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Cristiano celebra uno de sus goles en la final.
Cristiano, el 'recordman' voraz

Cristiano, el 'recordman' voraz

Zidane le convenció de que necesitaba un plan para optimizar su rendimiento y vuelve a destrozar los registros anotadores para ir lanzado a por su quinto Balón de Oro

Rodrigo Errasti Mendiguren

Lunes, 5 de junio 2017, 01:50

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A Cristiano Ronaldo, el hombre que considera que «tener demasiada humildad es malo», Zinedine Zidane le hizo entender, explicándole sus últimos años como futbolista, que debía tener descansos para llegar mejor al final de temporada, a los días en los que se deciden los títulos. «Me preparé para esto. Lo grande se gana al final. Fue una opción mía y de mi entrenador. He hecho un final espectacular», dijo el delantero portugués sobre los 42 tantos que ha marcado esta campaña. Recuperó la chispa en Cardiff, donde fue nombrado MVP tras convertirse en el primero que anota en tres finales distintas. Sir Alex Ferguson, su antiguo entrenador en el Manchester United, lo felicitó en el vestuario, donde estaba con su hijo. «Es una temporada única: ganamos la Liga y la Champions. Fue un partido muy equilibrado, pero el Madrid ha estado impresionante. Los goles han llegado dentro de un proceso natural», subrayó Cristiano.

Ante la Juventus hizo dos goles (el primero, el número 500 en Champions de los blancos y el segundo, el 600 de su carrera), como en Múnich en cuartos. En el Bernabéu anotó dos tripletes frente a Bayern y Atlético. Diez goles desde octavos, con los que sumó 12 en el torneo y superó a Leo Messi para ser, por sexta vez y quinta consecutiva, pichichi de la Champions. Una competición en la que no descansó y disputó todos los minutos (1.200) de un torneo que ya ha ganado en cuatro ocasiones. Massimiano Allegri se lamentó de que «parecía estar dormitando», pero el portugués despertó para asestar golpes certeros a su Juventus. «Por algo es el mejor del mundo», explicaba Nacho. Dos remates entre los tres palos en Cardiff, dos goles.

«Otra temporada impresionante. Otro récord más. Respondo en el campo. No me sorprende que (Florentino Pérez y sus compañeros) pidan el Balón de Oro para mí. Soy el 'recordman'», dijo en la zona mixta del Millenium Stadium cuando Lucas Vázquez pasó a su espalda cantándole en broma: «¡Balón de playa! ¡Cristiano, balón de playa!...». «En estos momentos es el mejor jugador del mundo. Es suficiente con decir sólo eso», apuntaba Modric, que le asistió en el 1-3, el tanto que sentenció la final. Con ese gol suma 144 en competición europea, tiene cuatro Champions y sólo es superado por Maldini, Seedorf -con el que se hizo una foto mostrando cuatro dedos como sus trofeos continentales- y Paco Gento, con dos de diferencia. «Siempre aparece en el momento decisivo», explicaba con un balón en sus manos y una sonrisa Marco Asensio, el goleador madridista más joven en una final de la Champions y que ya anotó en la Supercopa europea.

El futbolista balear, quizá el nuevo ojito derecho del madridismo, tendrá que mantener este ritmo para igualar a Cristiano, que acumula 13 goles en los días que se reparten los trofeos. Lo que más le viene preocupando últimamente son los silbidos que le ha dedicado alguna vez el Santiago Bernabéu: «La gente no tiene palabras para criticarme. Estoy viviendo algunos de los mejores momentos de mi carrera, porque los números no mienten. Ahora tengo unos días de descanso y luego un partido de clasificación para el Mundial con Portugal y la Copa Confederaciones. Mi edad es sólo un número. Yo me encuentro muy bien. Me siento como un jovenzuelo». Un aviso a los que quieren darle por terminado.

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