivo de cambiar esa dinámica. El buen momento por el que atraviesa Osasuna obligará al italiano a poner un once de garantías, pese a que la acumulación de partidos aconseja dar descanso a algunos de los veteranos. El técnico de Reggiolo ha ido recuperando efectivos en los últimos días, aunque para el choque frente al conjunto de Jagoba Arrasate pierde a Valverde, que regresó de Barcelona con un esguince en el ligamento lateral de la rodilla izquierda que le hará perderse también los siguientes enfrentamientos ante Elche y Shakhtar.

Courtois también salió tocado del clásico, lo que da alguna opción a Lunin de figurar bajo palos por primera vez este curso. Las rotaciones podrían abrirse paso en la medular, donde Camavinga y Asensio pugnan por dar descanso a Modric y Kroos. Arriba ya está disponible Jovic y Hazard necesita coger ritmo y sentirse importante tras no disputar ni un solo minuto contra el Barça, aunque es difícil mover a Rodrygo, Benzema y Vinicius. Siguen siendo bajas Bale y Ceballos.

Arrasate no podrá contar con Aridane, que no termina de superar su lesión en el sóleo, ni con el sancionado Cote. También se quedaron fuera de la convocatoria por problemas físicos, Ramalho, Juan Pérez y Budimir.

Osasuna solo ha ganado dos veces en el Bernabéu, donde no se impone desde abril de 2004, y acumula doce derrotas en sus trece últimas visitas al Real Madrid, con un balance de 37 goles en contra y solo 9 a favor. «En estos casos, normalmente las estadísticas suelen ser desfavorables porque hablas de un rival que es muy potente. Sabemos que tenemos que hacer casi todo bien, pero tenemos esa ilusión. Fuera de casa nos están saliendo bien las cosas y si hacemos un partido perfecto, redondo, seguramente tendremos alguna opción», argumentó su técnico.

No hubo manera alguna de doblegar a Osasuna para el Real Madrid, que podía haber jugado una hora más y quizás así tampoco hubiera encontrado la llave a un cerrojo rojillo de máxima seguridad. Dominó de forma insistente el conjunto de Ancelotti, las cosas como son, pero sus caminos hacia el gol fueron improductivos. Fue incapaz en el juego posicional, abusó de los disparos desde la distancia y los centros al área y apenas sacó rédito a la velocidad a la contra, su mejor característica pero bien controlada por los muchachos de Arrasate.

Osasuna se presentó en el Bernabéu con la vitola de mejor visitante de la Liga, lo que unido al último recuerdo de la afición madridista a orillas de La Castellana, la sorprendente derrota ante el Sheriff en Champions, y la siempre inevitable resaca del clásico no invitaban a confianza alguna en Chamartín. Con Carvajal de regreso por Lucas Vázquez, Camavinga en lugar de Kroos y Asensio sustituyendo a Rodrygo el Madrid trató de meterle mano al duelo a través de la paciencia en la posesión de balón. La precisión en el pase en largo de Kroos y la velocidad de Carvajal encontraron la primera rendija en el entramado defensivo rojillo, poblado hasta con cinco hombres en la zaga, pero Sergio Herrera estuvo rápido al quite.

Real Madrid

Courtois, Carvajal (Lucas Vázquez, min. 69), Militao, Alaba, Mendy (Marcelo, min. 69), Camavinga (Rodrygo, min. 46), Casemiro, Kroos, Asensio (Hazard, min. 69), Benzema y Vinicius.

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Osasuna

Herrera, Nacho Vidal, Unai García, David García, Juan Cruz, Manu Sánchez, Torró, Moncayola (Oier, min. 90), Javi Martínez (Brasanac, min. 67), Kike García (Barbero, min. 89) y Chimy Ávila (Rubén García, min. 67).

  • Árbitro: Soto Grado (Comité Riojano). Amonestó al osasunista Unai García y al madridista Camavinga.

  • Incidencias: Partido de la jornada 11 de Liga disputado en el Santiago Bernabéu ante 35.000 espectadores.

Vinicius no estaba tan activo como en la primera parte en el Camp Nou, pero una cabalgada suya fue suficiente para sacarle la amarilla a Unai García y propiciar una peligrosa falta que Benzema no pudo convertir. Poco a poco iban llegando las ocasiones blancas, pues Camavinga la tuvo pero estuvo lento para armar el disparo tras pase de Asensio. El Madrid, inocuo en el juego posicional, amenazaba al contraataque y con espacios para la velocidad, su vía hacia el gol predilecta.

Los hombres de Arrasate apenas disfrutaban del balón, pero se defendían con acierto de las intentonas locales, todas ellas desde la distancia ante las dificultades para progresar sin espacios. Lo probaron Militao, con un disparo tan lejano como duro que rechazó Herrera, y Vinicius, cuyo remate se fue lamiendo el poste izquierdo del arco osasunista tras rozar el cuerpo de un rival. Cuando se visita el Bernabéu, el libreto de instrucciones pasa por resistir y golpear en la que se tenga. Y la tuvo Kike García, que tras un saque de esquina se encontró en el corazón del área blanca con un balón tan franco como inesperado, tanto que la echó arriba.

Le sobraba control de balón y le faltaba profundidad al Madrid, por lo que Ancelotti recurrió tras el descanso a Rodrygo, en detrimento del amonestado Camavinga, con Asensio como volante ofensivo. Sin embargo, la más clara del inicio del segundo acto fue otra vez de Osasuna, que salió a la contra mediante la velocidad del 'Chimy' Ávila, al argentino no lo encimó Carvajal pero fue generoso y prefirió ponerla para Moncayola, que perdonó con todo a favor y la envió al poste.

El Madrid se repuso del susto tirando de vértigo tras la recuperación de balón, pero seguía sin encontrar la tecla. Incluso el inspirado Benzema se topó con la cruceta en el camino hacia el ansiado gol. Pese a la igualada a nada inicial, Osasuna había perdido muchos metros de campo por el camino y ahora ya defendía demasiado replegado en sus propios dominios. Ancelotti redobló la apuesta para los últimos minutos con las piernas frescas de Marcelo y Lucas Vázquez por los carriles y Hazard en lugar del desapercibido Asensio.

No dio resultado, la receta del Madrid a la sequía pasaba todavía por los disparos desde la lejanía, sobre todo de Kroos, que tiene un guante pero no terminó de acertar. La más clara la tuvo Marcelo, que por un instante pareció dispuesto a regresar a ese pasado de lateral izquierdo más desequilibrante del mundo, pero acabó en un quiero y no puedo madridista ante un conjunto que es una roca. Por algo es el mejor visitante de la Liga.

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