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ALBERTO LÓPEZ
LUGO.
Miércoles, 30 de octubre 2019, 09:43
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Victoria de prestigio de Cáceres en una de las pistas más complicadas de la Liga, por ambiente y potencial del rival, como el Pazo Provincial de Lugo. El equipo de Roberto Blanco consiguió desarbolar desde el salto inicial al de Diego Epifanio, claro candidato al ascenso a ACB, con un ritmo alto de juego, múltiples posesiones, un dominio absoluto del rebote en ambos aros y un porcentaje de tiro de tres que rozó la perfección hasta el descanso, con un 70% de acierto (7/10), algo que casi se mantuvo al final del partido con un 64% para un total de 14 anotados, circunstancia a la que el Breogán no tuvo nunca respuesta.
BREOGÁN
85
-
92
CÁCERES
Leche Río Breogán Christian Díaz (15), Quintela (8), Salva Arco (5), Olah (6) y De Thaey (15) -quinteto inicial-. También jugaron: Soluade, Mateo Sánchez, Ahonen (5), Dago Peña (13), Rivas, Nurger (18) y Fall.
Cáceres Patrimonio de la Humanidad Ricardo Úriz (8), Ventura (6), Arkeem (14), Rakocevic (18) y Kuiper (6) -quinteto inicial-. También jugaron: Milan (16), Jankovic, Zubizarreta (2), Berg (1), Parejo (15) y Bilbao (6).
Parciales por cuarto 23-29; 17-22 (39-51); 20-25 (59-76); 25-16 (85-92).
Árbitros López Herrada (Colegio andaluz), Espiau Guarner (Colegio aragonés) y González Morán (Colegio asturiano). Eliminaron por cinco faltas personales al jugador local Quintela.
Incidencias Pazo Provincial dos Deportes. 2.800 espectadores
El partido tuvo el aliciente de la vuelta a Lugo de Rakocevic y Ricardo Úriz, que fueron recibidos con una ovación por los buenos recuerdos que guarda la afición breoganista de su paso por tierras gallegas, donde ofrecieron un excelente rendimiento. El base jugó con unas décimas de fiebre -que no se le notaron sobre la pista-, y libró un precioso duelo de calidad con Christian Díaz, que tuvo sus más y sus menos con la grada al término del encuentro.
El choque se jugó siempre al ritmo que quiso Cáceres, aunque la baza del equipo lugués fue su base, el propio Christian Díaz, quien puso en dificultades cualquier variante táctica defensiva que quiso introducir durante el encuentro Roberto Blanco. Fue, junto a minutos de inspiración de Dago Peña o Quintela, la única referencia fiable en ataque que mereció especial atención del cuadro cacereño. Pero realmente, el triunfo no peligró desde el salto inicial porque Cáceres dominó el marcador de principio a fin con mucha solvencia, con el único lastre de las pérdidas de balón, que siendo excesivas, con 16 en total, fueron causadas en parte por el alto ritmo al que siempre quiso jugar.
En el primer cuarto Olah anotó seis puntos consecutivos para los locales, pero Cáceres mostró sus armas castigando con tres triples cada ataque para un parcial de 6-9. El intercambio de canastas entre Díaz y Arkeem subiría el tanteo a 9-13, aumentando en tres puntos con un triple a tabla de Rako, un presagio de que todo estaba de cara para el conjunto de un Roberto Blanco que estuvo tan activo en el banquillo como sus jugadores en la pista. El 10-18 obligó a Epi a gastar su primer tiempo muerto, y sustituir a Olah, con dos faltas. La aparición de De Thaey mantuvo al conjunto celeste en el partido, terminando el primer cuarto con un marcador de 23-29.
En el inicio del segundo cuarto, cinco puntos consecutivos de Nikolic hicieron mucho daño a Breogán, que pasaría a perder de 15 rápidamente, anotando los tres primeros puntos locales en este cuarto Dago Peña para un 26-44 que se ampliaría a una diferencia de 18 puntos en el ecuador del cuarto e incluso alcanzaría una máxima de 20. Cáceres era amo y señor del partido, liderado por Nikolic y Joseph. El bloque visitante emulaba a equipos otrora grandes como Canarias, Alicante o Menorca, que arrasaban en LEB Oro, y consiguió arrancar silbidos del público lucense ante el juego de su equipo. Solo un arranque de orgullo de Christian Díaz y Quintela pudo hacer que en unos minutos finales muy inspirados el marcador se quedase en 40-51, con un triple sobre la bocina.
Tras el descanso llegaron algunos momentos de dudas para el equipo de Roberto Blanco por el empuje local, con rachas anotadoras de Quintela o Christian Díaz, pero siempre encontraron respuesta desde el banquillo cacereño en forma de tiempo muerto para frenar la reacción y en la pista con triples letales de Parejo o Rakocevic.
Christian y Nurguer abrieron con un 4-0 que neutralizaría Rakocevic con un tiro libre y un triple. Un 2+1 de Quintela daba esperanzas a los locales, pero pronto Rakocevic ampliaría de nuevo la ventaja. Nurguer seguiría anotando, pero una antideportiva de Salva Arco permitiría tomar aire a los visitantes. Durante la primera mitad de este cuarto las diferencias se movieron en torno a los siete y nueve puntos a favor de Cáceres, siendo muy discutida la labor arbitral. A tres minutos para el final del cuarto un triple de los que le gustan a Ricardo Úriz ampliaría diferencias, y los puntos de Parejo llevarían al 55-74. Un triple de Dago dejaría el 60-76 con el que terminó el cuarto tras no anotar Cáceres en su última posesión.
Al último período ambos conjuntos salieron dubitativos, cometiendo numerosas pérdidas. Parejo golpearía de nuevo, quizá el golpe de gracia, con un triple sobre la bocina que ponía el marcador en +19 para los visitantes (60-79). Breogán no conseguiría sacar de fondo y Jorge Bilbao establecería una nueva máxima diferencia (60-81), que ampliaría Rakocevic con el 66-88 tras no conseguir de nuevo sacar de banda Breogán. El banquillo cacereño pararía el partido tras un atisbo de reacción local (6-0), pero no pudo cortar una racha que llegaría hasta el parcial de 14-1, maquillando el resultado final, que con un triple de los locales se quedaría en 85-92.
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