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Once inicial que Paulino eligió para el último partido de liga ante el Don Benito. :: cedida
Un equipo revelación muy currante

Un equipo revelación muy currante

El Valdivia, cuya plantilla casi al completo trabaja en la fábrica de su presidente, ha sorprendido en el inicio de temporada

RODRIGO MORÁN

Sábado, 27 de septiembre 2014, 08:33

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Les llaman obreros del balón. Trabajadores natos de día, futbolistas vocacionales de noche. Valdivia es una entidad local menor perteneciente a Villanueva de la Serena. Apenas 2.000 habitantes, pero con fútbol de Tercera. Su presidente lo consiguió tras varios intentos. José Escobar se propuso devolver al club valdiviano a la categoría que ya pudo disfrutar años atrás. No era fácil, pero para ello utilizó una estrategia que más que de moda, ya es casi básica en el fútbol aficionado actual: proponer trabajo estable a buenos futbolistas. Algunos clásicos de nuestro balompié como el placentino José Cobos o el ribereño Víctor Moriano se vieron seducidos por la idea. Y este año también Paulino, el ex carismático delantero del Villanovense que, tras su retirada, vive en Valdivia su primera experiencia como entrenador de Tercera.

«Estoy disfrutando y aprendiendo muchísimo. Soy un privilegiado. Para mí son como profesionales. Hay más compromiso que en muchos otros clubes». Paulino se rinde ante sus jugadores. Tras cinco partidos, el Valdivia es quinto clasificado, con los mismos puntos que el cuarto, el Jerez. Ha sumado nueve los quince puntos disputados y, en el último encuentro, derrumbó al Don Benito por 3-1. «Esto no deja de ser un deporte en el que, en ocasiones, hay recompensa por el trabajo», admite Paulino.

La mayor parte de los jugadores del Valdivia trabajan desde muy temprano en la empresa de conservas vegetales del presidente. Una jornada laboral dura que desemboca en entrenamientos a las nueve de la noche. Sea verano o invierno. El mérito es mayor porque el arranque llega en plena campaña laboral y siendo el equipo de todo el grupo que menos entrenamientos ha desarrollado en pretemporada.

A los veteranos de la zona y con experiencia en Tercera se les suma savia nueva. Juventud que llega desde el norte con Javi Amor, un futbolista leonés de 21 años que ha llegado de la mano de Paulino procedente del Atlético Bembibre. Es goleador de su equipo con tres dianas y está causando una gran sensación.

Trabajo brutal

En el banquillo, la experiencia y sabiduría de un entrenador que trata de acostumbrarse a ver los toros desde la barrera. «No es fácil. Son muchos años al otro lado, pero estoy disfrutando mucho con el compromiso de estos jugadores. Somos un equipo recién ascendido y, por ello, ha sorprendido nuestro inicio de temporada, pero el trabajo está siendo brutal y es normal que aflore».

Para Paulino es la primera experiencia en categoría nacional. Amigo íntimo de Santi Denia, seleccionador español sub17, tuvo la oportunidad de trabajar junto a él. No fue desencaminado, pues empezó por el fútbol base a las órdenes del Puente Castro, equipo de la división de honor de fútbol juvenil. El año pasado, en su primer año en la élite, consiguió salvarlo de manera heroica.

El técnico albaceteño dejó muchos amigos en Extremadura de su estancia en Villanueva de la Serena. En una de las visitas de verano, medio en broma medio en serio, surgió la posibilidad del Valdivia. La cosa cuajó y hoy disfruta de una experiencia muy diferente: «No tiene nada que ver con dirigir categorías inferiores. Aquí hay padres de familia y muchas responsabilidades. Hay una suma de compromiso, actitud y sacrificio tremenda».

Este domingo el Valdivia visita el municipal de La Isla para medirse al Coria, equipo confeccionado para el ascenso. Lo hará como equipo revelación y con más horas de trabajo. Contando también las de fuera del campo.

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