El Barça también se corona en el Romano

Ayer alzó la Supercopa sobre el césped del Romano, que congregó en sus gradas a alrededor de 6.300 espectadores y le dieron ambiente y colorido a una final con escaso suspense. Suspense que duró lo que tardó Aitana Bonmatí, elegida MVP del partido, en abrir el marcador a los doce minutos de juego. De hecho, los dos goles que decidieron el partido fueron prácticamente un calco el uno del otro. En la primera mitad, Geyse Ferreira se fabricó la jugada por la derecha para ceder en la frontal del área a Bonmatí, que encontraba el hueco hacia la red; y en la segunda mitad, la jugada de Geyse fue por la derecha para volver a ceder a la propia Bonmatí, que repitió disparo desde la frontal. El primero con la izquierda y el segundo, con la derecha. Para todos los gustos y sacudir dudas.

A partir del 0-2, el partido fue mucho más entretenido para el espectador, pero mucho menos competitivo desde el punto de vista futbolístico. Las azulgranas levantaron un poco más el pie del acelerador y las donostiarras bajaron los brazos de la fe. Natalia Arroyo, salvo la pareja de atacantes, repitió el once que se deshizo del Sporting de Huelva el pasado miércoles; mientras que Jonatan Giráldez introdujo hasta cuatro cambios para refrescar al equipo tras la prórroga de su semifinal del jueves.

Y la final comenzó igualada, tanto en dominio como en llegadas al área contraria. De hecho, el primer remate fue blanquiazul, con un cabezazo flojo al borde del área pequeña. Pero ya a los diez minutos avisó en serio Geyse, que cabeceó sola a las manos de Lete. Y en la jugada siguiente, el Barça derribó el primer muro con el tanto de Aitana Bonmatí.

No se salió la Real Sociedad del partido y continuó con el mismo guion previo. Jensen disparó en el 21' desde fuera del área, tras robar en un fallo de salida de balón azulgrana, y obligó a intervenir por primera vez en el partido a Sandra Paños, aunque sin exigirle mucho. El Barça, sin prisas por su ventaja en el marcador, volvió a meter miedo con un cabezazo al lateral de la red de Marta Torrejón en el 39'. Cuando se descolocaba la Real y encontraba los espacios tras robo, se encontraban las catalanas más cómodas y llegaban con mayor claridad.

Tras el paso por los vestuarios, no hubo tiempo de poner en práctica las directrices del descanso: en la primera jugada de la segunda mitad, Geyse la volvió a liar y Bonmatí volvió a cerrar la jugada. 2-0 y toda una mitad por delante para disfrutar de la final. Porque el equipo de Natalia Arroyo tuvo que atreverse más y, por tanto, conceder demasiado atrás. Llegó ahí el carrusel de llegadas y de ocasiones claras del Barça para ampliar el marcador.

También tuvo las suyas la Real, pero la pólvora estaba arrejuntada en un mismo equipo. Y cuando la extremeña marta Frías Acedo iba a decretar el final, un centro desde la derecha de la canterana Vicky López acabó en la cabeza de Oshoala, que empujó a la red desde el área pequeña, cerró el resultado y dio por finalizado el partido. Primer título del año, tercero consecutivo y la sensación de que entre el Barça y el resto hay muchos escalones de por medio.