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Ramos celebra uno de sus goles.
Ramos se venga de Neuer
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Ramos se venga de Neuer

El central marca los dos primeros goles blancos y se toma la revancha con el portero del Bayern, que se mofó del penalti errado por el de Camas hace dos temporadas

Luismi Cámara

Miércoles, 30 de abril 2014, 01:38

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Pese a que sus áreas de influencia están muy alejadas, Neuer y Sergio Ramos tenían cuentas pendientes desde la semifinal de 2012. El central se tomó en esta ocasión cumplida venganza por lo sucedido entonces con dos goles que ayudaron al Madrid a doblegar con contundencia al Bayern y el andaluz podrá por fin optar a su primera Champions.

Aquella eliminatoria se decidió en el Santiago Bernabéu en una agónica ronda de penaltis tras acabar el encuentro con el mismo 2-1 con el que finalizó la ida en Múnich. El Bayern acabó imponiéndose desde el punto fatídico por 1-3 y el defensa blanco fue uno de los que erraron su lanzamiento. El Faraón de Camas disparó con fuerza para asegurar el tiro pero acabó mandando el balón a las nubes.

Con el subidón del pase a la final, el portero germano se mofó del fallo del central, como antes lo habían hecho muchos en las redes sociales. «No sabía que a Ramos le gustaba tirar los penaltis por encima de la portería», bromeó Neuer en el el diario Bild.

El cancerbero no midió sus palabras, que acabaron volviéndose contra él en la posterior final. Los bávaros cayeron ante el Chelsea precisamente en la tanda de penaltis.

Ramos no pudo contenerse y le mandó un mensaje contundente en su cuenta de Twitter. «Por cierto, no sabía que se le daban tan bien las finales a Neuer. ¡Otro año será! ¡Humildad siempre, campeón!», fue el recado del campeón del mundo.

Pero ha sido dos años después cuando el defensa ha optado por el camino deportivo para consumar finalmente su revancha, no sólo con Neuer, sino también con el equipo alemán. «La Champions me debía una, y sobre todo contra el Bayern», reconocía uno de los líderes del vestuario blanco tras el partido en el Allianz Arena. El sevillano dedicó sus dos tantos de cabeza a la madre de su mejor amigo, fallecida hace unos días, y a su padre. Sin embargo, no quiso acordarse del guardameta rival, con el que incluso cruzó unas palabras tranquilamente cuando el árbitro pitó el final.

Sergio Ramos, además, se protegió con inteligencia para no recibir una tarjeta amarilla que le impidiera disputar el partido definitivo. No entró en trifulcas, midió sus entradas y contó con la complicidad de Ancelotti, que le sustituyó en el minuto 75 por Varane cuando la eliminatoria ya estaba sentenciada.

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