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Buenas noticias para Messi: no hay lesión en la nariz ni en el pómulo
Barcelona

Buenas noticias para Messi: no hay lesión en la nariz ni en el pómulo

Las pruebas médicas realizadas tras el golpe de Smalling descartan una fisura en el tabique y Valverde deberá valorar si le reserva en Huesca para recibir el martes al Manchester United

P. Ríos

Barcelona

Jueves, 11 de abril 2019, 19:38

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La nariz, el pómulo y el ojo izquierdo de Leo Messi resistieron el impacto brutal de Chris Smalling en Old Trafford y podrá jugar en Huesca este sábado si Ernesto Valverde lo considera oportuno, aunque con 11 puntos de ventaja en la Liga y sólo 21 en juego quizás sea uno de los que descanse además de los sancionados Gerard Piqué y Luis Suárez. El delantero argentino tiene un fuerte hematoma en el rostro, pero sin fisura en el tabique nasal, como se temía.

Fue examinado por los médicos este jueves por la tarde en el regreso al entrenamiento del equipo y se descartó una lesión. Ya había completado los 90 minutos, aunque el atropello por detrás del central del Manchester United, que además dejó el brazo y la mano en la cara de Messi sin falta ni sanción, sucedió a la media hora. Sangró de forma abundante y jugó dolorido cuando se le cortó la hemorragia, pero aguantó y aguantará. El martes, la vuelta en el Camp Nou por si le queda alguna cuenta pendiente con el citado Smalling.

El Barça ganó 0-1 al Manchester United y acabó en Old Trafford con la maldición de sus desplazamientos europeos en eliminatorias. No vencía a domicilio desde hace tres años en cruces de Liga de Campeones, concretamente desde el 1-2 también en Inglaterra, pero en el estadio del Arsenal, en octavos de final de la edición 2015-16.

Luis Suárez sigue con su sequía continental ya que no marca lejos del Camp Nou desde septiembre de 2015

Desde entones, KO ante el Atlético en aquellos cuartos (2-0); 4-0 en París y 3-0 en Turín en la ida de octavos y de cuartos, respectivamente, de la 2016-17; 1-1 en el estadio del Chelsea en octavos y 3-0 en Roma en cuartos de la 2017-18; y 0-0 en Lyon en la ida de los recientes octavos. Seis partidos sin vencer, con cuatro derrotas contundentes y dos empates, 13 goles en contra y uno a favor, de Leo Messi, autor precisamente del doblete en la mencionada última victoria en el Emirates Stadium.

Con semejante estadística, no es de extrañar que Ernesto Valverde preparara un partido muy táctico, controlando al máximo los riesgos, harto como está de avisar que en Europa un mal cuarto de hora te deja fuera. Incluso pareció que los cuatro goles encajados una semana antes en Liga ante el Villareal (4-4) ante una delantera muy veloz, similar a la del Manchester United, sirvió de aviso. El objetivo era que el equipo de Ole Solskjaer no pudiera jugar al espacio a la espalda de los defensas del Barça, buscando a Marcus Rashford y Romelu Lukaku, y el Barça se salió con la suya a costa de ofrecer una imagen conservadora y resultadista, con la zaga más atrás de lo habitual y pocas combinaciones en campo contrario.

Pese al acoso en algunas fase del choque del Manchester United, ningún disparo se dirigió entre los tres palos de la portería de André Ter Stegen, en parte gracias a la gran labor de los dos centrales, Piqué y Clement Lenglet. Y en ataque el Barça creó más ocasiones, aunque pocas, más allá del gol de Luke Shaw en propia puerta tras asistencia de Messi, cabezazo de Suárez y validez del VAR porque el árbitro italiano Gianluca Rocchi lo había anulado por un inexistente fuera de juego. David de Gea despejó con los pies dos disparos de Philippe Coutinho y Jordi Alba, mientras que Suárez remató al lateral de la red.

Con todo, como indicaron Piqué, Alba y Valverde, la eliminatoria sigue abierta. Incluso los jugadores del Manchester United parecían tranquilos después de haber un remontado un 0-2 en París en octavos con un 1-3 sorprendente. Además, el equipo inglés regresará al Camp Nou 20 años después de que su técnico, Solskjaer, colaborara en aquella increíble remontada al Bayern en la prolongación de la final de la Liga de Campeones 1998-99. Bien hará el Barça en no confiarse si quiere estar en semifinales.

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