Borrar
Directo Directo | La Veracruz de Badajoz también suspende su salida en procesión
Megan Rapinoe marca de penalti el gol del triunfo de EE UU.

Ver fotos

Megan Rapinoe marca de penalti el gol del triunfo de EE UU. Phil Noble (Reuters)
Octavos

Dos penaltis acaban con el sueño de España

La selección plantó cara a la todopoderosa Estados Unidos, que necesitó de dos penas máximas, una de ellas revisada por el VAR, para pasar a cuartos

Javier Varela

Madrid

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 24 de junio 2019, 02:47

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

España quiere seguir haciendo historia. Tras lograr en su estreno ante Sudáfrica su primera victoria en un Mundial y superar también por primera vez la fase inicial gracias al empate ante China, el combinado que tutela Jorge Vilda busca el más difícil todavía frente a Estados Unidos, tricampeona mundial y vigente defensora del título que conquistó hace cuatro años en Canadá, en pos del billete a cuartos. Será el partido más importante en la carrera de las españolas, que pese a la envergadura del reto no renuncian a dar la sorpresa. «Mis jugadoras se van a dejar la vida en el campo», avisó el seleccionador español, que recordó que sus pupilas son «valientes, atrevidas y ante los grandes rivales se crecen».

La tarea será titánica. Número uno del ranking de la FIFA, el 'Team US' es un adversario formidable que cuenta con algunas de las mejores jugadoras del mundo y completó una primera fase inmaculada con pleno de victorias, 18 goles a favor y ninguno en contra, mientras que las españolas sólo pudieron pulverizar la portería de Sudáfrica en su debut para caer luego por la mínima frente a Alemania y firmar unas tablas ante China que valieron un meritorio pase a octavos.

Las norteamericanas acumulan 47 encuentros consecutivos viendo puerta y han mantenido a cero su portería en los siete últimos, con hasta ocho futbolistas que saben lo que es anotar en el presente Mundial y una profundidad de banquillo que ha permitido a su seleccionadora, Jill Ellis, dosificar fuerzas a medida que confrontaban a rivales cada vez de mayor calibre. Ante Tailandia sellaron la mayor goleada nunca vista en una Copa del Mundo (13-0) para derrotar luego sin apuros a Chile (3-0) y superar por último a Suecia (0-2) en el envite de mayor exigencia hasta la fecha para un equipo que sigue teniendo en Alex Morgan a su principal referencia y máxima artillera del torneo gracias a los cinco tantos que le endosó a Tailandia.

Espíritu competitivo

Nada de eso arredra a las integrantes de La Roja, que ya plantaron cara a las estadounidenses en el amistoso disputado el pasado mes de enero en el Rico Pérez de Alicante, cuando un gol en propia puerta de Irene Paredes terminó dando la victoria al combinado norteamericano después de que su seleccionadora tomara nota del competitivo espíritu de las españolas. «El fútbol femenino en España está creciendo mucho. Las jugadoras que llegan tienen mucho talento y muchas tienen experiencia en finales de la Champions. Eso dice mucho de cómo está creciendo», avisó este domingo Ellis, a cuya vera abrochó en Canadá su tercer cetro de campeona del mundo una selección que ha estado en todos los Mundiales disputados hasta la fecha y que nunca ha bajado de semifinales.

«Estados Unidos es el mejor equipo del mundo», concedió Jorge Vilda, que subrayó no obstante que el guión no está escrito. «Mucha gente está diciendo que nos pueden arrasar. Puede ser, pero tengo la suerte de entrenar a 23 jugadoras que se van a dejar la vida en el campo. Con esa actitud, vamos a dar el tono que espera todo el mundo, seguro», se mostró convencido el técnico más joven del Mundial, que animó a sus futbolistas a olvidarse del halo que acompaña a las norteamericanas. «Si nosotros solo vemos camisetas blancas, no vemos nombres, podremos competir el partido».

El madrileño, que ha empleado ya a 19 de las 23 convocadas, podría fortalecer el centro del campo para contener el poderío físico de las estadounidenses, a cuya intensidad y elevado ritmo de juego tratará de contraponer España el fútbol de toque que la caracteriza. Vicky Losada, inédita desde que dejase su puesto a Aitana Bonmatí en el descanso del duelo frente a Sudáfrica y buena conocedora del fútbol estadounidense al haber disputado la NWSL con el Western New York Flash, acompañaría a Virginia Torrecilla y Patri Guijarro, intocables en la sala de máquinas, lo que obligaría a dejar sola arriba a Jenni Hermoso, la única española junto a Lucía García que sabe lo que es marcar en este Mundial. «Tenemos que ser las primeras que creemos que se puede ganar», proclamó Irene Paredes, puntal de la zaga y una de las seis españolas que no se han perdido ni un minuto del torneo. «Sabemos que en los últimos siete partidos nadie les ha hecho gol y que llevan 47 partidos anotando, pero las estadísticas están para romperlas», agregó el seleccionador.

Pese a que la centrocampista Julie Ertz se perdió el partido ante Suecia por una contusión en la cadera y Alex Morgan tuvo que retirarse en el descanso de ese choque al sufrir un fuerte golpe en la rodilla, el 'Team US' llega con todas sus futbolistas en plenitud. «Alex está bien», tranquilizó su seleccionadora, que indicó que las rotaciones eran «parte del plan» para «tener a todas concentradas». «No pienso en nada del otro equipo, tenemos que centrarnos en nosotras. Sólo jugamos una vez contra ellas. Son dos equipos que llegan en momentos diferentes de la historia», completó la norteamericana con la seguridad que da dirigir al combinado más laureado de la historia.

España se despertó de su sueño mundialista de forma cruel y por culpa de dos penaltis. El reto se presentaba mayúsculo para la selección, que buscaba meterse en cuartos ante el equipo más laureado del mundo. La novata en estas lides puso contra las cuerdas a Estados Unidos, que sólo pudo ganar con dos goles desde los once metros -el segundo muy justito- y tras sufrir más de lo esperado. España hizo las maletas de despedida del Mundial, pero antes se encargó de dar un buen sofocón a las estadounidenses, que desde este lunes ya tienen una selección más a las que respetar.

Las de Jorge Vilda saltaron al campo sin nada que perder y con todo por ganar, pero con el primer objetivo de solventar el arreón inicial de una Estados Unidos acostumbrada a marcar en todos sus partidos -llevaba 48 consecutivos haciéndolo- y a mandar desde el primer minuto. Lo que no entraba en el guión era regalarle un penalti a los cuatro minutos. Mapi León derribó de forma inocente a Tobin Heath, que se había aprovechado de un balón a la espalda de Leila Ouahabi. Megan Rapinoe no desaprovechó el regalo y adelantó a Estados Unidos. La gesta para España se complicaba.

Y si Estados Unidos tardó seis minutos en abrir el marcador, España sólo necesitó 169 segundos para devolver las tablas al marcador. Una indecisión de Alyssa Naeher y Becky Sauerbrunn, presionada por Lucía García, acabó con el balón en Jennifer Hermoso, que tras un toque lo puso en la escuadra de la portería estadounidense ante la desesperación de la guardameta y el delirio del banquillo español. España había marcado a Estados Unidos, algo que nadie había hecho desde que Japón lo consiguiera en la final del último Mundial de Canadá hace cuatro años.

España

Sandra Paños, Leila Ouahabi, Irene Paredes, Mapi León, Marta Corredera, Virginia Torrecilla (Mariona Caldentey, min. 83), Patri Guijarro, Vicky Losada (Nahikari, min. 31), Alexia Putellas (Sandra Falcón, min. 78), Lucía García y Jennifer Hermoso.

1

-

2

Estados Unidos

Alyssa Naeher, Kelley O'Hara, Abby Dahlkemper, Becky Sauerbrunn, Crystal Dunn, Samantha Mewis, Julie Ertz, Rose Lavelle (Lindsey Horan, min. 88), Tobin Heath, Alex Morgan (Carli Lloyd, min. 85) y Megan Rapinoe (Christen Press, min. 96).

  • goles: 0-1: min. 6, Megan Rapinoe, de penalti; 1-1: min. 9, Jennifer Hermoso. 2-1: min. 76, Megan Rapinoe, de penalti

  • árbitra: Katalin Kulcsar (Hungría). Amonestó a Megan Rapinoe e Irene Paredes.

  • incidencias: Partidos de octavos de final del Mundial de Francia disputado en el Estadio Auguste-Delaune, de Reims. 19.633 espectadores.

El partido comenzaba de nuevo con nueve minutos menos y España presionaba en el centro del campo y abortaba las rápidas transiciones de Estados Unidos. En una de esas transiciones Rose Lavelle puso un balón de oro a Megan Rapinoe, que se topó con Sandra Paños. El balón era del equipo de Jill Ellis, pero España tenía sus ocasiones más por los nervios de Alyssa Naeher que por juego. La portera estadounidense, afectada por el error en el gol, transmitía inseguridad ante la constante presión de Lucía García en cada balón largo. La 'pepito grillo' de España.

Vicky Losada, con un golpe en el ojo desde el minuto 15, no pudo seguir en el campo y Jorge Vilda apostó por un cambio ofensivo con Nahikari García y cambiando el 4-3-3 por un 4-2-3-1. El partido se había igualado y Estados Unidos tenía dificultades para abrir la defensa española y centraba sus argumentos ofensivos en pases a la espalda de las laterales, pero sin suerte. Ni mostraba la superioridad de los partidos de la fase de grupos, ni llegaba con tanto peligro. De hecho, Sandra Paños apenas tuvo que intervenir en la última media hora de la primera parte. España había competido de tú a tú a la tricampeona del mundo y generado dudas en una selección acostumbrada a pasar por encima de sus rivales.

España aprendió la lección de los primeros minutos del partido y saltó tras el descanso con la intención de tener la posesión, la mejor manera de defender. Los minutos pasaban y Estados Unidos, acostumbrada a dominar e imponer el ritmo de juego, se desesperaba ante una España que mordía, que luchaba cada balón y que no dejaba huecos a la espalda. Alex Morgan pedía falta en cada contacto y las defensas españolas subían el grado de intensidad y no hacían prisioneros.

La selección de Jill Ellis, desconcertada, no terminaba de crear ocasiones y veía cómo España tocaba con cierta comodidad hasta la línea de tres cuartos cuando tenía el balón, aunque ahí se mostraba, como durante todo el Mundial, sin puntería. Una buena jugada de Lucía García permitió que Patri Guijarro rematara pegada al palo y metiera el miedo en el cuerpo a las estadounidenses. Sólo el físico, por el esfuerzo de los primeros 60 minutos, o un error, podía pasar factura a las de Jorge Vidal en la recta final del choque.

Y, como en la primera parte, fue un error. Un penalti puso de nuevo por delante a Estados Unidos, aunque con suspense. Virginia Torrecilla intentó robar el balón a Rose Lavelle dentro del área, pero no tocó el esférico y sí la pierna de la estadounidense -que puso de su parte para caerse- de forma muy leve. La árbitra señaló la pena máxima, pero desde el VAR le pidieron que revisara la jugada. Minutos después, la húngara Katalin Kulcsar no revocó su decisión y Megan Rapinoe, como en la primera parte, no perdonó.

Quedaban 15 minutos para buscar la machada y España decidió tocar a rebato pero con más corazón que juego. Muchas imprecisiones, un posible penalti a Virginia Torrecilla que la árbitra no entendió como tal y alguna llegada pusieron el punto final a la andadura de la selección española en un Mundial que significará un punto de inflexión para el fútbol femenino.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios