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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Cristiano, a la derecha, celebra junto a sus compañeros el pase mientras Giménez se lamenta en el suelo REUTERS
Cristiano destroza el sueño del Atlético
Octavos | Vuelta

Cristiano destroza el sueño del Atlético

El portugués fulmina a un irreconocible conjunto rojiblanco que se despide de su final en la Champions sin ni siquiera rematar a portería

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Martes, 12 de marzo 2019

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Diego Pablo Simeone siempre es cauto. No sólo por ser recordado por su mantra de pensar a corto plazo sino por respetar a sus rivales, ya desde su etapa de jugador. En sus experiencias en los banquillos, ya fuera en Argentina, España o Italia nunca mostró un exceso de confianza. Y menos en el país transalpino, donde su próximo rival domina el campeonato con autoridad en el último lustro. Ahora, pese a la ventaja lograda en el Metropolitano, sabe en que Turín «tocará sufrir» para lograr los cuartos de final de una 'orejona' que se resiste (las finales de 2014 y 2016 aún duelen) y cuya final este año se juega en su propio estadio el próximo 1 de junio. Y es que aunque en Champions sólo 19 veces de 186 un equipo perdió un 2-0 de renta y sólo 11 de los resultados que ha tenido en sus 417 partidos dirigidos con el Atlético le dejan fuera (otros 12 le llevarían a la prórroga), el Cholo sigue preocupado. Teme el inicio del encuentro. Aún no ha olvidado cómo la Juventus igualó un 0-3 en el Bernabéu la pasada campaña.

Además, la semana pasada pudo ver cómo dos de los favoritos, el Real Madrid y el PSG, malgastaban una ventaja muy favorable. Y eso que jugaban como locales. Por eso el técnico rotó ante el Leganés para tratar de llegar como su rival (que se impuso con su bloque B al Udinese) con algunos jugadores frescos (Morata descansó mientras que Griezmann o Saúl no completaron el duelo completo), consciente de que la baja por sanción de Diego Costa y Thomas Partey (además de las bajas de Filipe y Lucas) le modifica el plan de la ida en Madrid. Simeone intuye un partido en el que estará obligado a defender muy concentrado a un rival voraz y buscará la sentencia al contragolpe, en un duelo de alta tensión competitiva que se antoja similar al de Múnich en semifinales de 2016. «Todo el mundo sabe que será supercomplicado», advierte Saúl Ñíguez. Parece que el capitán Diego Godín podrá estar (sino lo hará Stefan Savic) y será Juanfran Torres el que ocupe el lateral izquierdo por las necesidades.

La Juventus por su parte vive el duelo con cierta angustia pese a que tiene su octavo título liguero ya encarrilado. Ve muy complicado clasificarse pese a que cuenta con Cristiano Ronaldo, ogro rojiblanco en su paso por España con 22 goles, ya que apostó por el portugués para volver a conseguir un título que se le resiste desde 1996 tras dos finales perdidas en los últimos años ante Barcelona (2015 en Berlín) y Real Madrid (2017 en Cardiff). «Todo el mundo sabe que el Atlético es un equipo fuerte, que defiende muy bien (Oblak lleva cinco partidos sin encajar). Tendremos que hacer todo lo posible para ganar. Contarán los pequeños detalles», dijo Cristiano, que como Mandzukic o Pjanic fueron reservados para la final anticipada. Bonucci iba a descansar pero tuvo que salir por un Barzagli que se lesionó y es baja. «La Juventus nunca muere. Quienes creen que está fuera, no le conocen. La Juventus no tiene siete vidas, tiene setenta. De alguna manera inmortal, sobre todo cuando le hieren. Es un equipo de veteranos, todos saben gestionar momentos de sufrimiento. No deberán perder la concentración y tener paciencia. Los goles llegarán», adelanta el mítico Marcelo Lippi, el último en ganar la Champions para el club.

Los turineses creen, aunque saben que un gol del Atlético (que sólo en 5 duelo de esta campaña no marcó) les daría una ventaja casi decisiva: evitaría la prórroga y les obligaría a anotar cuatro. Los precedentes dicen que la Juventus, que también tiene muchas bajas en defensa (Barzagli, De Sciglio y Álex Sandro) nunca pudo remontar un 2-0 adverso en la máxima competición europea. Allegri medita cerrar con tres para poder dominar el centro del campo con Pjanic, Matuidi y Bentancur o Can, goleador el sábado. Cancelo y, seguramente, Bernardeschi podrían ser los carrileros que asistan de balones a Mandzukic (12 goles en 28 partidos como rojiblanco) y Cristiano, que por el momento sólo ha hecho un gol en Champions (ante el Manchester United) tras seis campañas siendo el pichichi de la competición. Allegri, que tras el regreso de Zidane al Real Madrid respira algo más tranquilo al evaporarse la opción de la llegada del francés en junio, contará solamente con Paulo Dybala para agitar el partido, ya que el brasileño Douglas Costa, se ha caído de la convocatoria en el último momento, debido a una lesión en la pantorrilla. El técnico, que suma cuatro títulos ligueros y cuatro Copas Italia seguidas además de las dos finales de Champions citadas, intuye un encuentro largo. «Hay que tener confianza, estaremos en las mejores condiciones para hacer un gran partido contra el Atlético. Luego, que la buena suerte nos apoye», vaticinó el técnico.

Sabía el Atlético que le tocaría sufrir en Turín pero su único plan fue defender y eso no fue suficiente. Compareció aterrorizado. Quizá por la presencia de un

Y es que el Atlético se equivocó en su manera de afrontar el duelo. Y eso que no fue nada distinto a lo esperado. Desde el inicio la Juventus encajó a los rojiblancos en su área. Allegri acertó con Emre Can como falso tercer central, ya que le permitió tener salida de balón clara mientras los carrileros estaban metidos en el centro del campo y desde los costados podían montar un bombardeo con una tenacidad inquebrantable. Un espectacular Bernardeschi, el mejor del partido más allá de los goles de Cristiano, fue un quebradero de cabeza para Juanfran, el elegido para ocupar un flanco zurdo donde se añoró a los ausentes Filipe y Lucas. Lemar tampoco ayudó a que la zona no fuera vulnerable y perdió un balón clave en el 2-0.

Y es que aunque el Atlético está acostumbrado a sufrir, es posiblemente el grande de Europa que mejor se maneja viviendo en el alambre y nunca había cedido una eliminatoria tras un 2-0 en su estadio, fue una versión desconocida de sí mismo. No fue sólido atrás y ni inquietó delante.

JUVENTUS

Szczesny, Cancelo, Bonucci, Chiellini, Spinazzola (Dybala, min. 67), Emre Can, Pjanic, Matuidi, Bernardeschi, Cristiano y Mandzukic (Kean, min. 80)

3

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0

ATLÉTICO

Oblak, Arias (Vitolo, min. 76), Giménez, Godín, Juanfran, Koke, Rodri, Saúl, Lemar (Correa, min. 58), Griezmann y Morata

  • Goles: 1-0: min. 27, Cristiano Ronaldo. 2-0: min. 49, Cristiano Ronaldo. 3-0: min. 86, Cristiano Ronaldo, de penalti.

  • Árbitro: Bjorn Kuipers (Holanda). Amonestó a Bernardeschi, Juanfran, Vitolo y Giménez.

  • Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones 18-19, disputado en el Juventus Stadium. Lleno.41.507 espectadores, de ellos 1.600 del Atlético. Chiellini, capitán 'bianconero', cumplió 500 partidos con la Juventus. Se anuló un gol a los locales por falta a Oblak y la teconología de la línea de gol confirmó que el balón pasó la línea en el 2-0.

Hasta el minuto 20 los compañeros no pisaron el campo ajeno con la pelota controlada. Koke y

Parecía el intermedio una gran opción para modificar el rumbo del duelo, que transmitía una sensación de que el Atlético necesitaba marcar para evitar la eliminación. Si no eres capaz de alterar un contexto desfavorable, adáptate. Simeone no fue capaz de lograr ninguna de las dos cosas. Fue un descanso desaprovechado por el Cholo ya que el Atlético insistió en el plan, que estaba funcionando rematadamente mal. Y en otro servicio lateral golpeó de nuevo Cristiano. Esta vez se adelantó a Godín y Giménez para cabecear esta vez junto al palo. La tecnología de la línea de gol confirmó el 2-0.

La Juventus, con la prórroga como botín mínimo, siguió dominando a su rival. Se fue Mandzukic por Kean, que tuvo la sentencia en un balón largo de Chiellini que no despejó por alto Giménez. Se quedó tan solo ante Oblak que quizá pensó demasiado. Su zurdazo se fue junto al poste en plena taquicardia atlética.

Al Atlético se le acumulaban los problemas y ni siquiera mejoró con los cambios. Vitolo no la tocó y Correa cometió, en su esfuerzo por ayudar a un tocado Juanfran en defensa, un penalti sobre un Bernardeschi que gobernó la banda en la que apareció el alicantino cuando Cholo optó por Saúl como defensa izquierda.

El Atlético, groggy, buscó con el corazón un gol mágico, que le transportara a los cuartos de final, paso previo a una final en el Metropolitano en la que su escudo sólo aparecerá como dueño del estadio en el que se repartirá esa 'orejona', que otro año más, pasa de largo dejando atrás un paseo de melancólicos. Veremos si ese 1 de junio está allí Cristiano, buscando levantar otra Champions luciendo la camiseta de un tercer equipo.

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