Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Messi, contra los parecidos razonables
fÚTBOL

Messi, contra los parecidos razonables

El equipo de Luis Enrique, en su última campaña, afronta cinco días en los que se juega la Liga de Campeones y la Liga en un todo o nada que recuerda a lo sucedido hace cinco años en el último curso de Guardiola

P. Ríos

Domingo, 16 de abril 2017, 17:04

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Se repite la historia. Igual que pasó tras la humillación sufrida en París (4-0), cuando Messi logró dos goles ante el Leganés (2-1) para evitar el hundimiento definitivo en un triste partido del Barça, después del 3-0 en Turín otro doblete del argentino en un mal encuentro ante la Real Sociedad (3-2) mantiene vivo al equipo azulgrana. En aquella ocasión los tres puntos ligueros fueron los cimientos de la histórica remontada que se gestó en las dos semanas siguientes, sin prisas, con calma. Ahora no vale con haber colocado un ladrillo de una nueva proeza. La victoria del sábado, pese a las dudas generadas por el equipo, especialmente en defensa, debe servir ya de rearme anímico definitivo y urgente porque la semana que se avecina es un todo o nada absoluto. El miércoles se sabrá si el equipo de Luis Enrique se clasifica para las semifinales de la Liga de Campeones o paga su pésimo partido de ida ante la Juventus y el domingo quedará claro en el clásico del Bernabéu si disputa la Liga al Real Madrid hasta la última jornada o abandona. En cinco días el Barça del triplete puede mantener su sueño o centrarse de forma prematura en una lejana final de Copa ante el Alavés.

Las similitudes de la última temporada de Pep Guardiola como entrenador del Barça con este último curso de Luis Enrique comienzan a ser sorprendentes y, conociendo la historia, preocupantes. Entre el 18 y el 24 de abril de 2012, aquel equipo que lo había ganado todo cayó en semifinales de la Liga de Campeones ante el Chelsea (1-0 en Londres y 2-2 en el Camp Nou) y vio cómo el Real Madrid, en medio de la eliminatoria, sentenciaba su única Liga de los últimos siete años en el clásico del estadio azulgrana (1-2). El técnico acabó la secuencia anunciando que no seguiría en el banquillo la siguiente campaña y el equipo, aunque ya distanciado de su entrenador, acabó brindándole el título de Copa ante el Athletic.

Ahora, otro Barça que viene de ganarlo todo puede quedarse sin Copa de Europa ni Liga en una cadena de partidos similar en fechas parecidas: entre el 11 y el 23 de abril de 2017. Hay diferencias, claro: aquel conjunto no mereció el KO europeo en semifinales por la cantidad descomunal de ocasiones que creó en los dos partidos ante un afortunadísimo Chelsea, pero el actual, salvo cambio radical en la vuelta de cuartos, apenas dio señales de vida en Turín. Y Luis Enrique evitó la incertidumbre sobre su futuro anunciando con antelación que no seguiría en el Barça después de tres temporadas. Guardiola, tras cuatro años en el cargo, mantuvo la emoción hasta aquella semana. Pero entre las semejanzas, otra que inquieta: también se ha producido ya el desgaste entre la plantilla y el entrenador asturiano y quién sabe si la Copa, con todo el respeto hacia el combativo Alavés, será el consuelo.

La historia la conoce bien Messi, siempre protagonista en la última década azulgrana. Y seguro que intentará que no se repita. Por lo menos, quiere que las opciones al triplete se prolonguen unas semanas más. Su momento de forma es el ideal, es más líder que entonces y tiene la ambición intacta. En el Juventus Stadium fabricó ocasiones para Iniesta y Luis Suárez, desperdiciadas por sus compañeros, y ante la Real Sociedad, además del doblete, dio el tercero a Paco Alcácer, recuperado para la causa. Curiosamente, a quien hay que levantarle el ánimo ahora es a Luis Suárez, encallado en una de esas rachas negativas que viven todos los arietes de vez en cuando: lleva tres partidos seguidos sin transformar sus oportunidades, un mundo para el uruguayo, que sufre de ansiedad en esos casos. Y la esperanza ante la Juventus es Neymar por lo descansado que estará en una semana en la que sólo jugará ese partido por su sanción de tres partidos en Liga. El brasileño ya lideró la remontada ante el PSG y sabe que puede volver a hacerlo.

«Estaremos en la eliminatoria en algún momento, pero necesitamos de la efectividad que no tuvimos allí», afirmó Luis Enrique, mientras que Piqué vio al equipo preparado «para remontar a la Juventus y ganar en el Bernabéu». Con su discurso conectaron con una afición que no pasó factura por el 3-0 de Turín y que se centró en animar al equipo, incluso con referencias a la remontada. Eso sí, el Barça, con 4-3-3 o 3-4-3, tendrá que defender mejor que ante la Real Sociedad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios