Borrar
Rakocevic lanza por elevación en el choque del domingo ante el Bilbao Basket en el Multiusos. :: l. c.
Prueba de vida para el Cáceres en Vitoria

Prueba de vida para el Cáceres en Vitoria

Matemáticamente no estarían descendidos todavía, pero si los verdinegros no ganan hoy en Mendizorroza serán carne de LEB Plata

MARCO A. RODRÍGUEZ

Domingo, 31 de marzo 2019, 07:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

badajoz. Tiempo de cábalas en la recta final de la LEB Oro para el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, aunque, en realidad, todo pasa por ganar esta mañana en Vitoria. Si los verdinegros se suben derrotados al autobús en Mendizorroza no habrá cuenta alguna que salve los números rojos de una temporada para olvidar, a la espera de una reacción casi milagrosa en este ocaso del curso que evite el descenso. Porque no bastará con ganar al Araberri. En los restantes cinco encuentros se necesitarán otras tres o cuatro victorias al menos, dependiendo de resultados ajenos. Y este Cáceres no está para florituras, y más si en el calendario aguardan el Palencia (séptimo en la tabla), Río Ourense (sexto), Melilla (cuarto), o Granada (quinto) antes de visitar al actual puesto 14 del Real Canoe. Cuatro clubes de los siete mejores de la liga. Mientras hay vida hay esperanza, así que la primera prueba de esa supervivencia es en Vitoria.

El Cáceres debe aferrarse a su versión enchufada, la que puede competir con el Betis o forzar la prórroga el domingo ante otro aspirante como el Bilbao Basket. Si muestra la actitud de Prat la temporada se habrá acabado y el baloncesto de la ciudad bajará un peldaño en el escalafón nacional. Una visita al Sáenz Horeca Araberri que recuerda en exceso a la de Prat, porque los vascos han cogido el testigo colista abandonado por los catalanes y que los propios cacereños ya han sentido alguna vez. La diferencia es que, si lo de Cataluña tenía penitencia, ahora no se puede fallar y jugadores y cuerpo técnico son conscientes.

EL DATO

  • Son los partidos que le restan al Cáceres Patrimonio, contando el de esta mañana en Vitoria Cuatro de ellos contra cuarto, quinto, sexto y séptimo clasificado, en distinto orden. Todo un reto.

Roberto Blanco avisaba en una entrevista con este diario el jueves que de perder en Vitoria caerán en un «descenso mental» que prácticamente equivale a uno matemático. En la rueda de prensa previa al viaje repitió esa idea y amplió la onda expansiva de su repercusión a todos sus paisanos. «Hemos intentado insuflarles tranquilidad y concentración máxima. Son jugadores muy experimentados la mayoría de ellos. Es una semana como la del día del ascenso, de suma importancia para nuestro club, para el primer equipo, para la cantera, para la afición y para todo Cáceres en general. La semana siguiente, si ganamos, diré lo mismo. Y la siguiente. Y así», matizaba el entrenador, que ha tenido la semana completa para preparar la cita después de un minimaratón de tres enuentros en diez días.

EN EL PUNTO DE MIRARobinson Junior Base Roberto Blanco «Vamos a Vitoria, a una mítica cancha como Mendizorroza, y vamos con mucha ilusión de devolver la esperanza a los que la han perdido, de devolver confianza a toda esa gente y a todos los que nos ven muy muertos que sepan que todavía estamos muy vivos»

Tres de sus pupilos tienen molestias, aunque no de relevancia como para que se lo pierdan. T. J. Sapp, Dan Trist y Cole, según expresó al tiempo que recordaba que cuenta con una plantilla amplia. «Vamos a Vitoria, a una mítica cancha como Mendizorroza y vamos con mucha ilusión de devolver la esperanza a los que la han perdido, de devolver confianza a toda esa gente y a todos los que nos ven muy muertos que sepan que todavía estamos muy vivos».

El Spud Webb de la LEB Oro

El técnico del Cáceres avisa de que les espera un equipo «anárquico en el juego» pero con potencial y mucho peligro, con una nueva cara en el banquillo -Manolo Povea- para la segunda vuelta y, sobre todo, con un base impredecible, difícil de sujetar. Con menos de 1.70 metros de altura, Robinson Junior es una especie de Spud Webb en versión LEB Oro. «Es un jugador determinante y espectacular, pero creemos que se le puede parar. En general, es un equipo difícil de defender, muy físico y de alto ritmo, pero si controlamos en algunos momentos y castigamos sus puntos débiles, podremos llevarnos el partido».

Blanco mira lado contrario de la cancha, pero también al propio, porque considera que su primer enemigo viste de verdinegro. «Necesitamos creer en nosotros. Cuando lo hemos hecho, hemos podido ganar a cualquiera. Somos un rival muy duro para nosotros mismos y hemos sido muy duros con nosotros». El baloncesto también es cuestión de fe y el Cáceres no debe perderla.

A juicio de Blanco, Lamont Robinson es la principal amenaza vitoriana y con ello de la salvación del Cáceres. Un gran base pese a sus escasos 1,65 metros, el Spud Webb de la Leb Oro.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios