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Urrutia y Muniain se dan la mano tras la renovación. Foto: Athletic Club | Vídeo: Atlas
Primera

La atípica y «sorprendente» renovación de Muniain sin cláusula

El jugador rechaza la habitual rescisión como «muestra de fidelidad» al Athletic, que ya perdió a Laporte y Kepa por 65 y 80 millones, respectivamente

AMADOR GÓMEz

Miércoles, 21 de noviembre 2018, 10:13

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Iker Muniain y el Athletic firmaron este miércoles una atípica y «sorprendente» renovación de contrato, como la calificó el propio delantero navarro, al no incluir cláusula de rescisión en el compromiso entre ambas partes hasta junio de 2024. Como «muestra de fidelidad» al Athletic y, al contrario de lo que es una práctica habitual en el fútbol español, Muniain ha mejorado y ampliado su contrato con el club bilbaíno sin compensación para la entidad en el caso de que el jugador decidiese romperlo unilateralmente antes de su finalización. Muniain tenía hasta ahora una cláusula de 45 millones de euros que ha desaparecido, ya que considera que «es l o más justo, como forma de agradecer al Athletic su apoyo incluso cuando ha habido malos momentos».

Desde 1985 los futbolistas de la Liga tienen la posibilidad de rescindir su contrato, a cambio de una cláusula establecida en el momento del acuerdo o fijada por un tribunal de justicia ordinaria. Por tanto, dado que no existe tal rescisión en el compromiso contractual entre Muniain y el Athletic, si el futbolista desea algún día abandonar el club de su vida, en caso de que no hubiese pacto entre vendedor y comprador, deberá ser un juez quien marcará su precio de salida, basado en su salario, que a partir de ahora será de unos cuatro millones de euros limpios anuales, cuando hasta el momento cobraba 2,5 millones.

La renovación de Muniain supone un caso inusual en España desde hace tres decenios, cuando el decreto 1.006 instauró las cláusulas de rescisión como instrumento de los clubes para blindar a sus futbolistas y de los jugadores para desvincularse bajo pago de una cantidad que, lógicamente pagada por el comprador, debe ser depositada en LaLiga por el propio implicado, para que la patronal la transfiera al vendedor. Supone una rareza, ya que el delantero navarro, que cuando era niño rechazó a Osasuna porque su único deseo era defender los colores del Athletic, tiene previsto continuar su carrera deportiva en el club vasco, con el que cumple con el primer equipo su décima temporada con 25 años y hasta el momento ha disputado 359 partidos oficiales (51 goles). Ha sido tentado por otros, pero no quiere irse.

En teoría, las cláusulas de rescisión no sólo benefician a los futbolistas, sino también a los clubes, que tienen la posibilidad de garantizarse la continuidad de sus estrellas con cantidades muy elevadas, aunque los 1.000 millones de Cristiano Ronaldo no sirvieron para que el crack portugués no se marchase a la Juventus, igual que los 222 millones que tenía Neymar no impidieron el traspaso del brasileño a PSG. El mismo Athletic se quedó sin el defensa francés Aymeric Laporte, ya que el Manchester City pagó su cláusula de 65 millones, y también sin Kepa Arrizabalaga, a cambio de los 80 millones de indemnización del Chelsea que convirtieron al vizcaíno en el portero más caro de la historia.

«Estoy feliz y contento por haberlo hecho así. Hemos tenido casos en los que se han marchado compañeros y la gente se ha sentido tocada. Es una forma de demostrar mi fidelidad por este club. Es una forma de agradecer al club, a la gente, a la junta directiva, al presidente y a todos los que rodeamos a esta familia», destacó Muniain, cuyo contrato podría generar dudas en posibles interesados, al tener que ser fijado el precio de un posible traspaso por un juez de lo laboral. En el caso de 'Mista' en 1999, el exjugador del Real Madrid rompió de forma unilateral su contrato con el Real Madrid para irse al Tenerife al considerar que su cláusula de 750 millones de pesetas era abusiva y no se correspondía con los cuatro millones de pesetas que percibía por temporada en el club blanco. Finalmente, el Real Madrid y el Tenerife se vieron forzados a un acuerdo para su traspaso por 200 millones de pesetas, para que tan polémico caso no tuviese que resolverse en los tribunales de justicia.

Muniain, sin embargo, promete no traicionar al Athletic. «Era un deseo, un sueño que hoy puedo cumplir, el de hacer prácticamente toda mi carrera aquí. Es lo que siempre he querido desde que llegué a Bilbao. Hoy se hace realidad y estoy infinitamente feliz», se congratuló Muniain, mientras Josu Urrutia plasmaba satisfecho su última renovación -con su aspiración de que no hubiera claúsula de salida- antes de abandonar de forma definitiva la presidencia del Athletic. Eso sí, parece complicado que haya otros que emulen al internacional español.

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