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Zinedine Zidane, a su llegada a Kiev. AFP
Zidane, en la senda de Paisley
Final

Zidane, en la senda de Paisley

El marsellés, loado por sus futbolistas, aspira a su tercera Champions con el mismo club, algo que sólo ha logrado el británico, cuyo Liverpool tumbó al Real Madrid en 1981

Óscar Bellot

Enviado especial a Kiev

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Viernes, 25 de mayo 2018, 06:43

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Zinedine Zidane está a un paso de hacer historia. El francés aspira a conquistar en el Olímpico de Kiev su tercera 'orejona' como técnico, algo que sólo han logrado otros dos preparadores en el transcurso de un torneo que contabiliza 63 ediciones con la presente: Bob Paisley y Carlo Ancelotti. El italiano dividió sus títulos entre Milan (dos) y Real Madrid (uno), mientras que el británico los amasó con el mismo club, el Liverpool, precisamente el equipo que tendrá como adversario el galo el sábado en un encuentro que podría situarle en una cumbre que nadie ha hollado aún: los tres entorchados consecutivos como timonel.

Ni la hazaña de ser el primero que enlazaba dos Champions consecutivas le sirvió al marsellés para desembarazarse del sambenito de simple alineador o gestor de egos que le colgaron cuando en enero de 2016 Florentino Pérez le sacó del Castilla para encomendarle el mando de una escuadra que se desangraba por el distanciamiento ente Rafa Benítez y algunas de sus figuras señeras. Su paso por el banquillo del filial había sido gris y muchos le vaticinaban un corto recorrido a causa de su escasa experiencia como entrenador. Dos años y medio después, Zidane, figura totémica de la entidad e icono de la Liga de Campeones con aquella formidable volea que valió la 'novena' en Glasgow, es el segundo técnico más laureado del Real Madrid con ocho títulos, los mismos que Luis Molowny y superado únicamente por Miguel Muñoz, que acumuló catorce entre 1959 y 1974. De conducir al cuadro merengue al trono continental por tercera ocasión seguida, firmaría una gesta difícilmente repetible que le serviría, además, para reivindicarse tras un año plagado de altibajos.

El mal desempeño en la Liga y, sobre todo, el fiasco copero ante el Leganés, provocaron una tormenta de críticas. Zidane se refugió en la plantilla, a la que defendió a capa y espada, aleccionado por sus años como futbolista de que el cierre de filas con los jugadores resulta capital para cualquier entrenador del Real Madrid. Blindó a figuras cuestionadas como Keylor Navas, llegando incluso a contravenir los deseos de la directiva de reclutar a Kepa Arrizabalaga. El resultado es un plantel agradecido que no duda en citarle como clave de la nueva edad de oro del Real Madrid en su competición fetiche.

Cercanía y confianza

«Si hay alguien al que tenemos que agradecer todo esto es al míster», señala Nacho sobre un preparador del que elogia su carácter cercano y la confianza que transmite a los jugadores. «Todos nos sentimos respaldados y la relación con el míster es como si fuera un jugador más», incide el polivalente zaguero. «Es uno de los mejores que me ha entrenado junto a Mourinho y Ancelotti. Es muy claro, te habla todo muy fácil porque ha jugado al fútbol y eso ayuda más a conectar con los jugadores», proclama Marcelo, que acudió presuroso al encuentro con Zizou tras marcarle un gol al PSG en la ida de octavos en señal de gratitud por haber servido de escudo frente a los reproches.

Su leyenda como futbolista le ayudó a ganarse el respeto del vestuario desde el primer día. Así lo reconoce Isco, cuyo talento y esfuerzo acabaron por convencer a Zizou de que merecía un puesto en el once. «Ha sido de los mejores jugadores de fútbol de la historia y cualquier consejo que te da es bueno, se nota cómo gestiona a la plantilla. En dos años y medio estamos peleando por ganar la tercera Champions. Es increíble lo que está logrando», destaca el malagueño.

«Domina todo lo de dentro porque lo ha vivido como jugador y lo ha sabido trasladar al Zidane entrenador», resalta Sergio Ramos, que fue su compañero en la última campaña del marsellés antes de colgar las botas. «Nadie puede decir que un entrenador sea mejor que otro por ser brillante en lo táctico o por coordinar y saber manejar un vestuario. Zizou domina muy bien todo y sabe darnos en el campo lo que necesitamos» apuntala el camero. «Nos aporta muchas cosas. Con él es un aprendizaje diario. Todo lo que dice es porque lo siente así, nos transmite mucho y muy contentos de trabajar a sus órdenes», remacha Lucas Vázquez, el que más partidos ha jugado a sus órdenes tanto en la campaña anterior como en la presente.

«Viví 17 o 18 años de jugador, con muchos entrenadores y jugadores muy buenos con mucho ego. Conozco muy bien cómo funciona la cabeza de un jugador y eso es importante para mí, pero no es lo único. No sólo se gana por eso. Hay mucho trabajo por detrás y una filosofía. No soy el mejor entrenador tácticamente, vosotros también lo decís, pero tengo ilusión y pasión y eso vale mucho más. De jugador era mucho más fácil. Vosotros sabréis lo que tengo de bueno y de malo. Tengo una pasión para el fútbol», defiende Zidane, que recalca que «para ganar con regularidad debes tener un vestuario bueno y unido». Un ambiente que constituye la pócima con la que el galo ha llevado al Real Madrid a las puertas de la 'decimotercera'.

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